La próxima semana se celebrará en Los Ángeles el E3, la feria más importante de la industria internacional del videojuego. En sus pabellones y stands veremos los juegos más potentes que llegarán a las consolas durante los próximos meses. Pero mientras las grandes compañías se preparan para desvelar su artillería, en España vamos conociendo los secretos de otra cita que se ha hecho cada vez más fuerte en el calendario internacional.
Gamelab no puede competir en cifras y tampoco en intenciones con el E3, pero este año celebrará su primera década de vida apostando por un perfil distinto. Mientras en Los Ángeles los protagonistas serán los juegos, en Barcelona, (la ciudad que tomó el testigo de Gijón hace 4 años como hogar de la cita), las auténticas estrellas son los creadores.
La organización ha ido desvelando durante los últimos días el listado de nombres ilustres que tomarán la ciudad condal desde el 25 al 27 de este mes de Junio. Y el resultado es un elenco estelar de gente que sabe mucho de la historia de los videojuegos, y que todavía tiene mucho que decir en un sector tan cambiante como éste.
Con un marcado perfil profesional, Gamelab no es una de esas ferias a las que uno llega con una bolsa vacía esperando llenarla de merchandising y regalitos que criarán polvo en casa. En esta feria el valor añadido es el de las charlas y conferencias que los gurús del sector ofrecen a los asistentes. Además, en paralelo, un año más la Academia de las artes y las ciencias interactivas de España concederá sus premios, las “pulgas”, (en honor al personaje del primer videojuego hecho en España), a los mejores títulos del año con el sello Made in Spain.
Protagonistas de primer nivel
Entre los últimos nombres que se han confirmado para la cita, destaca el de Shuhei Yoshida, que recibirá el premio de honor de la Academia. Yoshida supervisa actualmente los estudios de desarrollo de SONY en todo el mundo, ha sido uno de los impulsores de la familia PlayStation y como productor, su firma aparece en juegos tan conocidos como “Gran Turismo”, “ICO”, “Uncharted” o “God Of War”. También recogerá su premio, en este caso el que le reconoce como una leyenda de la industria otro japonés, Yu Suzuki, creador de juegos tan revolucionarios como “Virtua Fighter” o el inolvidable “OutRun”, aquel arcade de carreras en el que pilotábamos en compañía de una chica rubia un Ferrari rojo.
Otros nombres que han confirmado su asistencia son, por ejemplo, Keiji Inafune, el creador de MEGAMAN, uno de los personajes más aclamados de la compañía CAPCOM y uno de los pilares de la saga “Street Fighter”. Con el aval de haber formado parte de los desaparecidos estudios Lucas Arts, veremos a Tim Schafer, unido siempre al clásico “Monkey Island”.
Álex Rigopulos gurú de los juegos musicales y padre de la conocidísima franquicia “Guitar Hero” charlará sobre la fusión del mundo musical con el de los videojuegos y veremos otra vez por las calles de Barcelona a Peter Molyneux, el desarrollador británico que después de proyectos como “Fable” ha dado el salto a los dispositivos móviles.
Los teléfonos y sus posibilidades como plataforma de desarrollo de juegos serán otra vez los grandes protagonistas con ejemplos como los casos de éxito de “Flappy Birds” o “Apalabrados” cuyo creador, Máximo Cavazzani podría desvelar por donde pasan sus planes de futuro.
Una auténtica pléyade de estrellas de un sector, el de la creación de videojuegos que cada vez ocupa a más jóvenes en España y que apunta a unas perspectivas de crecimiento más que interesantes de cara a los próximos años. Seguramente con menos ruido y menos focos que el E3, pero con un público y un objetivo distintos, Gamelab sigue dando pasos para consolidarse como una de las citas de referencia en el calendario internacional. Este 2014 cumple 10 años, y promete seguir creciendo.
Después de la pequeña travesía en el desierto que han sido los dos primeros meses del año, con la resaca de unas Navidades repletas de lanzamientos y con el desembarco de las consolas de nueva generación, por fin llegan títulos destacados para mejorar el catálogo de las máquinas next-gen. Si hace apenas una semana “Titanfall” caía del cielo a los jugadores de Xbox One para ofrecer acción a raudales en un espectacular multijugador online, ahora responde Sony con el primer gran exclusivo del incipiente catálogo de PlayStation 4.
Infamous Second Son es el tercer capítulo de la saga que los desarrolladores de Sucker Punch iniciaron en PS3 y aunque cambian muchas cosas, otras, sus virtudes siguen totalmente intactas. Ante nosotros un gran exponente del género “sandbox” de acción, o lo que es lo mismo, libertad total de movimientos y de acciones para que sigamos las misiones principales o las salpiquemos con otras secundarias en un entorno enorme y abierto. Como nos decía en el programa 3.0 de Radio 3 Extra el co-fundador del estudio Brian Fleming, había que mantener la personalidad del juego, pero adaptándose a las nuevas posibilidades jugables.
Ese entorno es la lluviosa y siempre húmeda ciudad de Seattle, siete años después de lo ocurrido en el anterior inFamous. Un espacio diferente y un protagonista también distinto. Delsin Rowe, un joven grafitero toma el testigo de Cole McGrath. A nuestro personaje le persigue lo que muchos verían como una bendición pero que para él, puede ser el peor de los castigos.
Delsin, (como Cole hacía con la electricidad), controla y maneja a su antojo de una manera innata las posibilidades del humo y pronto aprenderá otras como las del gas neón y otros elementos urbanos presentes en la ciudad. Ese don que le hace ser superior a los demás le traerá algunos problemas, por eso habrá que elegir un bando ponerse de parte del bien o del mal.
Héroe o villano, el quid de la cuestión
Como en los dos anteriores juegos de inFamous, parte de la gracia será escoger si queremos comportarnos haciendo el bien o no. En función de eso, nuestro personaje irá cambiando, sus habilidades también y el estilo y la velocidad del juego también. Seguramente este es el capítulo donde se aprecian más diferencias en función de nuestros actos y eso le da una gracia y unas posibilidades rejugables muy interesantes.
Esa dicotomía entre el bien y el mal rodeará también el argumento porque en el fondo el juego plantea el enfrentamiento entre un estado con mano de hierro que quiere controlar y aislar a los que son diferentes y un grupo de “bioterroristas” que aprovecha sus poderes para sembrar el caos y la destrucción. Nosotros, estaremos en medio y habrá que tomar partido.
