Los besugos y la seguridad social
miércoles 4.mar.2009 por RTVE.es 13 Comentarios
Esta mañana fui al centro de salud que corresponde a mi barrio (¿siguen llamándose ambulatorios?). Pegado con celofán en un lugar bien visible del mostrador, justo detrás de las dos administrativas que despachan las citas, hay un cartel que advierte de que las agresiones físicas y verbales al personal sanitario se penalizarán severamente.
No pensaba dar continuidad a ese último post sobre la atención sanitaria. Es un asunto muy complejo que no debería abordarse a base de anécdotas. Anécdotas como la que viví esta mañana: quiero cita para una consulta ginecológica. Todo completo hasta el mes de mayo.
Me resisto a dar un puñetazo en el mostrador, no vaya a considerarse una agresión. La administrativa se lleva la mano a la boca, para ocultar un bostezo, mientras le pregunto si es posible acudir a otro centro menos solicitado. Lleva las uñas larguísimas, pintadas de rosa pálido. Es la misma que, en diciembre, cuando fui a informarme por primera vez, me explicó que la tarjeta sanitaria tardaría unos seis meses en llegar a casa. Mientras tanto, me dijo, debía utilizar el papel impreso que me dio en ese momento. “Pero aquí dice que a los tres meses caduca y debe ser reemplazado por la tarjeta sanitaria”, dije yo. “Sí, pero la tarjeta sanitaria tardará seis meses en llegar”, respondió ella. Es el tipo de diálogo de besugos con el que a menudo se despacha la administración pública española.
Recuerdo a los madrileños, por cierto, que mañana se celebra una manifestación contra la privatización de la sanidad pública (esta es la verdadera excusa para escribir un segundo post sobre el tema). La salud no es un negocio, o eso dicen los organizadores.
OLGA LA APACHE DE BARCELONA dijo
Hola Natalia!
Estoy de acuerdo en que la salud no es un negocio, pero sin embargo muchos médicos se han hecho ricos gracias a tratar la salud de personas, más bien diría conejillos de indias.
Perséfone dijo
Hola Natalia y blogers!
Esta mujer podría formar parte perfectamente de cualquier personaje del Proceso, es completamente Kafkiana... y lamentándolo mucho abundan.
Si estuviese en Madrid iría a manifestarme, mira que las manifestaciones sirven para drenar la energía acumulada, es mejor que cualquier terapia jeje
saludos y espero nos cuentes tus impresiones de la manifa.
OLGA LA APACHE DE BARCELONA dijo
Natalia se me ha olvidado que a veces los funcionarios que dan la cara, en recepción, tienen que ser besugos porque no les está permitido que piensen y decidan.
Es un dato yo creo a tener en cuenta.
Luego ya hay la persona que trabaja en la administración pública porque precisamente solo tendrá que hacer de besugo el resto de su vida.
Sergio dijo
¿Cómo que la salud no es un negocio? En Madrid es el negocio del siglo.
MZ dijo
Un centro de salud es el que solo tiene consultas de atención primaria. Si en ese centro además hay consultas de especialidades (digestivo, otorrino, ginecología, etc. y radiodiagnóstico) es un ambulatorio.
marisol: L. H. dijo
Os cuento:
Los médicos más acreditados de mi anterior zona sanitaria tienen consultas privadas a las que puedes ir pagando, de acuerdo. Hasta aquí todo normal, si no fuera porque los mismos médicos que "despachan" por las tardes en esas consultas privadas son los que me encuentro por las mañanas en el hospital de la Seguridad Social. Esta duplicidad da lugar a situaciones realmente injustas, como p. ej. que una enferma que se ha visitado en la consulta privada puede verse favorecida con una visita en el hospital en un lapso de tiempo incomparablemente menor que el que se sigue por el trámite debidamente normal: médico-a de cabecera solicita visita al especialista del hospital de zona. Consecuencia: El miedo a la enfermedad hace que me vaya a la consulta privada, con lo que no sólo no mejoro la situación, sino que la retroalimento, ¿me explico?
