Muerte en la pantalla
miércoles 16.nov.2011 por Natalia Martín Cantero 13 Comentarios
A dos metros bajo tierra, para quien no esté familiarizado con la serie, transcurre en torno a una casa funeraria en Los Ángeles. Se centra en los líos de la peculiar familia de clase media propietaria del negocio y, como indica el título, en la muerte. Mucho dolor, pero mucha vida también. El pistoletazo de salida de cada capítulo lo da un fallecimiento arbitrario. Así que, cuando tras los créditos iniciales la cámara enfoca a una persona, ya podemos ver por detrás a la muerte afilando su guadaña. Algunas veces es un anciano enfermo, anclado a una cama de hospital, y entonces el espectador suspira aliviado: es lo que toca.
Pero en otras ocasiones la cámara implacable apunta a un joven espléndido que se estrella contra el fondo de su recién estrenada piscina. O incluso a un niño sano y travieso que juega con un revólver que el azar ha puesto en sus manos. Y entonces te cabreas con los realizadores de la serie. Si los tuvieras cerca, les darías un puñetazo por su falta de corazón. ¿Pero qué culpa tienen ellos? Como dice Casciari, "esta es una historia sobre nuestra muerte, la que vendrá, cualquiera sea. Y nos pone el espejo de nuestro futuro en los ojos".
En Doctor en Alaska -mi favorita de todos los tiempos- recordaréis quizá ese famoso capítulo en que preguntan a los del pueblo quién planea morir a lo largo del invierno. Es importante prevenirlo porque después, cuando el suelo esté completamente helado, será muy difícil cavar esos dos metros bajo tierra.
En ambos casos se trata la muerte con total naturalidad. Pero, en el primero, el finado pasa por una sala blanca, fría, con esos aparatos para sacar los entresijos que dan tanto repelús. En el segundo, el espectador asiste al final de un ciclo y comienzo de otro. Cuando la palman, los afortunados pobladores de Cicely retornan a esa naturaleza bíblica. Y uno piensa que fundirse con esos lagos y esas montañas tampoco está tan mal.
Gloria Valero dijo
Dos de mis series preferidas aunque A dos metros bajos tierra no acabé de verla, demasiado triste en las últimas temporadas. Habrá que retomarla, realmente es una serie profunda como pocas.
http://mybasicmagazine.com
billy TULLY dijo
Creo que saber de la muerte y afrontarla sin miedo es una premisa fundamental para una vida que merezca las alegrías. Reflexionar y ser consciente de la muerte no ha de implicar ánimo lúgubre ni espíritu sombrío. Todo lo contrario, cuando te das cuenta de que tu vida es caduca y perecedera la aprecias más, la vives con más intensidad, y yo al menos estoy más agradecido de cada segundo, de cada momento que sigo respirando y teniendo oportunidades de hincarle el diente. Porque la muerte ha de ser una aliada, no una enemiga que nos atemorice o acobarde. Y como no sabemos lo que trae con ella el instante que se impone, lo mejor es elucubrar que quizás con ella la aventura de existir comience un capítulo nuevo e inimaginable...
A.M. dijo
Apreciada Natalia
Las series de las que escribes no las he visto nunca, pero el final de tu escrito junto a la naturaleza y los lagos, no está nada mal.
Yo por la muerte, no quiero ni pienso entristecerme, lo que me asusta es la enfermedad,pero morirse nada y si es de pronto, mejor.
Una amiga mía dijo un día al atravesar un paso de cebra: vamos por aquí para evitar que nos pille un coche, pero si lo hace que nos remate, no nos vaya a dejar atontadas,jejej.
Un saludo para todos
Natalia Martín Cantero dijo
Definitivamente eres un valiente, billy Tully.
A.M. te las recomiendo, en especial la segunda, Doctor en Alaska. La primera, como dice Gloria, se hace durilla.
