Después de hablar
de la belleza, aunque sea esa
que se compra, toca referirse a la otra cara de la moneda. Como los “condones para los pies” esa moda entre
las chinas de toda clase y condición que consiste en embutirse en los susodichos unas medias
cortas color carne o transparentes cuya presencia en el calor sofocante es todo
menos explicable. Más detalles, modelos y risas en este vídeo
de Roger Vicente.
La peculiaridad estética china que verdaderamente me arrebata,
de todos modos, es masculina, y consiste en subirse la camiseta, enrollándola a la altura de las axilas, cuando llegan los calores. Los hombres muestran orgullosos sus p...
El otro día me hice una limpieza de cutis. En el catálogo que
me mostraron en la peluquería, cinco de las seis opciones incluían tratamientos
para blanquear la piel. Es difícil encontrar en el supermercado productos para
el cuidado del rostro, como jabones y cremas, que no tengan efecto blanqueante. La inmensa mayoría de las mascarillas (ocupan tantos estantes como en España los yogures o cereales para el desayuno) prometen una piel blanca y
tersa. No en vano hay un dicho que reza algo así como “el blanco puede cubrir toda la fealdad” (Yī bái zhē bǎi chǒu).
Esto significa que yo, morena y con lunares, debo resultar
un adefesio. Por fort...
Puede que la hermosura no se pegue, pero lo que es seguro es
que se compra. Y de qué manera. Se estima que al menos el 70 por ciento de
todas las modelos y actrices chinas en activo se han sometido a alguna forma de
cirugía facial. De modo que no son imaginaciones mías: las mujeres chinas que
aparecen en las revistas, en los anuncios o en los carteles publicitarios
anunciando perfumes, y esas otras que deslumbran en cafés y restaurantes de
postín son, en fin, un calco de rostros como el de la modelo Huang Yilin o la
actriz Fan Bingbing, con similares ojos redondos, barbilla puntiaguda y piel
blanquísima.
Dicen que cuanto más exitosa...
Nunca he entrado en casa de mis vecinos, una pareja joven
con un niño, pero cuando coincidimos en el pasillo esperando el ascensor puedo cotillear
parte del salón de su casa. Junto a la gigantesca pantalla plana, la pareja ha
colgado una enorme foto, casi tan grande como el televisor, en la que aparecen vestidos
de novios en la playa. Una fotografía con un aire muy similar a la que aparece aquí abajo:
Como digo, no me he aventurado en otras habitaciones, pero
apuesto a que la vivienda tiene varios retratos de la pareja disfrazada de roqueros,
aristócratas o algodón dulce. Hace unos años, las familias chinas se
conformaban con e...