Qué curioso. Yo también he estado esta tarde en el ginecólogo. Me he tenido que oír de todo y nada bueno contra la gestión de la sanidad en Andalucía -en la sala de espera que me ha tenido a piñón fijo durante horas-. Me habían dichopor teléfono que no bebiera agua desde las nueve del día de hoy. A la una y media estaba en consultas externas como un clavo, pero hoy visitaban sólo a embarazadas, así que cuando me enteran de ello, otra vez a otra consulta. Dos cuartos de hora más tarde: Cuando me atienden (he dejado de mirar la hora), no es ellos, sino radiología quien hace las eco. Cuando me llaman de radiología, es para decirme que las eco de gine no las realizan en el hospital, sino en una clínica privada con la que tienen convenio. Tierra, trágame. ¿Por qué no me advirtieron cuando hablaron conmigo? Voy al sitio y lo primero que me preguntan es si me he bebido los dos litros de agua. ¿Qué dos litros? ¿Pero no me habían dicho que me abstuviera de beber desde las nueve de la mañana? ¡Ah!, pues eso ha sido obra del hospital y no de ellos (empieza el trino contra el hospital y contra alguien del personal que les está jugando malas andadas, que yo no soy la primera que les viene con esas)... Además, según el ordenador, mi visita no era para hoy, sino para ayer. ¿No me digáis que no es órdago? Me he ido por agua para beber y no me he movido del lugar hasta que me han visitado. He llegado a mi casa a eso de las siete de la tarde con ganas de atacar algo de Kafka para sentirme parte de la humanidad, porque estoy hecha trizas. Me imagino que esto le pueda haber pasado a alguna mujer que no domine bien el idioma y me encojo de pena. Y de asco.
Anónimo dijo
Vaya experiencia, Marisol. Espero que ya estés recuperada del choque.
Un saludo,
N.
M dijo
Por qué será que todos los comentarios que oimos sobre el trato en las consultas, hospitales, ambulatorios,etc, son tan negativos?.
No se podría encontrar unos buenos gestores que solucionaran este gravísimo problema?
Por lo que puedo comprobar en este blog, unos más que otros, pero todos somos personas que podemos defendernos, si siendo así, nos encontramos tan incómodos,tan desvalidos, ¿ qué será de esas otras personas, como señala M.Sol, que ni siquiera entienden el idima?.
Bueno, los que vivís en Madrid hoy tenéis una ocasión de "renovar la esperanza".Saludos.
marisol dijo
Pero, Natalia, ¿qué quieres decir con "pegado con celofán" y de qué celofán hablas? ¿No habrás querido decir celo o tesa-film? El celofán es esa lámina transparente comúnmente utilizada como envoltorio.
Ignacio dijo
Hola Natalia, tienes parte de razón, a veces la atención sanitaria no es la deseable, pero te aseguro que mi experiencia "a nivel ambulatorio" ha sido muy gratificante en Villanueva de la Cañada, un pueblo-ciudad de la Comunidad de Madrid donde mi familia ha sido atendida con amabilidad y profesionalidad.
En cambio, si tuviera que hablarte de grandes hospitales, uf, no sé.
Bueno, que te llegue pronto la tarjeta ...
Un saludo de tu ex compañero ¡¡¡
Anónimo dijo
Pues celo sería, Marisol. Hilas fino...
Y ya que escribo este comentario, una actualización: la acompañante de mi amigo (el que motivó el post anterior) ha dormido esta noche envuelta en un abrigo porque el nuevo hospital donde está ingresado -el Vall D'Hebron, en Barcelona, uno de los más grandes de Cataluña- no disponía de mantas para los visitantes.
Buen fin de semana a tod@s,
N.
marisol dijo
Así mismo, muy fuen bin (dios mío, cómo estamos): muy buen fin de semana para todo el mundo.
Teresa dijo
Natalia, lo del diálogo de besugos no tiene desperdicio. Me he reído un rato. Ya sé que cuando le toca a uno no tiene ninguna gracia pero la forma en la que lo cuentas está de lo más graciosa y gráfica. Puedo imaginarme perfectamente a la de las uñas larguísimas.