Un saludo y feliz viernes,
Natalia
billy TULLY dijo
Querida Natalia, todo lo contrario, me temo que soy un tipo pusilánime, tímido y bastante apocado. Pero frente a ciertas cosas soy de un modo que quizás no he elegido, tal vez soy de esa manera por designio genético o decisión insospechada de algún ente inasible, o simplemente porque así tenía que ser. Pero de valiente nada, ojalá!!!!!!... En cuanto a las series que mencionas, la verdad es que desde Pippi Calzaslargas no sigo capítulos televisivos... Si ya no doy abasto con tantas cosas que me apresan y encauzan, no quiero ni imaginar siguiendo la pista a estos encuentros semanales...
Hoy, viniendo en tren hacia el centro de la capital, después de leer un rato a Tzara, me puse a escuchar a Bowie y oí reiteradamente el tema "Heroes" y envuelto por esa melodía me puse a observar. El paisaje al otro lado de la ventanilla, al joven que con cascos estaba inmerso en su universo inimaginable, a la chica con el periódico en su regazo. A los dos hombres que charlaban sobre informática, y a tantos que proseguían un viaje con diferentes estaciones. Y mientras contemplaba el mundo a mi alrededor, y a las personas que pasaban o que permanecían sentadas tuve una sensación vasta, ilimitada. La música estimuló mis sentidos y estaba dentro y fuera de mí al mismo tiempo y no sé muy bien cómo explicarlo pero el vagón era bello, la gente era bella, los descampados y la ciudad en ciernes eran bellos. Y me dije, sí, la vida puede ser bastante jodida, pero qué suerte estar aquí. Y no quiero desaprovechar esta ocasión, y siento que no la echaré a perder....
http://youtu.be/SZ7Va_tAI9w
Natalia Martín Cantero dijo
Gracias por compartir esta bella reflexión, billy Tully. Es un regalo.
Natalia
billy TULLY guiñando el ojo izquierdo dijo
Hoy que he tenido que venir a hacer de cangurito feliz con mi sobrina estoy cibernético y puedo atender estos lares con tiempo y cariño merecido... De nada amiga, se nota que trabajas y haces las cosas con ternura y eso emana y fluye maravillosamente del monitor, y por eso merodeo tan contento alrededor... A tí y a la gente que aún comprende que la delicadeza y el asombro siguen siendo un excelente timón para que el extravío no nos estalle contra los acantilados, este tema con mi gratitud y simpatía telepática...
http://youtu.be/6AFxdjjeRt0
Lope de Aguirre dijo
Pienso en la muerte y el Mercado. Vi en un documental que en Irak los mercenarios superan a las tropas yanquis, y claro está, hay competencia, los gurkas nepalies ofrecen sus servicios más barato que los occidentales...
También está la pelicula "La muerte y la doncella" de Polanski, donde el torturador descubre como se disfruta teniendo el poder sobre la vida y la muerte de los demás...
No sé si la muerte es una aliada o una enemiga, para mí es un estado natural como el sueño y la vigilia, el día y la noche.... ¡Ah! El buda decía que la persona que no es feliz en esta vida tampoco lo es en la muerte.. O sea suicidarse no sirve de nada...Él volvió de la muerte y lo contó...¿Seria un timador? ¿Tomó el pelo a quien le escuchaba?...¡Misterio!....
Pompeia dijo
Como hoy es día pliculero, paso la borrachera electoral, tenemos en nuestro cine a un director que trató el tema de la muerte en pantalla, con su Opera prima; Tesis de Alejandro AmenáBar.
http://www.youtube.com/watch?v=ybiMDmzE9GQ
Natalia Martín Cantero dijo
"A tí y a la gente que aún comprende que la delicadeza y el asombro siguen siendo un excelente timón para que el extravío no nos estalle contra los acantilados..."
Gracias!
Feliz domingo,
Natalia
articulo de los derechos humanos dijo
http://www.youtube.com/watch?v=p-sbq26zVyk
Boricua dijo
Tiempo, tiempo, tiempo...me encantaría ver la serie, la apunto para cuando me jubile, en la larga lista de las cosas que no me puedo perder antes de morir. Mientras tanto recomiendo el libro To the End of the Land (para morirte a gusto).
Natalia, me encanta tu estílo, ¡te invito a un Savasana!
; Aum dijo
Aquí muere mi vida digital .Un beso Natalia.