El juego de “bueno” es más lento y preciso, mientras que el de “malote” resulta más frenético y vistoso, aunque también un poco más fácil y menos preciso. En cualquier caso lo bueno es poder probar una actitud y luego otra porque los acontecimientos cambiarán ligeramente.
El primer pelotazo de PS4
Aunque este juego no saca todavía ni de lejos el enorme potencial que esconde en su interior PS4, si es uno de los que más nos enseñan. Gráficamente y a pesar de algunas “caídas” que experimenta el motor, el juego es realmente espectacular.
Destaca la recreación de Seattle, una ciudad enorme y llena de detalles que podremos recorrer por el suelo y por las azoteas.
También está muy logrado el espectáculo pirotécnico que Delsin provoca a su paso, con los rayos que lanza, las estelas que salen de su cuerpo, los estragos que causan sus poderes…. Son alucinantes. Y destacaría una cosa más, los efectos realistas del agua y los charcos que pueblan la ciudad, sensacionales. También es muy bueno el doblaje al castellano lo que demuestra que estamos ante una apuesta importante por parte de Sony. Una apuesta que, eso sí, llega con un poquito de retraso porque éste, bien podría haber sido uno de los puntos fuertes del lanzamiento de PS4, pero bienvenida en cualquier caso.
Corría la década de los 80 y la industria del entretenimiento había descubierto que la pasión que los juegos electrónicos generaban en los jóvenes, podía ser un negocio muy lucrativo. Por aquel entonces la gente hacía cola a las puertas de los llamados salones recreativos. Las máquinas de matar marcianitos causaban furor y había que buscar la forma de llevar esa moda al terreno doméstico.
En abril de 1982 la compañía británica Sinclair apostó por una fórmula revolucionaria, un ordenador compacto, con una potencia sorprendente para la época en cuestión y que incorporaba un teclado compacto y un lector de cintas de casete. Lo bautizaron con el nombre de ZX Spectrum y nacía así uno de los ordenadores que cambió la historia de los videojuegos.
Esa potencia que por aquel entonces era algo casi descomunal, era de 8 bits que nutrían un microprocesador ZILOG Z80A, al que acompañaban 16 o 48 kas de memoria, según las configuraciones… Visto ahora, casi nos sonroja porque son cifras de otra época y que ahora supera ampliamente cualquier juguete tecnológico, pero hace 30 años, eran palabras mayores.
Aquel ordenador desató una auténtica fiebre por los videojuegos. Detrás vinieron propuestas muy parecidas con el sello de las principales compañías tecnológicas del mundo, (muchas japonesas). MSX, Amiga, Comodore… Palabras que tienen un significado muy especial y entrañable para todos los fans de una época que podríamos definir como la primera edad de oro de los videojuegos. Una edad de oro que en nuestro país tuvo sus propios exponentes, Opera, Topo, Dinamic. Eran los tiempos en que hacíamos videojuegos aquí que conquistaban toda Europa.
¿Y por qué hoy este ataque de nostalgia?... Pues porque la cultura del Spectrum sigue muy viva. Hay un importante movimiento de aficionados por la retro-tecnología que se reúnen, que discuten y que siguen programando para el Spectrum y para plataformas similares. Y eso, sin hacer mención del importantísimo fenómeno del coleccionismo que mueve millones cada año, porque hay muchos de aquellos juegos y equipos que son valorados como verdaderas piezas de museo.
Hoy os dejamos con la entrevista que hace unos días hicimos con la gente de www.elmundodelspectrum.com para el programa 3.0 de Radio 3 Extra. Con ellos hemos descubierto que más allá de emuladores y contracultura, el movimiento del Spectrum sigue muy vivo.
Ahora que llevo un mes y medio jugando con mi flamante Play Station 4 sin que haya ni un solo juego de los de la hornada de lanzamiento que haya conseguido emocionarme, echo la vista atrás y recuerdo las tardes enteras que pasé con mis amigos en casa de uno de ellos… Rafa tenía un flamante MSX, y allí, entre risas y meriendas, (y esperando lo que recuerdo como una eternidad mientras cargaban las cintas), descubrimos nuestra pasión por los videojuegos. Todo tiene un principio….
Hace justo una semana comenzábamos el repaso a los que para nosotros han sido los videojuegos más destacados del año. Hacer una selección siempre es complicado y más cuando la materia prima que se maneja es de gran calidad, (preguntadle a Vicente del Bosque...), por eso aquí hemos intentado dar cabida a todos los géneros y todas las plataformas para poder reflejar a todo tipo de usuarios. En el post anterior destacábamos a The Last Of Us, Grand Theft Auto V, Bioshock, Tomb Raider o NBA2K14 como lo más granado de un año lleno de lanzamientos.
Para hoy hemos reservado géneros que aglutinan a tantos seguidores como la velocidad, las plataformas o los juegos sociales. Las consolas de nueva generación han llegado un poco tarde para convertirse en los referentes, pero curiosamente es uno de los juegos que aparecen en exclusiva para una de las máquinas recién llegadas por el que vamos a comenzar. Abróchense los cinturones, agarren con fuerza el pad de control o si lo prefieren el volante porque vamos a comenzar a toda velocidad con la quinta entrega de una de las sagas más populares entre los amantes de la conducción. Pisamos a fondo y le damos al botón START...
FORZA MOTORSPORT 5 (Xbox ONE)
Los amantes de la velocidad están de enhorabuena porque 2013 ha sido un año con grandes juegos de coches. Pocos, es cierto, pero de gran calidad. Si tenemos que destacar uno nos quedamos con Forza 5, el juego más sólido que ha acompañado a XBOX ONE en su lanzamiento y seguramente el único que puede decir con merecimiento que es un juego de nueva generación. Un simulador realista, lleno de detalles, con un modo online envidiable y con una profundidad casi infinita. Digno de matrícula de honor.
Pero tampoco sería justo olvidarnos de la saga que inspiró a ésta y a otras muchas. Gran Turismo ha cumplido 15 años y para celebrarlo, SONY ha lanzado hace apenas unas semanas su Gran Turismo 6. Un juego enorme en todos los sentidos y que a buen seguro alargará la vida útil de muchas PS3, pero un lanzamiento un poco inexplicable porque habría sido un reclamo excelente para acompañar a PS4 en su advenimiento. ¿Error de cálculo o estrategia perfecta?...
