12 posturas de yoga para mejorar la salud de los huesos
Con un nuevo estudio sobre sus bondades me lanzo a escribir de nuevo sobre el yoga, que ya hacía tiempo. Lo de #compiyogui no tiene nada que ver (aunque no deja de sorprenderme, como lo poco que le cundieron a Rodrigo Rato las clases de meditación que tomaba con el maestro Ramiro Calle).
A lo que vamos. Una vez más la ciencia moderna apuntala lo que los yoguis llegan siglos diciendo: el poder de esta disciplina para mantener saludables cuerpo y mente y desacelerar el proceso de envejecimiento. Por algo dicen los yoguis que el tiempo que tenemos asignado no se mide en años, sino en respiraciones.
Una práctica regular de yoga (al menos una hora dos días por semana) mejora la flexibilidad, la fuerza y libera la tensión muscular; mejora la digestión; contribuye a estimular el sistema inmunológico y es una herramienta eficaz para eliminar toxinas e incrementar los niveles de energía. Una buena práctica de yoga, en suma, puede ahorrar muchas visitas al médico.
Probar los beneficios del yoga, sin embargo, es muy complicado y requeriría años de costosas investigaciones sin medicamentos de por medio (ninguna farmacéutica estaría interesada en financiar algo así), además de la participación de un gran grupo de personas a las que habría que seguir durante un largo periodo de tiempo.
De ahí el mérito de Loren Fishman, un médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, especializado en rehabilitación. Fishman lleva años tratando de probar que el yoga es una terapia efectiva para la osteoporosis. Con ese fin comenzó en 2005 un pequeño estudio que arrojó resultados esperanzadores, y que continuó con otro más ambicioso que acaba de concluir.
La actividades en las que se levanta peso son recomendables para los pacientes con pérdida de masa ósea. El yoga es apropiado en este sentido, ya que coloca más presión en los huesos que la gravedad. “Al oponer grupos de músculos, se estimulan los osteocitos, células que fabrican los huesos”, señaló Fishman al The New York Times.
Muchos expertos argumentan que es muy difícil que los adultos puedan ganar masa ósea de forma significativa. Pero Fishman se empleó a fondo, junto con otros tres investigadores de prestigiosas universidades norteamericanas, para probar lo contrario. Un equipo de 741 voluntarios participaron de 2005 a 2015 con una práctica de 12 posturas que hacían a diario o en días alternos. La edad media de los participantes era de 68 años, y el 83 por ciento tenía osteoporosis o su precursor, osteopenia.
Una década después de comenzar, los participantes que siguieron la tabla de ejercicios mejoraron la salud de sus huesos (con el incremento de la densidad de la columna y el fémur, entre otras cosas). “Yoga es seguro, incluso para personas que han sufrido una pérdida significativa de masa ósea”, señala Fishman, que cree que también mejora el apoyo interno a los huesos, que no se mide en pruebas de densidad pero es un factor importante para evitar las fracturas.
A pesar de sus limitaciones –como el uso de personas que se presentaron voluntarias– los resultados de esta investigación son esperanzadores, y no sólo para la salud de los huesos. "El yoga es bueno para ampliar el rango de movimientos, la fuerza, coordinación y reducir la ansiedad”, señala Fishman. “Todo ello ayuda a estar erguido, mantener la buena postura y no caer”.
Yoga es a la postura lo que seda dental a los dientes, dice Matthew Taylor, ex presidente de la Asociación Internacional de Terapeutas de Yoga. “Así como nos lavamos los dientes un par de veces al día, deberíamos hacer prácticas de cinco minutos un par de veces en cada jornada".
Otra cuestión fundamental, al margen de lo puramente físico, es que en una cultura que adora la juventud, el yoga honra el proceso de envejecimiento. Las posturas pueden modificarse para diferentes cuerpos y niveles de destreza. Además, la filosofía anima a aceptar lo que ocurre en el momento presente. La competitividad, por otro lado, tiende a disolverse con el tiempo. Y esta falta de competitividad de la que suelen hacer gala las personas maduras hace que sea más fácil practicar la aceptación y lo que uno es.
Como inspiración, véanse las posturas y la historia de Tao Porchon Lynch, que a sus 95 años continúa impartiendo clases de yoga en su propio centro. ¿Cuál es el consejo número uno para envejecer bien? Porchon Lych lo tiene claro: “No te guíes por la edad. No significa nada”.
Puedes ver la serie completa de 12 posturas pinchando aquí. Cada postura ha de mantenerse durante 30 segundos.
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