Comida, techo y móvil

“Los miles de inmigrantes que han llegado a los Balcanes en las últimas semanas necesitan comida, agua y techo, al igual que los millones de personas desplazadas por la guerra en todo el mundo. Pero también hay otra cosa sin la que, aseguran, no pueden vivir: un lugar donde cargar sus teléfonos móviles inteligentes”. Así comienza el reportaje del The New York Times Las herramientas esenciales del inmigrante del siglo XXI: comida, techo y móvil inteligente, con testimonios de inmigrantes sirios que hablan de una cara de la tecnología en la que, yo al menos, no suelo fijarme, ya que tiendo a observarla como algo que a menudo nos supera y saca lo peor de nosotros.

“Nunca habría sido capaz de llegar a mi destino sin un móvil inteligente. Me agobio cuando la batería se está comenzando a agotar”, dice uno de los entrevistados, un profesor de música de 32 años procedente de Siria. “En esta migración moderna, los teléfonos inteligentes, las aplicaciones de GPS, las redes sociales y el WhatsApp se han convertido en herramientas esenciales”. Los refugiados dependen de ellas para publicar sus actualizaciones sobre las rutas que siguen, la situación de las fronteras, el ritmo de detenciones, buscar lugares donde alojarse y, por supuesto, mantenerse en contacto con sus familiares y amigos. “Lo primero que muchos hacen una vez han sorteado el paso entre Turquía y Grecia es sacar el móvil y enviar mensajes a sus seres queridos informándoles de que están a salvo”. Se trata de los sirios desplazados por la guerra, pero también de inmigrantes de África.

El artículo también habla de cómo Facebook se convierte en una agencia de viajes normal y corriente, en la que los traficantes publicitan sus servicios con trucos comerciales como descuentos para niños y fotografías. Pero también habla de grupos de Facebook tipo Smuggle Yourself to Europe Without a Trafficker” (Introdúcete en Europa sin un traficante) y comparten ahí fotos y vídeos de sus peripecias tomadas en sus móviles inteligentes. La facilidad y la autonomía que facilitan estas aplicaciones podría estar reduciendo la actividad de los traficantes, según el autor del reportaje, ya que permite que los inmigrantes vayan por su cuenta.

Los móviles, además, son un repositorio de recuerdos, a veces lo único que queda tras la tragedia. El artículo concluye con el relato de Shadad Alhassan, un instalador eléctrico de 39 años que lo perdió todo tras el bombardeo de su casa en Damasco: ´Mi mujer murió en el bombardeo. Ahora solo tengo a mis dos hijos´, señala señalando a Wassem, de 10 años, y Nazih, de 9, sentados junto a él en un saco de dormir en la tierra del parque. Su teléfono guarda fotografías, el último vínculo con la vida que una vez vivió".  

Gracias a las redes sociales, por otra parte, podemos poner cara a refugiados como el de la foto. Lo dice muy bien el actor Tristán Ulloa: "Lo que diferencia la situación del hombre de la foto de, por ejemplo, la mía, es el azar". 

Comments

[M dijo]

Gracias por la información. Cada vez que denuncias estás situaciones, pienso que ayudáis a mejorar un poco la vida de aquellos que las padecen.
Saludos.

[(8) AUM dijo]

EL UNIVERSO EN UN ATOMO. XIV Dalai Lama. "si los seres humanos utilizáramos nuestros recién adquiridos conocimientos científicos (física cuántica, genética, etc.) apropiadamente, fortaleceríamos la sensación de afinidad y de unidad, no sólo con nuestros semejantes sino también con todas las formas de vida. Esta perspectiva sostendría, consecuentemente, una conciencia medioambiental más adecuada y saludable".

[El Lobo dijo]

De aquellos polvos estos lodos..

Resulta muy doloroso intentar entender las causas y orígenes de la emigración/inmigración
Algo ayuda el mensaje simple y claro de un niño...
https://amp.twimg.com/v/1f7a531c-53ec-4ca6-bf05-1701e17cc7b9

PS. publicamos con los ojos rotos, al ver cunas, sueños, playas, arenas, niños y muerte.

https://pbs.twimg.com/media/CN801pXWUAA34o6.jpg