RAYMAN LEGENDS (Ps3/Xbox 360/WiiU/PS Vita/3DS)
Toda una obra de arte hecha videojuego. Michel Ancel, el creador de este emblemático personaje es un artista de los que disfruta con cada creación y eso se plasma en sus videojuegos. El enésimo juego protagonizado por el simpático Rayman es un canto a la sencillez de planteamiento y a la eficacia. Un plataformas en 2D, un género que se ha revitalizado últimamente, frenético y lleno de sorpresas. Misiones en mundos coloristas repletos de imaginación, la mejor implementación de las peculiaridades táctiles de algunas consolas, (es un juego ideal para disfrutarlo en PS VITA o en WIIU) y un sinfín de extras.
El sentido del humor que destila y la personalidad de sus personajes lo convierten en un imprescindible para que puedan disfrutar de él desde los jugadores menos expertos hasta los más jugones, porque su apariencia esconde una dificultad considerable. Una recomendación disponible en todas las plataformas.
SUPER MARIO 3D WORLD (WiiU)
Siguiendo con el género de las plataformas, este año no podía faltar su gran valedor. Mario ha vuelto y lo ha hecho con un juego que se ha convertido en la mejor excusa para hacerse con una WiiU. 3D WORLD ha mezclado la esencia de todos los Marios y la ha condensado en un juego divertido, con mucha personalidad y del que poder disfrutar plenamente 4 jugadores simultáneos.
El mundo de las hadas está en peligro, y el fontanero más famoso junto con su hermano, la princesa Peach y la seta Toad, partirán al rescate. Misiones en entornos tridimensionales llenas de pasadizos, secretos, plataformas y enemigos. Todo con una curva de dificultad creciente y con la inestimable ayuda de los disfraces de Mario. A la seta, la flor y la estrella, se una uno nuevo, el de gato, que permitirá a Mario trepar por paredes, sacar las garras y moverse rápido como un felino. Un clásico moderno en estado puro.
ANIMAL CROSSING: NEW LEAF (3DS)
Ya que estamos con la factoría Nintendo, no me quiero olvidar del mejor juego para su portátil 3DS. Más que un juego, Animal Crossing fue desde el principio una red social en la que sumergirse para compartir la existencia de nuestro pueblo con todo el mundo. Pero con esta nueva entrega han dado un paso más. El juego en sí es un simulador social que ha atrapado a millones de personas en todo el mundo, pero Internet lo ha convertido en algo con vida propia.
Construir, compartir, regalar artículos a nuestros amigos, visitar sus pueblos y hacer de anfitriones en el nuestro… Todo circulando por la red con una fluidez envidiable. Que la apariencia colorista e infantil de los personajes no os engañe porque si os pica el gusanillo de Animal Crossing, da igual la edad, podeis acabar dedicándole horas y horas. Apto para todos los públicos y disponible solo en la portátil 3DS.
DIABLO 3 (Ps3/Xbox 360)
Para el final dejamos los juegos de rol. Más que meritoria la adaptación que Blizzard hizo de su Diablo III del mundo del PC al de las consolas. Tras varios retrasos y desmentidos por fin los usuarios de PS3 y XBOX 360 han podido disfrutar con uno de los mejores exponentes de este género que cuenta con millones de adeptos en todo el mundo.
Pese a la polémica suscitada por la adaptación al mando de un juego pensado para moverse con ratón y teclado, justo es reconocer que el resultado final ha sido más que correcto. Respecto a la historia, la eterna lucha entre el bien y el mal, los ángeles caídos y los magos que les hacen frente. Cinco categorías de personajes a elegir, combates en tiempo real, un buen cooperativo con hasta 4 jugadores simultáneos en una consola y evidentemente el plato fuerte del online. Los más puristas dirán que es un juego hecho para disfrutarlo en el PC y con las peculiaridades del PC, (como por ejemplo escribir mensajes de manera ágil con el teclado), y no les falta razón. Sin embargo tenerlo en versión de PS3 y XBOX 360 abre mucho más el abanico a un público más generalista que puede empezar a coquetear con este tipo de juego.
NI NO KUNI: LA IRA DELA BRUJA BLANCA (Ps3)
Muchos pensábamos que un juego así jamás llegaría a Europa, pero finalmente hemos podido disfrutarlo. Es un RPG al estilo clásico, un juego de rol con acción y combates por turnos y una estética anime digna de los creadores de obras maestras como “El viaje de Chihiro”. Si os gusta el mundo mágico y la manera de jugar de la saga Final Fantasy, éste debería ser un videojuego obligatorio en vuestra lista de deseos.
La historia es la de Oliver, un niño que deberá enfrentarse a un mago oscuro en un mundo mágico acompañado por unos duendes de lo más estrafalarios. La manera de hacerlo será recorrer enormes mapeados, luchar en mazmorras en combates por turnos al estilo de los juegos de Pokemon, (algunas criaturas tienen cierto parecido con Pikachu y compañía) y completar misiones secundarias para ganar puntos, dinero y experiencia que mejore nuestras cualidades. Gráficos de 10, y cinemáticas que podrían ser de una película de animación japonesa en la lucha por el Óscar. No hay otro juego igual en el catálogo de PS3 así que merece una oportunidad.
Despedida y cierre
Bueno, aquí dejamos este recorrido por algunos de los mejores videojuegos de 2013. Fuera de los destacados se han quedado grandes títulos como “Assasin´s Creed Black Flag”, alguno de los Zelda que Nintendo ha rescatado para sus consolas, los superventas como “Call Of Dutty” o la película interactiva “Beyond: dos almas” o el siempre efectivo “God Of War: Ascension”. Todos éstos también son grandes juegos, no cabe duda, pero por algún sitio hay que hacer el corte.
2013 ha sido un buen año para la industria de los videojuegos con títulos muy espectaculares, pero muchos de ellos han sido terceras, cuartas o quintas partes de sagas ya consolidadas. Esperemos que 2014 nos depare algo más de imaginación y alguna sorpresa para un público, el del videojuego, que es cada vez más exigente. Las nuevas consolas que acaban de llegar al mercado serán sin duda las grandes protagonistas y la lucha entre PS4 y XBOX ONE se antoja apasionante. Nos vemos en el próximo nivel.
