Las vueltas que da la vida
martes 16.jun.2015 por Carolina Jaque 4 Comentarios
Mi vida, nuestra vida, ha pegado un vuelco de 360 grados en los dos últimos meses. De pleno verano en Manila, recién llegados de un maravilloso viaje a Japón en Semana Santa, a plena primavera en Madrid, a nuestro hogar sin hogar. Después de varias semanas sin escribir, mis siguientes entradas en el blog iban a ser un balance después de seis meses viviendo en Filipinas y las impresiones de esa visita al país del sol naciente. Ahora, escribo sobre los sentimientos al ver cómo los planes se desmoronan, sobre cómo es eso de asentarte en tu ciudad y sobre el gusto de estar rodeado de la gente de siempre.
Por circunstancias de la vida, tres días después de volver de Japón y con la ropa recién salida de la lavadora, me encuentro haciendo de nuevo las maletas para irnos, en principio un par de semanas, a España.
Tanto Madrid como Málaga nos dieron la mejor acogida, la familia, los amigos, pero también las ciudades, nos dedicaron sus mejores sonrisas, nos abrieron los brazos. Es genial sentirse tan querido, ver que todo el mundo se alegra tanto de verte, pasear por el Retiro... Las dos primeras semanas fueron frenéticas, como siempre que haces una visita a tu ciudad. Intentas ver a todo el mundo, salir mucho, contarte muchas cosas... En esos días piensas en lo positivo que tiene vivir en España, valoras la existencia de parques, poder conducir tranquilamente, escuchar música en la radio. Pero por encima de todo valoras tener a la gente cerca.
Después, nos dimos cuenta de que existía la posibilidad de que no volviéramos a la ruidosa, contaminada, húmeda, calurosa, llena de sonrisas, de amigos y de planes Manila. Poco a poco empezamos a asumir que no volveríamos a casa.
Fue un bajón. No por la vuelta a Madrid, sino por la ruptura tan abrupta con Manila. Después de la adaptación, que no fue fácil, una vez con el inglés dominado, con todo puesto en marcha, con una vida construida allí, toca decir adiós. No, peor aún, ni siquiera hemos tenido la oportunidad de decir adiós, de dar besos y abrazos, de llorar al despedirnos de los amigos y de las profes, de hacer una fiesta, de cerrar la puerta de casa sabiendo que no volveríamos a abrirla. Nosotros, acostumbrados a buscar, a decidir y a planear, nos hemos visto empujados por las circunstancias a improvisar.
Una vez más, ocho meses después, volvemos a estar en precario, con lo que nos cabía en dos maletas grandes y una de mano, lo que pensamos que necesitaríamos para dos semanas, no dos meses. Por supuesto, no nos podemos quejar. Tenemos a la familia, que nos ha acogido en su casa, a los amigos, que nos hacen sentir que nunca nos hemos ido, que nos han dejado colchones, juguetes, ropa... Pero ahora que el calor ya aprieta, echo de menos mis sandalias, los niños sus bicis, sus pelis, sus libros... Por supuesto no es eso lo que hace que se me salten las lágrimas, sino pensar en la gente que he dejado allí, esa misma gente que, pese a que me conocía de sólo unos meses, se volcó conmigo en los momentos de bajón, se alegraba de haberme conocido, me escuchaban con paciencia ya fuera en inglés, alemán o italiano. Y hacía falta muuucha paciencia, eso seguro.
Pero de todo se aprende y todo es una experiencia. A partir de ahora espero poder seguir contando
en este blog cómo es esto de asentarte en tu ciudad, qué se echa de menos y qué se tiene de más, aparte de recuperar temas que se me quedaron en el tintero. Desde Madrid pienso seguir "haciendo el mundo pequeño".
El Lobo dijo
Bienvenidos !
y
Bienvenida !
Desde Alemania y en Filipinas sus notas muestran vidas y personas enraizadas profundamente con el caserón de la aldea...viajes cortos, comidas rápidas, sabores lentos...varios detalles cálidos de vivir lejos y sentires cercanos...
En este retorno, esperaremos pacientemente que se asiente el polvo de los caminos y que robando unos minutos a lo cotidiano recuerde y cuente o viva y describa sus nuevas notas/gotas de vida y afectos.
Como le dije, bienvenida a casa.
Javier Rosado dijo
Me alegro mucho de que nos sigas regalando tus aventuras. Da gusto leer tus renglones!
gilberto dijo
te recomiendo,y perdoname por tutearte que ya se que deberia tratarte de usted,que pases un buen rato por el parque juan carlos I de madrid,al lado del metro campo de las naciones,y veras como en esos espacios amplios abiertos te parece que abarcas mucho mundo,pequeño o no.....tod. queda primavera,hasta el 21-J,en que empieza el verano,y puede que incluso se alargue mucho mas; con los dias primaverales el p.juan carlos I
GANA MUCHISIMO, Y ES UN PLACER RECORRERLO.
Mara dijo
Hola, Carolina:
Si antes me gustaban mucho tus entradas y seguía el blog con verdadero interés, sobre todo porque me has descubierto lugares, me has hecho soñar y reflexionar sobre cada una de tus experiencias, ahora seguiré disfrutando con la misma intensidad tu aventura en España.
Bienvenida y mucha suerte.