Clouds, de Jonathan Minard y James George, podría ser
un tipo de documental interactivo que avance el futuro del cine. A través del uso de unas gafas que dicen que obran maravillas, este proyecto se ha catalogado como una de las primeras experiencias audiovisuales diseñadas para gafas de Realidad Virtual que ha impactado en la meca de la tecnología, Silicon Valley.
Las gafas Oculus Rift no son más que una nueva versión de lo que en inglés se conoce como Head Mounted Display (una pantalla montada en la cabeza a través de unas gafas parecidas a las de esquí o submarinismo para proporcionar realidad virtual al usuario). Oculus VR, la empresa detrás de esta "relativa" nueva tecnología, ha obtenido 91 millones de dólares para el desarrollo de la versión de consumo que se espera que esté disponible a finales de 2014 o principios de 2015.
La historia de las gafas es curiosa, como la de la mayoría de gadgets tecnológicos que llegan a lo más alto: de una campaña inicial de crowdfunding en Kickstarter pasando por potentes inversores que han vislumbrado las potencialidades de este nuevo dispositivo. Y, al final, el final es parecido a como ya lo conocemos: un gigante de la tecnología de Silicon Valley, en este caso Facebook, compra la idea y el volumen del negocio por una cifra estratosférica de dinero. ¿A alguien le suena?
Pero vamos a lo que nos interesa: uno de los primeros proyectos que se venderán junto a este invento es el documental Clouds. Se trata de un proyecto realmente innovador, como dicen los americanos: "disrupting" (se podría traducir como rompedor), llevándose premios en las ediciones 2014 del festival de Sundance y el Tribeca Film Festival, de los cuales ya hemos hablado extensamente en este blog durante los últimos meses.
"Clouds" es un retrato generacional que presenta el trabajo de los mejores creadores tecnológicos del mundo. Un poco en la línea de lo que hace Mike Robbins, nuestro invitado especial en el pasado evento interDocsBarcelona. Para contar su historia, sus directores, George y Minard, desarrollaron un sorprendente formato de cine en 3D llamado RGBD que nos permite movernos con libertad y en un radio de 360º por las diferentes escenas de la película, como si estuviésemos en un videojuego.
Como hay elementos descaradamente gamificados, podemos, entre otras cosas, girar hasta 360 grados o mover la cabeza hacia uno y otro lado o para arriba y para abajo para desplazarnos por las diferentes escenas del film, además de otras implementaciones que no se han revelado aun. Pero la cosa promete... Como explica el vídeo, que os recomiendo ver, se está creando una estrategia multiplataforma que abarcará la experiencia cinemática tradicional en salas, una instalación interactiva, una aplicación para dispositivos móviles y una versión adaptada a las gafas mencionadas. Casi nada... el año que viene nos esperan grandes emociones!
Como reflexión final una idea que me ronda la cabeza: cuando el hecho de estar aislado totalmente del exterior se convierta en una cosa natural, las personas claustrofóbicas pueden experimentar problemas con este nuevo dispositivo, incluso la imposibilidad de utilizarlo efectivamente. Si bien es cierto que solo pensar en la posibilidad de sumergirnos y sentir que en realidad estamos dentro de un mundo de ondas, galaxias, gráficos interactivos, efectos visuales y sensaciones totalmente desconocidas se nos eriza la piel, pero en algunos casos puede llegar incluso a marear y debemos considerar que siempre existe lo opuesto, las personas que nunca se adapten a esta sensación, y en eso los responsables también deberían pensar.
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