He de confesar que el primer Assassin´s Creed me pareció un auténtico juegazo. Fue hace ya 6 años cuando Ubisoft consiguió darle una vuelta de tuerca al floreciente género de los llamados “sandbox”, que básicamente son aventuras que transcurren en mundos abiertos por los que podemos movernos con relativa libertad. Aquel primer capítulo de la saga que hoy nos ocupa sumergía al jugador en una época apasionante, la de las cruzadas, y lo hacía a partir de una trama elaborada y compleja y sobre todo gracias a una propuesta gráfica sin precedentes. Desde entonces, la franquicia no ha faltado a su cita anual con los jugadores, y eso hace que al final se acaben las ideas. El último salto en el tiempo nos lleva al Caribe en pleno siglo XVIII, a una tierra de piratas.
Es hora de volver a meterse en esa especie de máquina del tiempo que es el “Animus”. Esta vez, el viaje lo haremos encarnando a Edward Kenway, el abuelo de Connor, el que fuera protagonista en la entrega anterior ambientada en la fundación de los EEUU como nación. Es por tanto la primera vez que la franquicia retrocede en el tiempo porque hasta ahora, cada año el clan de los asesinos había hecho parada en momentos históricos siempre posteriores. Habíamos pasado por la época de las cruzadas, por el renacimiento en Italia, por la colonización de las Américas… y ahora nos enfrentamos a este nuevo reto.
Nuevo, pero no tan nuevo
En realidad, la novedad fundamental de AC IV, podríamos centrarla en la historia y en la ambientación que han elegido los desarrolladores. Pero el juego en sí, sus mecánicas, las acciones a realizar y el modo de enfrentarnos a los retos es básicamente el que vimos el pasado año. ¿Hasta qué punto merece pues la pena este nuevo Assassin´s?, la respuesta a esta pregunta tiene muchos matices porque siendo justos hay que reconocer que estamos ante la mejor entrega de la saga, la más sólida y la más completa. Pero también es verdad que resulta una prolongación de lo que ya habíamos visto.
Comenzaba el artículo recordando lo que me sorprendió el primer juego de Assassin´s. Éste en cambio no lo ha hecho. Me parece que supera en casi todos los aspectos al original, (dejando al margen los gustos sobre una u otra época de ambientación), pero han pasado 6 años y estamos jugando básicamente a lo mismo. Eso sí, quien no haya jugado antes a uno de estos títulos, está obligado a hacerlo porque encierra horas de diversión y de paso algunas clases de historia que nunca vienen mal.
Vive como un pirata
Los fans de las películas o novelas de piratas están de enhorabuena. Black Flag recoge uno por uno todos los guiños que conocerán perfectamente los aficionados a este mundo. Desde el principio podremos movernos entre ciudades reales de la época como La Habana, ganar oro a base de asaltos a buques rivales o realizando trabajitos, formando una tripulación que nos siga y que nos permita ser cada vez más poderosos…
Todo disfrazado de misiones principales y secundarias que encajan a la perfección. Muy buena es también toda la parte técnica. Los gráficos llevan a PS3 y a XBOX 360 hasta su límite, (incluso se detectan algunos problemas de frames y generación de fondos por lo espectacular de este apartado). Respecto a la versión “next gen”, que acompañará al lanzamiento de PS4 y XBOX ONE, poco podemos añadir salvo que el nivel de detalle es mayor y que luce mejor especialmente en las secuencias de batallas navales. Ese es uno de los puntos calientes del juego… Las batallas en el mar. A todos nos gusta gritar aquello de “al abordaje”, pero si se hace todo el tiempo acaba cansando. Las batallas se suceden una y otra vez cuando saltamos al mar en busca de una nueva misión o para alcanzar el siguiente escenario en forma de isla. Ya las vimos en la entrega anterior del juego, pero ahora se han convertido en una parte fundamental. A pesar de su gran espectacularidad, tienden a hacerse un poco repetitivas y hasta que no posees un barco con una tripulación suficientemente potente y tu habilidad ha ido en crecimiento, pueden saturar y resultar difíciles.
El mar es una de las tres partes en que podríamos dividir el juego. Las otras dos son la selva y las ciudades. Las enormes zonas de selva resultan muy vistosas, y las misiones en ellas, más ágiles y dinámicas. Por su parte, las ciudades son recreaciones perfectas de ciudades coloniales, con un cuidadísimo gusto por el detalle, con torres a las que poder subirnos para ir recargando el mapeado del Animus, (un clásico de la saga), y la que personalmente considero la parte más entretenida del juego con esa mezcla de acción y sigilo tan característica.
Añadamos a la ya de por si larga aventura principal un modo online que se asemeja al de la última entrega y que alarga la vida del juego y tenemos el Assassin´s Creed más completo de todos, pero también el menos sorprendente. Un gran juego al que le falta savia nueva. Suponemos que el salto a la próxima generación también supondrá al año que viene un replanteamiento por parte de Ubisoft, porque nuevos soportes ofrecen también nuevas posibilidades. Si no, la saga AC corre el peligro de convertirse en una de esas que año tras año añade un número más al título principal y que aprovecha la inercia para vender. Ahora bien, justo es reconocer que es el mejor juego de piratas que hemos visto en mucho tiempo así que los fans de este tipo de historias, pueden disfrutarlo mucho. Apto para mayores de 18 años surca los mares en ésta y en la próxima generación de consolas.
El del cine y el de los videojuegos son dos mundos que han caminado de la mano en los últimos años. Sin embargo, a diferencia de dos rectas paralelas que nunca llegan a tocarse, estas dos industrias del ocio si lo han hecho. La gran dominadora del siglo XX, el cine, ha coqueteado en multitud de ocasiones con la informática, los nuevos desarrollos, la animación, el 3D y ha buscado explotar el tirón comercial de algunos personajes de videojuego, para crear películas con taquilla segura, (lástima que en la mayoría de casos el resultado haya sido más que cuestionable). Por su parte, la más joven que se desperezó en los albores del XXI, los videojuegos, ha explotado licencias del cine con juegos generalmente flojos, ha exprimido las cinemáticas al máximo hasta ser parte esencial de un buen título y ha coqueteado con técnicas como la captura de movimientos y rostros de actores conocidos. Sin embargo, el cine era cine y los videojuegos eran videojuegos y todos teníamos claro de que se trataba cada vez. Pero esos caminos que estaban condenados a entenderse han confluido por fin en un videojuego que parece una película o una película que puede jugarse.
Lleva por título “Beyond, dos almas”, (“Beyond, two souls” en inglés) y es el último trabajo del estudio Quantic Dream y de uno de esos creadores con sello de artista, David Cage. Vaya por delante que las películas interactivas existieron hace años, (con un dudoso éxito), y que en el mundo del videojuego hemos visto intentos similares a éste con anterioridad. El mejor ejemplo es el trabajo anterior de David Cage, también para la consola de Sony llamado Heavy Rain. Sin embargo no se había alcanzado una cota de realismo como ésta, y no se había contado con un despliegue con actores del renombre del señor Willem Dafoe.
