En los primeros dos posts hemos mencionado dos nombres propios de la Realidad Virtual como Jaron Lanier o Charles Wheatstone. En este post seguimos con el repaso histórico de esta tecnología y ciencia e introducimos un nombre propio más a la ecuación: Fred Waller.
La realidad virtual es una consecuencia del perfeccionamiento de las técnicas de simulación audiovisuales, que comenzaron con las primeras exhibiciones cinematográficas que fueron proyecciones de una locomotora en salas que imitaban los vagones de tren. La llegada de la televisión en los hogares norteamericanos conllevó que las grandes compañías de Hollywood experimentasen la crisis que provocó el hecho de que los espectadores ya no se desplazaran a las salas de exhibición. Corrían los años 50 y el cine fue cambiando por una tecnología electrónica. Fue una época donde todos los viejos proyectos de investigación respecto a nuevas máquinas se recuperaron y se volvieron atractivos. El criterio que se adoptó a la hora de recuperar el tiempo perdido en relación a la tecnología fue conseguir cosas que la televisión no era capaz de hacer, situación que motivó el cine tridimensdional, el sonido estereofónico, las pantallas anchas, etc.
Y de este modo llegamos al invento del cinerama de Fred Waller. El objetivo era hacer más anchas las pantallas que hasta entonces componían un rectángulo muy pequeño como campo visual. Waller construyó para las fuerzas Aéreas de Norteamérica un display para proyectar los primeros simuladores de vuelo: estos contaban con cinco cámaras, dos arriba y tres abajo, con la intención de cubrir las áreas periféricas del campo visual humano. Para hacerse una idea visual, más allá de la abstracción de mis plabaras, recomiendo mirar este video:
Video donde se explica la historia del Vitarama y el Cinerama
Después de la segunda Guerra Mundial Waller se centró en Hollywood y creó un conjunto de películas que fueron proyectadas de manera sincronizada sobre tres pantallas que se curvaban hacia dentro. Waller tuvo la ayuda de un productor, Mike Todd, con el que creó la primera película llamada This is cinerama. Fue un gran éxito ya que la pantalla envolvente creó la ilusión de la presencia. Como en los principios del cinematógrafo, algo nuevo se podía contemplar por primera vez...
Proyector Cinerama de Fred Waller, de los que solo había 3 en todo el mundo
El "Cinerama", en definitiva, fue el nombre comercial que se dio al proceso de filmar con tres cámaras sincronizadas y proyectar por medio de tres proyectores de 35 mm trabajando en igual sincronía, una imagen panorámica, incrementando su detalle y tamaño, sobre una enorme pantalla de cierta curvatura. El sonido era estereofónico, de siete pistas, y estaba grabado sobre una cuarta banda magnética de 35 mm a la vez sincronizada con los proyectores. Este dispositivo técnico Waller ya lo había ensayado con precisión previamente, pues había presentado en la Feria Mundial de 1939 en Nueva York un equipo de 11 proyectores llamado "Vitarama".
Fred Waller con su Vitarama, cámara con 11 objetivos
Pero el Cinerama no era perfecto, pues la imagen proyectada contenía dos lineas donde se unían los tres paneles que eran difíciles de ocultar, lo cual era una distracción para la audiencia a pesar de la buena definición del resto de la imagen. Las películas en Cinerama fueron en su mayoría documentales de viajes, formato y tema que se adaptaba a la perfección al tipo de sistema. La primera cinta que se rodó fue el documental Esto es Cinerama, pero posteriormente la Metro Goldwyn Mayer, en asociación con la empresa Cinerama, produjo dos películas de ficción: El maravilloso mundo de los hermanos Grimm (1961) y La conquista del oeste (1962).
Proyector Vitarama de Fred Waller
La organización Cinerama produjo otros cuatro episodios centrados en los viajes: Cinerama Holiday (1955), Las Siete Maravillas del Mundo (1956), La búsqueda del paraíso (1957) y La aventura en el Mar del Sur (1958).
El sistema, ciertamente mastodóntico, presentaba además problemas debido al alto coste de las producciones, y toda la técnica necesaria para exhibirlas. Más adelante, tratando de buscar una alternativa al sistema que eliminara sus desafíos técnicos, se empezaron a producir películas en 70mm filmadas con una sola cámara que se vendían como Cinerama, pero que no estaban realmente filmadas en el proceso original.
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