En el post anterior y que inauguraba esta serie sobre el fenómeno Florian Thalhofer, su software y sus proyectos, presentamos a nuestro invitado de esta serie y Korsakow, el primer programario para producir webdocs sin tener que escribir una sola línea de código. Los seguidores de este blog ya saben un poco de ello, pues presentamos en posts anteriores varias herramientas para ello, como el mismo Korsakow, Klynt, Popcorn o Zeega, entre otros.
¿Pero, por qué llamó Thalhofer a su creación Korsakow? Según la Wikipedia, el síndrome de Wernicke-Korsakoff es un trastorno mental en el que la memoria y el aprendizaje se ven afectados. Este síndrome puede ser ocasionado por dos causas concretas: por una deficiencia nutricional o por un abuso excesivo de alcohol. La psicosis de Korsakoff es resultado del daño producido en áreas del cerebro involucradas en la memoria, y que se manifiesta en forma de amnesia anterógrada (dificultades para crear recuerdos nuevos) o como amnesia retrógrada que desembocará en una dificultad para acceder a recuerdos del pasado (memoria autobiográfica).
Los síntomas más característicos del Síndrome de Korsakoff son la amnesia (un trastorno del funcionamiento de la memoria) y la confabulación (la persona rellena los vacíos de su memoria a través de la invención de historias, consideradas completamente verídicas por el paciente) (Kopelman et al., 2009). Thalhofer le puso este nombre a su software porque estaba convencido que este síndrome empujaba al que lo sufría a contar historias de manera compulsiva. Todo ello lo contaremos en el siguiente proyecto, el primero producido con el programario.
Nos vamos a centrar en el primer proyecto no lineal - que en el fondo si que lo era - de Thalhofer: Small World -Kleine Welt [Pequeño mundo, 1997]. Producida en el año 1997 bajo la categoria de "historia fotográfica no lineal como proyecto final de licenciatura en la Universidad de las Artes de Berlin junto a Berke Bas (que como veremos le acompañará en el viaje de Korsakow durante varios años), se trata de 54 breves historias de lo que supone vivir en una ciudad pequeña.
Utilizando el formato del pasador de fotografias interactivas, hay que entender el porque de esta elección por parte de Florian: Internet había aparecido en el año 92 más o menos, con lo que plantear este proyecto online, con el peso de las fotografías, hubiera sido inviable. Florian planteó un pasador de imágenes interactivo utilizando el programario Director (en soporte CD Rom), y aunque no se puede descargar ya en la actualidad esta aplicación, los que tuvimos fortuna y nos la descargamos hace tiempo, nos dio muy buena impresión en general. Se que con palabras es dificil aproximarse a la realidad y más a un proyecto, pero es lo que nos toca al estar esta obra ubicada en la prehistoria de los documentales interactivos.
Imagen de la interfaz del CD-ROM Small World - Kleine Welt
Florian Thalhofer creció en Schwandorf, una aldea en la región bávara de Oberpfalz con una población de 27.000 personas, cerca de la República Checa. Además, con la guerra fría, esta pequeña localidad fue marginada debido a su cercanía con el telón de acero. El autor presenta un retrato de Schwandorf, una elegía acerca de este pueblo, al haber nacido y haberse criado en un lugar en medio de la nada que cambió cuando planearon construir una planta de reprocesamiento nuclear. Ahí llega el clímax de la historia.
Imagen de la interfaz del CD-ROM Small World - Kleine Welt
Small World representa el primer acercamiento de Thalhofer en la creación de una narrativa interactiva, y es anterior a su desarrollo del Sistema Korsakow. La obra se ha expuesto a nivel internacional y ganó el premio literatur.digital en 2002. Un elemento constante que da apoyo a la narración en sí es la voz de Thalhofer, que ejerce de narrador improvisado. Hay que señalar que no se trata de un documento histórico o reportaje socio-periodístico, sino una historia personal de vivencias muy intensas, la obra de un narrador que presenta imágenes, sonidos, documentos y anécdotas de su ciudad natal a una audiencia poco acostumbrada al medio interactivo.
Imagen de la interfaz del CD-ROM Small World - Kleine Welt
Florian nos lleva a la plaza del pueblo, la escuela, las tiendas, los bares, un garaje y una serie de lugares en los alrededores de la aldea con la que asocia sus recuerdos. La interactividad a disposición del usuario es mínima, pero se intuye lo que catalogábamos en el post anterior como SNU (Single Narrative Units) y POC (Points of Contact), las unidades de significado que después formarían la base del sistema Korsakow. Los enlaces se ofrecen en una pequeña ventana en la parte superior derecha, y esta estructura de los hipervínculos asegura además que el usuario visitará correctamente todas las escenas.
Es una historia sin argumento, sin línea narrativa: no hay personajes principales, solo un guía omnipresente, el mismo Thalhofer, el narrador. Aunque Thalhofer no realiza ningún intento de escenificar el pasado, todo gira alrededor del tiempo que pasó en su juventud en Schwandorf, soñando con alcanzar el gran mundo exterior. Un mundo exterior que le invade cuando el gobierno quiere construir una central nuclear en la década de los ochenta y los activistas de todo el país se oponen a ello.
Thalhofer retrata de forma magistral la pequeñez de su ciudad natal sin sentimentalismos, con simpatía y humor. Una aportación simple en el contenido pero compleja en la forma por aquel entonces, nada desdeñable para ser el trabajo compendio de su carrera universitaria. Prometía mucho aquel joven de 21 años...
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