Un guión sobrenatural
Durante la entrevista que mantuvimos con David Cage hace unas semanas para el programa “3.0” de Radio 3 Extra, el líder de Quantic Dream insistió una y otra vez en calificar su criatura como una aventura interactiva. Un viaje, donde el jugador se adentra para acompañar a la joven protagonista interpretada por Ellen Page sin misiones, tiempos de carga o puntos de guardado. La historia evoluciona, nosotros somos testigos y tomamos decisiones, acertamos o cometemos errores, pero la acción no se detiene ni se repite. La historia será diferente si tomamos una u otra determinación dando a un lado del mando o al otro y ese camino, el que hemos tomado nosotros, nos conducirá hasta uno de los 23 finales posibles.
La historia, sin desvelar demasiado porque es el punto fuerte del juego, se centra en la vida de Jodie, una joven que desde niña tiene el don de poder comunicarse con una entidad sobrenatural llamada Aiden. Una especie de ángel de la guarda que la protege y la ayuda, pero que también la meterá en más de un problema. (En todo momento podremos ir cambiando entre la chica y el espíritu con quien podremos movernos libremente y hacer pequeñas interacciones). Acompañamos a Jodie durante casi 15 años de su vida y en este tiempo pasaremos por momentos de mucha acción y una trama que se irá complicando hasta el infinito.
Lo que ocurre es que esa teórica libertad se ve supeditada siempre a una historia lineal que está trazada de antemano. Nuestras pequeñas o grandes decisiones, como tomar un camino u otro, escondernos o atacar a un enemigo, socializarnos o no con otros chicos de nuestra edad, acabarán teniendo un resultado muy similar… Puede que incidan de alguna manera en el final del capítulo, pero no tanto en la conclusión del juego, aunque recuerdo que tiene 23 finales preparados para que lleguemos a ellos como en aquellos maravillosos libros de “elige tu propia aventura”.
Técnicamente, una maravilla
Gráficamente estamos ante un ejercicio soberbio. La recreación de los personajes, entornos, escenarios y demás, es maravillosa. Incluso me atrevo a decir que supera a algunos juegos de la próxima generación de consolas que ya hemos podido ver. Un alarde técnico que precisamente se sustenta en el hecho de estar todo en cierto sentido fijado de antemano, ya que aquí no podremos movernos por entornos abiertos como los de GTA ni tan siquiera por espacios acotados como en otros juegos estilo The Last Of Us. En cualquier caso, muchas veces dan ganas de soltar el mando y quedarte mirando a la pantalla como si de una película convencional se tratase.
David Cage insiste siempre en que para conseguir esta cota de realismo era necesaria la participación de actores de carne y hueso que durante muchos meses estuvieron rodando en un escenario especial repleto de cámaras y sensores de movimiento. A ese dominio gráfico añadamos un doblaje al castellano digno de cualquier serie de éxito, con voces reconocibles y bien empastadas y tenemos la factura técnica que se espera de un título de estas características.
El control, polémica a la vista
Sin embargo, aquí llega el gran quid de la cuestión. ¿Resulta divertido?... La manera de interactuar con el juego es con un pequeño puntero blanco sobre algunos objetos y pulsando los botones cuando se despliegan opciones concretas. Hay momentos de acción en los que nos enfrentamos a los ya famosos Quick Time Events, es decir esas pruebas de habilidad de pulsar un botón concreto en un momento adecuado y poco más… Si el jugador entra en la experiencia y se deja llevar por la historia, bien, pero en un momento repleto de títulos de acción, de juegos con mundos abiertos a lo GTA, y de una generación que empieza a recuperar el gusto por las plataformas, no se si esta fórmula de juego “relajada” o no tan participativa, puede llegar a cuajar.
Añadamos que Quantic Dream, como declaración de intenciones y dejando claro que se dirige a un público diferente al que aporrea los mandos de control en Call Of Dutty o en Uncharted, ha desarrollado también una aplicación para móviles Android o IOS, que permite jugar directamente con el teléfono, dándole a BEYOND un toque todavía más “casual” del que ya de por sí podría tener.
Puede valer como conclusión… “Beyond, dos almas” es un prodigio técnico, una gozada visualmente hablando, pero igual que ocurrió con “Heavy Rain”, a un servidor se le queda corto en la categoría de juego. Eso sí, quien busque una película interactiva, esto es lo más parecido que hemos visto en años y con unas cotas de calidad técnica sorprendentes. Aparece exclusivamente en PS3 y tiene una calificación de apto para mayores de 16 años. ¿Videojuego o película?... que cada cual decida.
En la recta final de la
presente generación de consolas, parece que los estudios de desarrollo están
echando el resto para que los jugadores no se olviden de que a las máquinas que
ahora ocupan el salón de casa, todavía les queda algo de vida por delante. En
los últimos meses estamos viendo como llegan títulos realmente interesantes
hasta nosotros, y eso pasa por una oferta de juegos espectaculares técnicamente
y por otros, que sin llegar a esas cotas de grandilocuencia, son apetecibles
por su originalidad.
“Puppeteer” es uno de estos
últimos. Desarrollado por los estudios de Sony en Japón, (los mismos que
firmaron rarezas tan divertidas como Ape Escape), han dado una vuelta de tuerca
al siempre efectivo género de las plataformas. Que nadie se engañe, es un
simple juego de avanzar, saltar, derrotar a enemigos y superar niveles
cerrados… pero lo han envuelto con un esmero tal, que estamos ante una obra
digna de subir a un escenario.
Lo primero que sorprende de
“Puppeteer”, (titiritero en inglés), es la deliciosa ambientación. El juego
transcurre en un teatro, en el escenario de un teatro de marionetas y tooda la acción se desarrolla como si fueran los actos de una función de marionetas para niños. Bueno, para niños y no tan niños, porque el argumento mezcla elementos
de tragedia griega con los fundamentos más básicos de las obras de Shakespeare.
Como carta de presentación, ya es rompedora porque lo de mezclar el mundo de
los teatros con el de los videojuegos, no es algo habitual, pero si lo
interpretamos como una licencia creativa, le cogemos el gusto rápidamente.
