En Pekín, “la ciudad que nunca respira”, como se le llama
últimamente, el sol se olvidó de salir esta mañana. Ayer tampoco le vimos el
pelo. Porque ver, lo que se dice ver, vemos poco, con un “smog” cada vez más
denso y venenoso que nos tiene secuestrados, a los que podemos, en interiores.
A los niños, castigados sin recreo, Disney se les sale por las orejas, mientras
muchos adultos nos preguntamos qué demonios hacemos aquí.
La contaminación es a China lo que las hipotecas son –o eran–
a España. No hay conversación entre padres expatriados que no comience,
transcurra y acabe con menciones a la polución; raramente te libras de escucha...
En los cinco meses que llevo aquí, he visto cómo han cerrado
más de una docena de restaurantes y otras tantas peluquerías, establecimientos de
masaje, pequeñas tiendas de alimentación o de bicicletas. Esto último es
especialmente preocupante porque si te
compras una bici y a la semana siguiente se le caen todos los tornillos, como
nos ha pasado en casa con las tres que tenemos (usar arandelas para las tuercas
parece ser una extravagancia en China), es importante saber que la tienda donde
la adquiriste continúa abierta para sucesivas reclamaciones
Esto es un reflejo de la rapidez a la que se mueve este país,
donde no se arregla ni se ...
En la película Ahora o nunca, dos
hombres gravemente enfermos (a los que interpretan Jack Nicholson y Morgan Freeman)
toman la decisión de abandonar el hospital y emprender un viaje para hacer, en
el poco tiempo que les queda antes de estirar la pata, aquellas cosas pendientes
que siempre quisieron. No
creo que me hubiera vuelto a acordar de esta película, hollywoodiense a más no
poder, si no fuera porque la vi en un vuelo hacia Tailandia, de donde volví
hace unos días. Las películas que veo en los aviones suelen enmarcar mis viajes; les crecen una especie de
tentáculos que traspasan la pantalla para colarse en mi día a día.
El c...
Son imágenes de la vida cotidiana en Beijing, sólo que el sábado -cuando tomé las fotos de aquí abajo, en el lago HouHai- no era un día cualquiera: alcanzábamos la cota más alta de contaminación desde que se tiene constancia.
Lo más llamativo es, claro, el baño. Los diez grados bajo cero que marcan los termómetros no impiden que los nadadores que acuden a este lago, todos los días del año, se lo tomen con gran parsimonia. Se desvisten tranquilamente y se pasean en bañador frotándose el cuerpo para regocijo de los atónitos espectadores. Tras el baño, aprovechan para enjabonarse el cabello y el cuerpo, como si estuvieran en el spa.
...
Espero que mi hija no respire hoy demasiado en el colegio. En
una ciudad que parece la sala
de fumadores de un aeropuerto, esta seguramente sea la preocupación número
uno entre los padres expatriados en Pekín.
El sábado por la noche alcanzamos los 886 microgramos de
contaminación, de acuerdo con los datos que facilita la embajada de Estados
Unidos en China. Para dar una idea de lo que significa: el tope de esta escala,
que se basa en el Índice de la Calidad del Aire que utiliza la agencia
medioambiental de EEUU, llega hasta 500. En este punto, considerado muy
peligroso para toda la población, la recomendación es quedarse en casa.
¿...
En 2013 se pueden reutilizar los calendarios del 2002, 1991,
1985, 1974, 1963, 1957, 1946, 1935, 1929, y 1918, según leo por ahí. Todo se
repite. Aunque dentro de unos años, con el uso cada vez más extendido de las agendas
online, ya no quedarán vestigios de los diarios de papel, esas antiguallas
encuadernadas en cuero que van bajando de precio a medida que avanza el año.
Será una pena porque costará más trabajo comparar las ocupaciones
/ preocupaciones del 2013 con, por ejemplo, las del 2002. ¿Cuánto han cambiado?
¿A qué nos dedicábamos entonces durante los primeros quince días del año?
¿Teníamos cita con el dentista, comenzábamos la...