Ahora que estamos en agosto y da más pereza que nunca leer temas teóricos, la tendencia de este blog es ir hacia lo visual, ya sean imágenes, vídeos, presentaciones, etc. Hoy creo oportuno profundizar, ahora que relativamente se acerca, en el IDFA Doclab.
Durante los primeros meses de vida de este blog realizamos una serie llamada "¿Quién es quién?", donde presentábamos los principales actores y eventos dentro de este pequeño pero emergente campo del documental interactivo. Uno de esos posts se centraba en dar las primera pinceladas de este evento.
Durante su intervención en el Tribeca Film Institute Interactive (dentro del evento Tribeca Film Festival, leer este post de este blog para saber más), con su presentación "Past, Present, and Future of Interactive Docs", Caspar Sonnen nos explica, a grandes rasgos pero de manera muy concisa y entendible -marca que le caracteriza-, la historia que él lidera en Holanda y sobretodo lo que su equipo valora cuando reciben un proyecto y deben juzgarlo. Estas 4 partes que él describe son:
- Valoran por encima la historia, sin historia no hay proyecto.
- Valoran la interfaz, que para Sonen es como la cámara y la edición en un documental lineal
- Proyectos que traten sobre la realidad, basados en la no ficción
- Proyectos que usen la tecnología digital
Una cosa interesante que me ha hecho pensar bastante es que la publicidad del Doclab se focaliza en abordar una temática más extensa que la circunscrita al documental interactivo: la "realidad interactiva". Con eso se cubren las espaldas ya que, depsués de tres o cuatro ediciones asistiendo como público, me he dado cuenta que muchos proyectos no son para nada lo que entendemos por webdocs, documentales interactivos en otras plataformas o proyectos transmedia documentales. El documental interactivo se encuentra dentro de una área mayor que podríamos denominar como "no ficción interactiva" y que comprende otros discursos, formatos y géneros (periodismo, ensayo, vídeos institucionales, etc.). Sonnen, como era de esperar, se anticipó al futuro y amplió el espectro de intervención para que su evento fuera más abierto y, por extensión, más rico en matices.
A partir de aquí la cosa aun se pone más interesante y Sonen divide el resto de su ponencia en el pasado, el presente y el futuro del campo del documental interactivo. Vale mucho la pena esperar al final de su intervención y escuchar sus ideas premonitorias sobre el futuro, ya que se le considera un visionario en varios sentidos.
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