Con este post cerramos esta extensa serie donde recorrimos las principales obras de un artista en mayúsculas, capaz de crear películas, programar, diseñar, formar, etc. La primera obra que analizaremos en este post, realizada pero no acabada en 2007 junto a Forgotten Flags, es 1000 stories. This American life, this German life.
La web no está online pero si os apetece tener acceso a ella podéis rellenar un formulario y podréis acceder a una versión antigua. En este proyecto, del que tampoco he podido encontrar ninguna imagen (hay algunos proyectos de Thalhofer que son más bien fantasmas, "arqueología de los nuevos medios", como sus dos primeras obras o esta que estamos citando ahora), se llevaron a cabo dos rodajes de forma simultánea entre octubre y noviembre de 2007, uno en los Estados Unidos y otro en Alemania.
Las rutas no fueron planeadas de antemano, sino improvisadas: Florian Thalhofer, un alemán en Estados Unidos, viajó en moto, mientras en Alemania Marc Simon realizaba el rodaje en coche. Lo que surgió fue un retrato de dos países vistos desde la perspectiva del forastero. Quien lo financió, una vez más, fue el Goethe-Institut (esta vez de Nueva York), con el apoyo adicional de BMW. Como primera conclusión final podemos afirmar que realmente Thalhofer pudo producir buenos proyectos a bajo coste durante esta primera década del siglo XXI porque contaba con las generosas aportaciones del Goethe Institute como mecenas. No está mal. ¿No firmaríais con ellos?
Interfaz del proyecto Planet Galata
Después de producir 2 proyectos en 2004 y 3 en 2007, Thalhofer se tomó un descanso merecido de tres años (nunca comentó porque no produjo entre 2007 y 2010, pero bien es cierto que realizó otras cosas durante ese periodo, como textos y experimentos de otra clase). Fue un tiempo que aprovechó para reflexionar sobre la forma y perfeccionar la técnica. Y llegó 2010, cuando volvió a los orígenes y se aliaó otra por tercera vez con Berke Bas, esta vez con el objetivo de filmar en el país de origen del artista turco, concretamente en Istanbul.
Interfaz de Planet Galata
Planet Galata -fruto de esta colaboración entre Bas y Thalhofer- es un retrato documental basado en las dinámicas de los personajes que habitan o cruzan el Puente Galata a diario, en Estambul, un microcosmos que refleja la rica diversidad cultural de la ciudad en su conjunto. Un gran número de personas viven y trabajan alrededor del puente, como por ejemplo dueños de restaurantes como Kemal, Gaffur y Erkan, barrenderos como Bayram y Erdogan, o el curioso inspector de puente Ömer, que en secreto se considera el "rey del puente."
A su vez, el visitante selecciona la gente que quiere seguir, y mientras que varias historias se pueden reseguir en las pantallas partidas, una variedad de caminos alternativos se muestran alrededor de ellas. El visitante, como en todos lo K-Films analizados hasta el punto, construye su propia historia mediante la combinación de los bloques de construcción mínimos formados por narrativas audiovisuales (Single Narrative Units).
Rodaje del proyecto Planet Galata
Aunque inicialmente se planteó una versión lineal de la película, nunca se llegó a realizar. Y, como posteriormente afirmaría Thalhofer, en realidad la idea de realizar la película lineal ayudó a financiar el webdoc, que es donde quería llega el mismo Thalhofer. Un tipo listo que nos ha enseñado varias cosas en su extensa trayectoria y que hemos ido desgranando en esta serie de 9 posts, y que resumimos a continuación:
1- Que la historia siempre importa més que la tecnologia: todas sus películas tienen una estructura exacta y la misma disposición de los elementos, pero cada tema engancha de un modo distinto.
2 - Supo buscar su sustento para poder producir cuando el modelo de negocio no existía.
3- Se diseñó su propio programario para hacer sus películas: no esperó a las grandes empresas como Macromedia o Apple, el lo hizo a su manera. Toda una declaración de intenciones...
4 -Nos enseñó y animó a muchos a ver, pensar y hacer las cosas de un modo distinto. Un inconformista pero con discurso, con algo que decir.
5 - Luchó y lucha activamente contra la doctrina que predica que el cine lienal es mejor que el interactivo. En eso tengo mis reservas, pero por lo menos dignificó los nuevos medios y los situó a la altura de los tradicionales.
Su figura, pensamiento y obras, sin duda alguna, han transformado el modo en como entendemos, diseñamos y analizamos los proyectos interactivos.
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