Lunes y miércoles, yoga en Los Ángeles
miércoles 17.feb.2010 por RTVE.es 14 Comentarios
Todos los lunes y miércoles, temprano por la mañana, me pongo una malla y una camiseta, me recojo el pelo en una coleta, despliego mi esterilla azul de yoga y me dispongo a seguir las instrucciones de Jo Tastula, mi profe preferida del estudio YogaGlo de Los Ángeles (California).
Sus clases suelen comenzar por una meditación breve. Enseguida nos ponemos en pie para dejarnos llevar por su voz dulce, que te empuja cuidadosamente de una postura a otra, como si fueras en volandas. Y así, entre saludo al sol y saludo al sol, el cerebro se sosiega y va dejando más y más espacio entre los pensamientos. La “mente mono”, esa que se asemeja al chimpancé que salta de árbol en árbol, incapaz de quedarse quieto, se tranquiliza al ritmo de una respiración más lenta y profunda.
A mi lado suele colocarse un tipo tatuado con pinta de ex marine, que va de un Adho Mukha Vrksasana (el pino) a otro como si tal cosa. Es una clase avanzada. O quizá no. Al fin y al cabo, esto es Los Ángeles, donde hay tantos estudios de yoga como bares en Madrid.
Cuando, al final, llegamos a savásana (la postura del cadáver) echo de menos que Jo me ajuste los hombros, como hace con el resto de alumnos. Y la verdad es que, concluida la clase, me encantaría acercarme y ver de qué va el tipo tatuado. O pedir a Jo consejos para mi propia clase (a esas cosas me dedico cuando me quito el traje de periodista). Tomarme un café latte con un bagel de sésamo en la cafetería de la esquina.
Nada de esto es posible, por supuesto.
Enrollo mi desgastada esterilla azul, apago el ordenador y soplo la vela de lavanda que tengo por costumbre encender siempre que practico yoga en casa.
El otro día comentaba con un amigo que tiene la suerte –o la desgracia, según se mire– de pasarse la vida dando tumbos de un lado a otro, sobre la conveniencia de vivir en el campo o la ciudad, en tal o cual país, en uno u otro continente. Al final llegamos a la conclusión de que, en muchos casos –el mío, sin ir más lejos– una parte increíblemente importante del tiempo transcurre en tierra de nadie. En el espacio virtual.
Comenzando por este blog; las redes sociales; skype y, por supuesto, el correo electrónico; las numerosas comunidades online; emisoras de radio y clases virtuales como las de YogaGlo.
No me extraña que programas televisivos como Lost disfruten de tanto éxito. Porque unos cuantos andamos bastante perdidos con la natural desorientación que produce no saber dónde nos encontramos.
¿Acaso estamos donde se encuentra nuestra mente?
¿Donde se encuentra nuestro corazón?
¿Donde se encuentra nuestro cuerpo?
Muchos días, sobre todo los lunes y los miércoles, me parece que estoy en tres sitios diferentes al mismo tiempo. Y eso, salvo para la Santísima Trinidad, es imposible.
¿O no?
Es que esta "mente mono" no me deja ni respirar.
pablo de amsterdam dijo
Enhorabuena Natalia ;Que te das tiempo para eso y mucho mas. Trata el Hatha Yoga; ya me cuentas...
Ric dijo
Me he quedado mareado con tanto viaje ... a ver si me encuentro.
Ah, vale, estoy delante de la pantalla ... mmm
Anónimo dijo
Natalia, he leído todo tu post con sonrisa de empatía y melancolía. Llevo tiempo diciendo que para quienes tenemos los afectos -y la mente- repartidos por el mundo internet es un invento que reverenciamos. Nos ha cambiado la vida. A muchos cada vez nos cuesta más saber dónde estamos y de dónde somos. Felicidades de nuevo por tu blog.
gatito dijo
Tienes razón Natalia vivimos pendientes totalmente de muchas actividades diarias.Es necesario desconectar y la mejor manera es con yoga o meditación.Si todos lo hicíeramos mucho mejor irían las cosas para nosotros.Un beso
Alejandro dijo
A mí me parece que preguntarse dónde está mi mente, mi corazón, mi cuerpo (sin orden de preferencia) ya significa que tienes un cuerpo que siente, un corazón que quiere, una mente que piensa, y eso ya es mucho. Y, como la felicidad sólo es un límite matemático (es decir, inancalzable e incluso inasible), pues ya es bastante. A lo mejor en interrogarse por esas cosas consiste nuestra vida.
A.