El juego, como digo,
transcurre sobre el escenario, y el público, (al que escuchamos en todo
momento), reacciona ante lo que pasa en pantalla, aplauden o se asustan en
función de nuestras acciones. Unas acciones que a veces, estarán iluminadas por
los focos y otras, un poco más perdidas como si fuera un plano de conjunto.
Una historia de cuento
Nuestra misión es meternos en
la piel de Kutaro, o mejor dicho, en su cuerpo inerte hecho de trapo y cartón,
(porque como todos los personajes, somos una marioneta al más puro estilo
Little Big Planet). Kutaro es un niño al que el malvado rey Oso-Luna, un tirano
oso de peluche que se ha hecho con el poder por un golpe de estado en toda
regla, ha arrancado la cabeza.
Eso de arrancar la cabeza y
de tirar las almas a la basura, es algo que el malísimo rey Oso-Luna hace con
todos los niños del mundo, pero con Kutaro, se ha equivocado porque ayudados
por un gato de tela llamado Ying Yang y en compañía de una vieja bruja poco
fiable, vamos a ir en busca de nuestra cabeza, y vamos a acabar con el tirano.
Como veis, la historia bien podría ser la de un cuento infantil que aquí han
dividido en 7 actos teatrales a modo de mundos, con 3 telones en cada uno que
son los niveles y misiones.
Como Kutaro no tiene cabeza,
el primer objetivo será buscar una y ese es uno de los alicientes del juego
porque podremos recoger e intercambiar decenas de cabezas, cada una con unas
propiedades concretas que nos ayudarán a superar los niveles y encontrar
secretos. Además, tendremos como arma unas tijeras mágicas que nos permitirán
cortar y trepar por los escenarios, rasgar las telas de los trajes de las
marionetas enemigas o escalar por las zarzas y ramas de los bosques encantados.
Un cuento muy bien ilustrado
La mecánica de juego es
simple, un plataformas 2D sobre niveles bien diseñados y con apariencia
tridimensional, y de hecho, eso, la simpleza de juego y el ser algo repetitivo
en su mecánica, es el apartado más negativo. Sin embargo, lo que más nos ha
gustado es el toque artesanal de los gráficos. “Puppeteer” es una verdadera
maravilla estética. Todos los personajes son marionetas, están hechos con
materiales como cartón, telas, plástico, y esa es la sensación que aportan.
Además, la estética con la que han impregnado a todo el juego nos transporta de
inmediato a un mundo onírico, fantástico, como de fábula.
Los escenarios, que cambian y
se mueven y destilan vida por todos lados, nos llevarán desde las cocinas y
aposentos del castillo del rey Oso-Luna, hasta un bosque encantado o un
cementerio… todo con un puntito tétrico que, perdón por la osadía, me ha
recordado mucho a los universos oníricos de las películas de Tim Burton.
Mención aparte para los jefes
finales de cada nivel, los sempiternos monstruos como un espectacular tigre
gigante, o el propio oso de peluche que es el enemigo final. Todo está recreado
con un gusto exquisito, y en ocasiones, hasta se ven o se intuyen los hilos que
moverían bruscamente las marionetas, aunque nunca sepamos quien mueve esos
hilos.
La excesiva linealidad que es
algo que a los nostálgicos nos gusta pero que suele penalizarse en estos
tiempos y una mecánica un poco repetitiva, son lo peor de un juego, que en líneas
generales nos ha gustado especialmente por su apariencia gráfica y por un toque
“entrañable”. Cuenta con un excelente doblaje al castellano, con un tono muy
teatralizado y con un montón de vídeos y escenas cinemáticas que salpican la
acción, (a veces incluso demasiado). Con calificación de apto para mayores de
12 años, aparece únicamente en PS3 y es la demostración, junto a otros títulos
recientes como Rayman o Donkey Kong, de que las plataformas, no pasan de moda.
No lo camuflemos con
eufemismos. Éste era el título más esperado de la actual generación de
consolas, uno de esos productos culturales que traspasa las fronteras del
videojuego porque por un motivo u otro, todo el mundo acaba hablando de él. He
estado buscando algún adjetivo que describiera las dimensiones de la última
creación de ROCKSTAR, y al final, he tenido que rendirme a la evidencia y echar
mano del término “faraónico”.
Cinco largos años de trabajo,
varios retrasos, más de 200 millones de presupuesto, el juego más grande y
ambicioso jamás creado… Y eso, hablando únicamente del modo para un jugador
porque todavía no hemos podido ponerle las manos encima al anunciado
“multiplayer”. Es el colofón para una saga que ha sabido explotar como pocas la
polémica y el marketing. Esperan vender 25 millones de copias en todo el mundo.
Aunque tal vez las previsiones se queden cortas.
Libertad y variedad en un universo vivo
GTA es y siempre será el
paradigma de un género conocido como “sandbox”, entornos tridimensionales
abiertos que el jugador puede recorrer con total libertad de movimiento y de
acción. O lo que es lo mismo, juegos que nos ofrecen un desarrollo totalmente
libre o que al menos consigue esa sensación.
Como telón de fondo esta vez,
la ciudad de Los Santos y el enorme condado que la rodea, un territorio lleno
de pantanos, playas, bosques, zonas ocupadas por granjas y grandes extensiones
de tierra cultivada. La zona urbana, podría parecerse a una gran urbe de la
costa oeste de los EEUU, y si hay que ponerle un nombre real a esta ciudad
inventada, ese es Los Ángeles. ¿Y qué puede hacer uno en la vida real en Los
Ángeles?, pues casi de todo, así que para su recreación virtual, los
programadores apostaron por lo mismo, un universo casi infinito de
posibilidades.
Tomando como base la
estructura tradicional de misiones, encargos, carreras y eventos puntuales que
ayuda a dar cierta coherencia a la trama argumental, la voluntad del jugador es
la que manda, pudiendo alterar los acontecimientos a su antojo y derivando la
vida de los 3 protagonistas principales hacia un punto u otro. Podremos pasear,
hacer negocios más o menos lícitos, viajar y comprarnos una casa para pasar
nuestro tiempo libre, o podremos meternos hasta arriba en lo más turbio de la
sociedad para prosperar entre los “malos” más malos que podamos imaginar. Las
herramientas están ahí y ahora depende de cada cual como utilizarlas.
Una de las cosas más
sorprendentes de este GTA V es que los entornos están realmente vivos, la
ciudad tiene más tráfico por la mañana y menos de noche. La gente que se ve por
las calles es distinta.
