El paraíso
jueves 27.nov.2014 por Carolina Jaque 5 Comentarios
Lamento haber tardado tanto en escribir, pero… he estado en el paraíso.
Desde dos semanas después de llegar a Manila estaba deseando salir de ella. Sé que suena fatal, pero es verdad. Tenía muchas ganas de ir a la playita, relajarnos un poco… Como ya he comentado, es una ciudad dura, por la polución, por el tráfico, por el ruido… Quería conocer uno de los mejores aspectos de vivir aquí, sus alrededores. El primer mes lo dedicamos, sin embargo, a habituarnos a estar aquí, sólo el cambio horario nos costó una semana, después dedicamos los fines de semana a ir a la piscina, a conocer a algunas personas, a comprar un coche, etc. Los tres fines de semana siguientes, cuando empezamos a pensar en hacer una escapadita, fue nuestro cuerpo el que requirió de adaptación. Nos pusimos malos, primero los niños, luego los mayores. De hecho tengo que decir que creo que la adaptación de nuestro organismo todavía no es completa, el estómago no termina de habituarse, nuestros ojos se ponen rojos al final del día (imagino que por la polución), y la piel de la pequeña sigue teniendo puntitos provocados por el sudor.
Pero por fin la semana pasada parecía que estábamos preparados. Y he de decir que la espera mereció la pena. Casi por casualidad nos enteramos de que la empresa de mi marido tiene un convenio con unos resorts que hay en uno de los lugares más bonitos de Filipinas, El Nido. Los precios eran desorbitados, pero con el descuento no salía más caro que irnos un fin de semana desde España a otra ciudad europea en avión. Estábamos hablando de ir a uno de esos hoteles cuya foto tiene la gente de salvapantallas, a esos a los que se va de luna de miel, esos que siempre habían estado a miles de kilómetros de casa, esos que siempre miras como quien mira un sueño.
Pues bien, el martes preguntamos por la disponibilidad y el viernes estábamos volando en un avión de hélice con 60 personas a bordo tras enseñar nuestras tarjetas de embarque de madera.
Ni que decir tiene que el fin de semana fue espectacular: paseo en kayak por los alrededores del resort, visita a una pequeña isla desierta donde estábamos solos los 6 miembros de la excursión, snorkeling para ver corales, peces payaso, peces loro y de todos los colores… Desde las escaleras que bajaban de nuestra habitación al agua podíamos ver los peces sin ni siquiera meter la cabeza, de hecho desde la terraza de la habitación podíamos verlos saltar en el agua con sus lomos plateados reflejando el sol. Hasta nos hemos animado con el buceo y hemos hecho una primera inmersión. Genial estar totalmente rodeado por un banco de peces que nadan hacia quien sabe donde. Impresionante.
Pero quizá lo que más me ha impresionado y me ha hecho pensar ha sido estar en una isla enana, llena de vegetación hasta el agua, con mariposas enormes, lagartos que tratan de recuperar su espacio, una playa a 10 minutos del resort totalmente desierta (la del resort es desierta, sí, pero tiene sus hamacas y está al lado del bar, en la otra no había nada), y al mismo tiempo tener aire acondicionado, agua caliente, señal de móvil y a veces hasta de Internet. Digo que es de lo que más me ha llamado la atención, no lo que más me ha gustado. Simplemente me ha hecho pensar que claro que es caro, cómo no lo va a ser. Han llevado hasta allí (donde la profundidad del agua en el embarcadero del resort no creo que llegue a los dos metros) todo el material para construir aquello, estás en una isla como la de la película de El Náufrago y tienes todas las comodidades. Es increíble.
Sobre el impacto ambiental. Lo tiene, claro que lo tiene. El resort es bastante ecológico, tenían mucho cuidado con los deshechos, con la limpieza del agua, con no hacer daño a los corales ni al entorno, pero aún así, algún impacto tiene para los animales que en su islita desierta construyan 50 habitaciones, un restaurante, pongan una antena satélite, etc. Eso sí, tratan que el impacto sea el menor posible.
Otra de las cosas que me ha encantado del fin de semana ha sido el recorrido en furgoneta. Al principio lo vi como una desventaja. Sin darnos cuenta, habíamos elegido el resort que estaba más lejos del aeropuerto, había que hacer una hora y media de coche para llegar a un puerto en el que coger un barco para navegar hasta la isla. Ahora me alegro del recorrido. Me ha gustado ver los campos verdes, la vegetación casi selvática, las plantaciones de arroz, las lonas de plástico en las que lo ponen a secar, no ya al lado de la carretera sino en la carretera, ver las casas típicas, las canchas de baloncesto por todas partes…
En resumen, ha sido uno de esos fines de semana que es difícil olvidar y del que no te cansas de enseñar las fotos.
Ivan V. dijo
Absolutamente genial lo de las tarjetas de embarque de madera. Le doy un 10 a la idea.
MaRia Segovia dijo
Que bonito! Ya os tocaba!
Lorena Rengel (Málaga) dijo
Qué pasada de viaje y experiencia!!, vivir son dos días, espero qué acumuleis miles de recuerdos bonitos como estos y fotos para darnos envidia a los demás ;). Muchos besos "familia trotamundos"
carlos dijo
Me imagino lo maravilloso que debe ser El Nido , el mar , los peces y todo .La mayoria seran turistas pero nos podrias contar como son los del lugar.
Aqui swguimos con las sucias carpas del retiro que tambien tienen su aquel
Perrine dijo
Vaya experiencia !
tengo compasion por de internet :))
Que os vaya bien ! un abrazo muy fuerte de nosotros y Hugo manda a tus ninos un beso muy fuerte.