Por qué lloran los bebés
lunes 17.ago.2015 por Natalia Martín Cantero 6 Comentarios
La excusa más reciente que he encontrado para no salir a correr, ahora que por fin dispongo de las zapatillas adecuadas, son los perros. Desde que me topé con uno súbitamente en una curva en un camino angosto no soy la misma, y eso que tras el ataque al corazón inicial, que apenas duró un par de segundos, el chucho en cuestión resultó ser Osa, una perra de esas que no matan una mosca (salvo por el susto, claro). Desde entonces no he vuelto a poner los pies en ese camino que reunía las condiciones ideales para practicar footing (las excusas para incorporar buenos hábitos en nuestra vida son inagotables e insospechadas).
El caso es que ayer me hablaron de un silbato que puedes llevar colgado al cuello mientras paseas por el campo y que al parecer suelta unos sonidos imperceptibles para los humanos pero terroríficos para los perros. Una cosa llevó a la otra y de alguna forma me topé con este artículo sobre el llanto de los bebés, que es de lo que en realidad me proponía escribir.
¿Qué es lo que tiene el llanto de un bebé que despierta una reacción tan fuerte en los humanos, y no sólo en sus padres? Los científicos se han puesto a estudiarlo, por que qué no estudiarán los científicos, y resulta que tiene una cualidad sonora, llamada dureza, que hasta ahora se consideraba irrelevante. Esta dureza espolea no solo las partes de nuestro cerebro que procesan los estímulos acústicos y el lenguaje, sino también la destinada a protegernos y prepararnos para el peligro. El estudio, elaborado en un laboratorio que mide todo tipo de sonidos y las reacciones neurológicas que activan, muestra que esta cualidad reserva para los gritos y el llanto un nicho único en nuestro cerebro. Los gritos, en fin, producen miedo, como el silbato que hace que los perros se vayan por otro lado.
Cuanto más duro es el sonido –se conoce como dureza la propiedad de variar muy rápido de intensidad– mayor es la respuesta al miedo en la amígdala. El lenguaje se mueve en un rango de intensidad de entre 4 y 5 hercios, mientras que el lloro lo hace entre 30 y 150 hercios. Cuando los investigadores preguntaron a los voluntarios qué sonidos les parecían más aterradores, aquellos más duros más miedo daban.
Supongo que este estudio sobre los efectos del llanto de los niños en los humanos da argumentos tanto a los seguidores del método Estivill (dejar llorar a los bebés hasta que “aprendan”) como a sus detractores, que dicen que esto es una barbaridad. Yo me encuentro entre los segundos. Así que si los bebés lloran para asustarnos, lo hacen por una buena razón. Quien bien te quiere no te hará llorar.
Baby Emilia, en Flickr.
El Lobo dijo
"Los bebés lloran para asustarnos"
y
"La excusa más reciente.. son los perros"
Son 2 diferentes tipos de temor...
No olvidar que:
http://verimagenes.org/imagenes/6832.jpg
El Lobo dijo
Y a grandes males grandes soluciones..!!!!
http://www.economist.com/news/leaders/21661651-new-technique-manipulating-genes-holds-great-promisebut-rules-are-needed-govern-its
El Lobo dijo
Los interesados en "CRISPR-Cas9" pueden practicar los cambios, así:
https://www.youtube.com/watch?v=2pp17E4E-O8
Natalia Martín Cantero dijo
Gracias, amig@s, por los comentarios. Nos seguimos leyendo.
Abrazos fresquitos,
Natalia
Natalia Martín Cantero dijo
Gracias, Lobo, por este mensaje: http://verimagenes.org/imagenes/6832.jpg
Me ha encantado.
Abrazos veraniegos,
Natalia
Sonia dijo
No hay nada que me estremezca más que el llanto de un bebé. Reconozco que a veces puede desesperarme pero también me provoca cierta ternura, y hace que empatice con la criatura.
http://blog.debebes.net/