También abruma la cantidad de
vehículos que podremos manejar, desde coches, (todos los que veamos a nuestro
alrededor serán susceptibles de ser cogidos), hasta avionetas, motos de agua,
paracaídas, helicópteros… e incluso alguna sorpresa estrafalaria que no
desvelaré pero que hará esbozar más de una sonrisa.
3 protagonistas mejor que uno
Es la gran innovación que
aporta al género y a la saga, la posibilidad de cambiar de personaje en tiempo
real dentro o fuera de las misiones que estamos desarrollando. El argumento de GTA V, es tan grande que no
cabría en una sola historia, así que los chicos de ROCKSTAR apostaron por
triplicar los puntos de vista. Esta vez, no controlaremos a un único capo de la
mafia o a un sicario a sueldo con ínfulas de grandeza. Esta vez, manejamos a
tres personajes muy diferentes que tienen en común una cosa, quieren crecer en
el mundo del crimen y lo van a hacer de la mano.
Michael podría recordar al
capo de los Soprano, al gran Tony. Con un nivel económico más que respetable,
trabajó durante años como chivato para la policía, pero tiene alma de “chico
malo” y ansía dar un gran golpe. Franklin
es un pandillero de barrio que ha tocado fondo y que sólo puede mejorar, quiere
salir de las alcantarillas y sabe como hacerlo, únicamente necesita a alguien
que le eche una mano. Y Trévor… bueno,
Trévor es diferente. Sin duda es el personaje más
potente del juego, un peligro andante, un tipo inestable capaz de lo peor que
puedas imaginar que aliña su vida con todo tipo de drogas y con una especie de
trastorno bipolar que de vez en cuando hace saltar por los aires todo lo que
tiene alrededor. Suyas son algunas de las frases más contundentes y divertidas
del juego.
En todo momento podremos
saltar de un personaje a otro, aunque en muchas ocasiones estarán colaborando.
Pero esas percepciones diferentes de la misma realidad, dotan al argumento de
GTA V de una riqueza mucho mayor a la de los anteriores.
Derroche técnico
Gráficamente espectacular, el
trabajo de los desarrolladores ha llevado al máximo a la actual generación de
consolas. Hay fallos, sí, y en algunos casos la conducción de vehículos o los
saltos de algunos edificios resulta un poco brusca, pero es un detalle que
podemos pasar por alto si tenemos en cuenta que apenas hay tiempos o momentos
de carga y que todo se mueve con fluidez. Sin duda, se ha llegado al techo de
las máquinas actuales.
Respecto al sonido, la de cal
es una excelente banda sonora, como acostumbra la franquicia, con más de una
decena de emisoras de radio que podremos encender al subir a un coche con
géneros de lo más dispar, desde la electrónica al country. Un lujo. Como lo
sería poder escuchar las voces dobladas correctamente al castellano, pero en
eso ROCKSTAR sigue poniendo patente de corso y no deja que sus títulos se
doblen para no perder la personalidad del original. A cambio, todos los
diálogos están subtitulados al castellano.
Contadas todas sus virtudes,
vayan también algunos defectos. Diré a título particular, que este género de
juegos me parece tan inabarcable que acaba abrumando a quien se pone delante y
que requiere de tantas horas que nos perdemos detalles por no poder
dedicárselas. Su dinámica puede resultar algo caótica en algún momento y eso
también habría que anotarlo en el debe del guión, que es algo confuso y que
echa mano con demasiada alegría de tópicos relacionados con el mundo de la
mafia y las bandas. Pero esa es la esencia de GTA, en la caja pone bien claro
que es un juego apto sólo para MAYORES DE 18 AÑOS, así que, por favor, que
ningún padre se escandalice si desconoce con que clase de material juegan sus
hijos. En cualquier caso, ya sabemos que la polémica vende, y de que manera.
El nuevo Grand Theft Auto está
ya disponible en todo el mundo, a pesar de que hace unos días algunas tiendas
se adelantaran provocando un revuelo considerable. En formatos de PS3 y XBOX
360, puede ser el último gran juego de la presente generación. Un juego
descomunal para mayores de 18 años.
En un momento en el que lo
habitual en el mundo del videojuego son las apuestas seguras e ir añadiendo
número tras número a sagas consolidadas, no viene mal un soplo de aire fresco.
Estos días llega a las tiendas, en versión de PS3, XBOX 360 y PC, uno de esos
juegos que no están hechos para todos los públicos. Y lo digo por el contenido,
el planteamiento y la estética, pero también por su propia concepción de juego.
“Killer is dead” es la nueva
gamberrada salida de la maquiavélica mente de Suda 51, o lo que es lo mismo, el
desarrollador japonés Goichi Suda. Su talento encaja en muchas líneas de la
postmodernidad que vienen desde Japón y que ha explotado como pocos el anime y
la ciencia ficción. A medio camino entre un cómic animado y un capítulo de Kill
Bill, llega este videojuego que algo nos ha recordado a otros trabajos suyos
como “Killer 7” o “No more heroes”.
Para una selecta minoría
Vaya por delante que no hemos
escogido este juego para comentarlo porque sea uno de los más importantes que
llegan después de la sequía veraniega, eso sería faltar a la verdad, sino por
sus particularidades, porque es una rareza.
Ante el jugador, se dibuja,
(y nunca mejor dicho porque Grasshopper Manufacture, el estudio responsable del
videojuego, ha optado por emplear la técnica del cell shedding), una aventura
de acción en tercera persona llena de violencia, referencias oníricas, mundos y
personajes imposibles y mucha imaginación. El protagonista, Mondo Zappa, es un
tipo siniestro y oscuro pero al que se le da de maravilla manejar la katana y
rematar a los enemigos con ayuda de su brazo biónico. Un buen día, recibe una
oferta de trabajo procedente de una organización gubernamental llamada, como el
propio videojuego, KILLER IS DEAD y entonces, comenzará nuestro viaje.
A lo largo de 12 niveles que
coinciden con los “encarguitos” de la organización, iremos saltando en el
tiempo y conociendo cada vez más cosas de su pasado… o menos, porque la
historia es tan compleja, enmarañada y surrealista, que es fácil perderse. El modo de avanzar es bastante
lineal, en cada nivel tendremos que ir avanzando y golpeando hasta llegar al
jefe final, un enemigo más grande y más fuerte al que venceremos si acercamos
con la estrategia. Nada revolucionario. Tampoco lo son las misiones
secundarias, a excepción de unas llamadas misiones de “gigoló” en la que hay un
toque picante propio del manga japonés y donde lucirán espectaculares señoritas
a las que deberemos seducir.
