Donde los niños refugiados duermen
lunes 28.mar.2016 por Natalia Martín Cantero 4 Comentarios
No se me ocurre cómo presentar este post en este día de lluvia desde la comodidad de mi escritorio. Otros salen ahí fuera, a retratar lo que está pasando. Es el caso del fotógrafo sueco Magnus Wennman, autor del proyecto Donde los niños duermen. La belleza de la fotografía contrasta con el horror de lo que retrata. Los niños, refugiados sirios, han escapado de la guerra civil en su país, pero su destino continúa siendo incierto. Como dice @principiamarsupia, que nunca nos pille una guerra y traten a nuestros pequeños como estamos tratando a los suyos. Que nunca nos pille.
Lamar. Los juguetes, muñecas, el trenecito y la pelota quedaron en Baghdad; Lamar suele hablar de estos objetos cuando le mencionan su casa. Una bomba lo cambió todo. La familia estaba yendo a comprar comida cuando fue dejada caer cerca de su hogar. No fue posible seguir viviendo ahí, dice Sara, la abuela de Lamar. Después de dos intentos de cruzar el mar por Turquía en un pequeño bote de caucho, tuvieron éxito al llegar a una frontera cerrada de Hungría. Ahora Lamar duerme cubierta por una manta en el bosque, asustada, con frío, y triste.
Amir. Amir tiene 20 meses y nació refugiado. Su madre cree que él estuvo traumatizado desde el útero. “Amir nunca ha dicho ni siquiera una palabra”, dice Shahana, de 32. Amir no tiene juguetes dentro de la carpa plástica en la que ahora vive, pero juega con lo que sea que encuentra en el suelo. “Ríe mucho, a pesar de que no hable”, dice su madre.
Shehd. Shehd amaba dibujar, pero últimamente sus dibujos contienen siempre lo mismo: armas. “Ella las ve todo el tiempo, están en todas partes”, explica su madre mientras la niña duerme en el suelo junto a la frontera de Hungría. Ahora ella no dibuja nada. La familia no ha podido traer papel ni lápices con ellos en el viaje. Shehd tampoco juega. El escape ha forzado a los niños a convertirse en adultos y se preocupan de lo que ocurre a cada hora y a cada minuto. La familia ha tenido dificultades para encontrar comida durante su viaje. Algunos días tienen que comer sólo las manzanas que encuentran junto a los caminos. Si la familia hubiera sabido lo difícil que sería el viaje, hubieran decidido arriesgar sus vidas en Siria.
Ahmad. Incluso el sueño no es una zona libre; es ahí cuando el terror vuelve. Ahmad estaba en casa cuando una bomba estalló contra su casa en Idlib. Una metralla lo golpeó en la cabeza, pero logró sobrevivir. Su hermano menor no lo logró. Su familia ha vivido en guerra con el vecino cercano desde hace años, pero sin un hogar, no tienen opción. Se vieron obligados a huir. Ahora Ahmad yace entre otros cientos de refugiados en el asfalto de la autopista que lleva a la frontera de Hungría. Este es el día 16 de su viaje. La familia ha dormido en refugios de autobuses, en el camino y en los bosques, explica el padre de Ahmad.
Ahmed. Es más de medianoche cuando Ahmed cae dormido en el pasto. Los adultos se sientan a su alrededor, hacen planes sobre cómo saldrán de Hungría sin ser captados por las autoridades. Ahmed tiene seis años y lleva su propia bolsa durante los largos trayectos que su familia hace a pie. “Él es valiente y sólo llora a veces por las mañanas”, dice un tío que se hace cargo de él desde que su padre fue asesinado en Deir ez-Zor al norte de Siria.
Fara. Fara tiene 2 años y ama el fútbol. Su padre trata de hacer pelotas para ella juntando todo lo que encuentra en el suelo, pero no duran demasiado. Cada noche, él se despide de Fara y de Tisam (9 años), la hermana menor de ésta. Tiene la esperanza de que al otro día pueda darles una pelota adecuada con la que jugar. Todos los otros sueños están fuera de su alcance, pero él no se rendirá.
Visto en Muhimu
En Twitter: @nataliamartin
ciudadanoNick dijo
Gracias.
El Lobo dijo
Es un monstruo grande y pisa fuerte !
Si un inmigrante deja sus afectos por hambre, un refugiado corre para salvar la vida.
Cuando se responde a los atentados con bombardeos, aumenta la espiral de barbarie.
Los refugiados enjaulados y desamparados son la justicia de la venganza.
¿Ud. recuerda a Kinan Masalmeh https://www.youtube.com/watch?v=9BafsPbsu3I ?
M dijo
! Cuánto dolor!,!cuánta pena!. ! Malditas guerras una y mil veces!
Saludos.
Natalia Martín Cantero dijo
Gracias por pasar por aquí. Un saludo,
Natalia