Después de presentar a tres pioneros de la realidad virtual como Jaron Lanier, Charles Wheatstone y Fred Waller, nos vamos a detener en otro gran inventor en relación a las sistemas de simulación audiovisual del siglo XX, precursores directos todos ellos de la realidad virtual: Morton Heilig.
Heilig estudió filosofía en la universidad de Chicago. En 1950 obtuvo la graduación en dirección cinematográfica en el Centro Experimentale de Roma, y en 1958 completó el master en comunicación artística de la Universidad de Pensilvania. Este fue un momento clave en su trayectoria porque empezó a investigar con máquinas con el propósito de simular experiencias humanas y sensoriales con ellas.
Morton Heilig
Con una visión particular de las cosas, se puede decir que Heilig vivió avanzado a sus tiempos. Así definía a su invento, el "Sensorama":
"La presente innovación se relaciona en general con un aparato simulador, y, más en particular, con un aparato que estimule los sentidos de un individuo para que simule una auténtica experiencia de un modo realista."
Y de este modo veía Heilig el cine del futuro:
"La película de celuloide es un medio grosero y primitivo de registrar la luz y ya está siendo reemplazado por una combinación de una cámara de televisión y un grabador de cinta magnética. De forma similar, el registro del sonido en películas o discos se va reemplazando por el registro en cinta ... es fácil imaginar el cine del futuro " ¡Abra los ojos, escuche, huela, toque ...!
El Sensorama, inveno patentado por Morton Heilig
El Sensorama nace de la tradición simulativa de llenar todos los sentidos perceptivos. La máquina de Heilig consistía en una cabina con un asiento y un volante móvil, unas gafas estereoscópicas con reposacabezas, dos altavoces estéreo a cada lado, un dispositivo que emitía olores y ventiladores para eliminarlas. Al proyectar la película los mecanismos se activaban creando la ilusión real de un paseo de noche.
Heilig, fascinado con las posibilidades del Cinerama de Fred Waller, patentó el 1958 el la primera máquina más o menos integral de realidad virtual, aunque no contaba con la matemática informática aplicada. El Sensorama era una máquina como las que conocemos en las máquinas recreativas que utilizaba respuesta sinestésica -es decir, activaba movimientos físicos respondiendo a diferentes estímulos del usuario- y proporcionaba olores ambientales. Se trataba, según el mismo Heilig, de un "teatro de la experiencia" o "un arte de la conciencia".
El primer modelo simulaba la experiencia de conducir una moto por Brooklyn. Se podía oler la gasolina y también el olor de la pizza mientras se pasaba delante de la pizzería. El Sensorama fue el primer simulador diseñado para el entretenimiento, ahí radica su importancia.
Diseño del Sensorama
Heilig también se interesó en máquinas de juego multisensoriales, en nuevos conceptos de cine y teatro interactivo, los cuales llamaba "participatorios". Heilig fue también pionero en la construcción del HMD (Head Mounted Display) o casco virtual, que Ivan Sutherland perfeccionó en 1968 incorporando el factor informático.
Modelo comercial del Sensorama
En mi investigación me ha interesado mucho este experimento, pues es la máquina que más se acerca a las gafas 3D, porque en cierto modo es inmersiva al máximo y avanza muchos aspectos que las Oculus Rift y otros modelos de gafas actuales están contemplando.
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