No hay mucho más que contar,
salvo que si uno se deja llevar por la propuesta estética y argumental, puede
disfrutar de un buen juego de acción. Gráficamente es muy interesante y posee una banda sonora contundente y muy bien aprovechada. Las voces, en inglés o japonés, con textos en castellano. Un título para los que gustan de probar
cosas distintas a los shooters del momento o a los superventas títulos de
fútbol. Por supuesto, la recomendación que aparece en la caja por su contenido,
es de apto para mayores de 18 años. En un par de palabras, tal vez, éste sea el
juego al que esté jugando ahora Quentin Tarantino.
El estudio californiano
Naughty Dog, se ha convertido por méritos propios en uno de los pilares
fundamentales del éxito de la familia Play Station. Sus títulos han acompañado
a las consolas de Sony desde la primera “play”, alcanzando con el paso de los
años unas cotas de excelencia dignas de admiración. A estos programadores les
debemos personajes como Crash Bandicoot o Nathan Drake, el aventurero
protagonista de la inconmensurable saga UNCHARTED. Esta vez, y para la obra que
pone broche de oro a la actual generación de consolas, los desarrolladores han
apostado por una extraña pareja de supervivientes, Joel y Ellie, y por un mundo
sumido en la desesperanza. La humanidad agoniza, y sólo hay dos alternativas
rendirse o luchar por sobrevivir.
“The last of us” es la
culminación, el cénit de la presente generación de consolas. Sin entrar en
disquisiciones sobre diferentes géneros, seguramente estamos ante el mejor
juego que ha corrido sobre la PS3.
Una aventura de supervivencia que mezcla géneros como la acción, el sigilo, la
investigación y los puzzles y que al final acaba configurando un estilo propio
como nos contaban sus desarrolladores en una entrevista con el programa “3.0”
de Radio 3 Extra. Que nadie se deje llevar por las apariencias y por los
precedentes sentados por Uncharted, porque aquí, las carreras, persecuciones y
tiroteos no son los protagonistas. Esta vez, cada bala cuenta, y habrá que
pensarse muy mucho cuando utilizarla.
Sobrevivir juntos, o morir solos
En un futuro próximo, un
virus procedente de un hongo que existe realmente en la naturaleza, provocará
la mayor pandemia que la humanidad haya podido afrontar. Un virus capaz de
destruir en pocos años lo que ahora conocemos como nuestro mundo. Ese virus
convierte a los afectados en algo parecido a zombis voraces y sin alma… pero
los supervivientes son, si cabe, todavía más peligrosos y dañinos.
Nosotros manejaremos a Joel,
un superviviente, un luchador que conoció lo que fue el mundo antes de la infección.
Pero no estaremos solos. Junto a nosotros, en todo momento, Ellie, apenas una
niña que nació en uno de los campos de refugiados y que no conoce otro mundo
más allá de este plagado de desesperanza y sufrimiento. Una extraña pareja con
la que emprenderemos un camino que nos llevará a cruzar los EEUU de lado a
lado, en busca de respuestas a nuestras preguntas y en busca también de alguna
razón que nos motive a seguir adelante.
El argumento, nos recuerda
inevitablemente a referentes como la exitosa serie televisiva “The Walking
Dead”, al sobrecogedor relato de Cormac Mccarthy “La carretera” o a películas
como “Soy Leyenda”. Quien acepte el reto, tendrá ante si más de 15 horas de
aventura, en las que la tensión y la angustia serán las grandes protagonistas.
La ambientación es uno de los
puntos fuertes del juego, con unos gráficos alucinantes que recrean hasta el
más mínimo detalle un mundo completamente destrozado. Las plantas crecen a su
antojo y rompen el cemento de las ciudades, los edificios e interiores muestran
la precipitada huida a ninguna parte de quienes en su día los poblaron… A todo
esto hay que añadir, y con mención especial la banda sonora, obra del
compositor Gustavo Santaolalla, que recuerda a composiciones donde reina el
desasosiego como las que acompañaron las historias de la película “Babel”.
Cada bala, cuenta
“TLOU” es un juego difícil,
que requiere de buenas dosis de paciencia por parte de quien quiera superarlo.
Tendremos que medir bien cada bala, porque la munición brilla por su ausencia.
La tarea fundamental que deberemos acometer es explorar los enormes escenarios
en busca de elementos que nos ayuden a construir armas, de víveres para poder
seguir adelante, o de ese objeto que es necesario para abrir una puerta o
alcanzar un saliente y así poder seguir con nuestro camino.
El desarrollo no es para nada
frenético, aunque en momentos puntuales debamos correr para escapar de los
infectados. Lo que más tiempo nos llevará es decidir que estrategia utilizamos
para acabar con algún enemigo, porque no siempre recurrir al combate será la
mejor elección. Además de las misiones en exteriores, como en los suburbios de
ciudades como Boston, nos toparemos también con zonas oscuras, como un
instituto o el interior de una central eléctrica, y en esos casos será
necesario echar mano de la linterna, en un claro homenaje a los grandes del
“survival horror” como Silent Hill.
A la sensación de huida
permanente que transmite el juego contribuye también el guión, con la presencia
de grupos de supervivientes enfrentados como si fueran ejércitos o guerrillas y
la relación que se va forjando entre los dos protagonistas. Añadamos a todo lo dicho algunas opciones multijugador
que desde el comienzo del desarrollo fueron una incógnita, y tenemos ante
nosotros un juego más que recomendable. Una aventura con elementos de muchos
géneros que acaba conformando uno propio. Un título exclusivo para PS3, con la
calificación de apto para mayores de 18 años, con un aspecto y una banda
sonoras excelentes y que pone el broche de oro a la actual generación de
consolas antes de que a finales de año, las nuevas PS4 y XBOX ONE nos seduzcan
por completo
Todavía recuerdo cuál fue la primera consola que entró en casa... Una ATARI 2600 con la que muchos descubrimos por primera vez que cerca de éste, hay otros universos, aunque sean virtuales. Ahora, los videojuegos son una industria más que consolidada, están muy lejos de ser un juego de niños y atrapan por igual a los nativos digitales y a los que entramos hace tiempo en la treintena. Para unos y para otros, "Vidas Infinitas" es un blog pensado para hablar de las novedades que aterrizan en este mundo. Si te atreves, pulsa el botón START.
Manuel Martínez es el director de 3.0, en Radio 3 Extra.