Anónimo dijo
Gracias, Anna, por asomar la nariz por aquí.
Yo lo que me pregunto es cómo era la vida antes de Internet. Parece imposible, ¿no? Claro que reverenciamos este invento genial, no es para menos. Pero, por otro lado, eso de no saber dónde se encuentra una a veces produce un malestar metafísico que antes, a buen seguro, no existía. O existía por otras razones, quizá más tenebrosas...
Un saludo,
Natalia
Anónimo dijo
Interesante reflexión, Alejandro. Así me acuesto un poco más tranquila.
Claro que, por otro lado... no sería mejor, de cara a nuestro bienestar, mantener todo eso en un mismo plano?
Es un poco como comer el pan por aquí, la mantequilla y la mermelada por allá. Digo.
Un saludo,
Natalia
olorososeco dijo
si pero no.
la intennet es algo realmente revolucionario. Sin embargo, claro que me acuerdo, y practico, cómo se vivía antes. Una pena que no te acuerdes, Natalia. La cantidad de cosas que nuestra mente/cerebro/espíritu ha descubierto que podía hacer mediante el uso de intennet es grande. Comunicaciones, informaciones, realidades virtuales. Pero... es necesaria esa desconexión, no sólo de intennet, de más cosas, estimada Natalia. Y si no somos capaces, la cosa se complica... o es que confundes la caricia que se envía en un email o que una webmail con la que tiene calor, tacto, y... todo cercano?
es que se eriza la piel igual? ... la respuesta es no. Afortunadamente el cerebro/mente/espíritu todavía distingue eso, y se lo queda muy grabado.
Una cosa es lo que se ha ganado, otras cosas son las insustituibles... como sentir un poco de lluvia estos días en la cara mientras empiezan a llegar los primeros regalos de primavera en forma de olores a yerba fresca, o como una mano que acaricia la tuya sin necesidad de palabras ni emoticones, ni megabites.... una sonrisa y silencios.
salud y vinos.
Negra dijo
Nata, Nata...que importan el lugar si el centro se mantiene claro. Gracias por el link, pienso hacer yoga contigo a partir de hoy todos los Lunes y Miercoles a las 3 de la madrugada. Nos vemos en el matt!!! Te beso.
Perséfone dijo
Hola a todos!
Qué buen post Natalia... se me ocurren tantas cosas, pero sabes, lo que pasa es que al final somos nómadas y por eso sentimiento de "no pertenencia" o más bien de "pertenencia mundial" Es por esto que después de haber repartido mi corazón por todas las ciudadees en las que he vivido, cada vez que alguien me pregunta de dónde soy, yo digo que del mundo... (alguna vez puse en una planilla de imigración Nacionalidad: Terricola). No sé qué haría sin en el internet... es increíble no sólo para conectarte con gente que está lejos, sino cuando por ejemplo ves un cuadro de un pintor no muy conocido y quieres saber más, vas a san google y listo... antes no era así aunque eso también tenía su encanto y su romanticismo, ir por el mundo preguntando si alguien conocía la obra de fulano de tal... en fin, que hablo mucho para ser viernes, debe ser que estoy feliz porque me voy al mar!!!!
feliz finde a todos!
Opino dijo
Me encanta tu blog Natalia, tus comentarios, tus saludos al sol, donde el cerebro va dejando poco a poco más espacio a los pensamientos para sosegar la mente, la “Mente Mono” que dices, --ese ruido mental incesante que no te deja en paz, que no te deja vivir-- y de esa forma dirigir la atención, el interés, hacia asuntos de más calado, de más calibre. ¡Se ve que lo consigues!
Si esa “señora que dices” puede estar en tres sitios a la vez ¿porqué tú no?
.
Os deseo salud.
Anónimo dijo
Gracias, Opino. No le diré a esa Señora que me comparas con ella no se vaya a enfadar.
Te espero en el mat, Negra, el próximo lunes a tus 3 de la madrugada.
Así es, Olorososeco. Precisamente porque esas impresiones de los sentidos son tan cruciales me da miedo nuestra creciente dependencia de internet...
Feliz fin de semana, con o sin mar.
Natalia
j.o.p.e. dijo
Pero si aqui nos lo pasamos "chanchi" jajajjajaja que placer puede haber mejor que hablaarrr connnn jjajajaj (????) venga va bien , placer puede hablar con Natalia o con Ana o Mara o David o ¿cualquiera?
Opino dijo
Quería decir:
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... Poco a poco más espacio entre los pensamientos para así, sosegar la mente.
Os deseo salud.