Acción contra el Hambre es una organización internacional no gubernamental creada en 1979 por un grupo de doctores, científicos, y escritores franceses con la misión de terminar con el hambre en el mundo. Tras intervenir con diferentes misiones en África, Oriente Medio, Asia y los Balcanes, la organización fue reconocida en la década de los 1990 como pionera en la lucha contra el hambre.
Alrededor de 500 cooperantes y 5.000 trabajadores trabajan en esta Red Internacional en cuarenta países en torno a cuatro ejes de intervención: nutrición, salud, seguridad alimentaria y agua y saneamiento.
La asociación lanzó el 8 de diciembre de 2014 una nuevo webdoc, Echoes of Tsunami. El proyecto pone de relieve la importancia de la preparación para afrontar los desastres potenciales que nos acechan. Se trata de una obra en la línea de proyectos que comentamos hace unas semanas como Disaster Resilience Journal (2014) y Réfugiés (2014).
Lo cierto es que una tendencia del webdoc que día a día se consolida más es la dedicada a sensibilizar a la población utilizando las historias -el storytelling- como catalizadoras de conciencia. Webdocs que despiertan sensibilidades y conciencias, una de las misiones más elevadas del género documental que ya pudimos ver en Challenge for Change o varios proyectos que avisan que este formato es idóneo para estimular el cambio social.
La devastación del tsunami fue otra evidencia que puso de relieve la falta de preparación de las comunidades y las autoridades frente a un desastre de tal magnitud. A partir de esta observación, creció la idea de que si se podía hacer algo esto dependía del nivel de preparación y anticipación que podría mitigar significativamente el impacto de sucesos trágicos. El proyecto nos propone un viaje por 4 localidades devastadas por el seísmo: Lampulo Por y Aceh Market, en Banda Aceh; Krueng Raba, en Lhokgna; y Pulau Bunta, en Aceh Off.
A partir de lo sucedido en estos cuatro lugares, se activaron un conjunto de planes para evitar los desastres o la gestión de riesgos, parte de los programas ya implementados por Acción contra el Hambre en otros países. Dentro de las poblaciones y entre las autoridades locales, los equipos diseñan medidas de protección hacia los fenómenos meteorológicos extremos, incluida la seguridad y la protección de los medios de vida de los alimentos.
El terremoto del océano Índico de 2004 fue un terremoto submarino que ocurrió el domingo 26 de diciembre de 2004 con epicentro en la costa del oeste de Sumatra (Indonesia). El terremoto ocasionó una serie de tsunamis que afectaron los extraradios de la mayoría de los países que bordean el océano Índico, matando a una gran cantidad de personas a su paso e inundando a una gran cantidad de comunidades costeras a través de casi todo el sur y sureste de Asia, incluyendo partes de Indonesia, Malasia, Sri Lanka, India y Tailandia.
El análisis más reciente generado por las Naciones Unidas ofrece una cifra escalofriante de defunciones: 229.866 pérdidas humanas, incluyendo 186.983 muertos y 42.883 personas desaparecidas. La magnitud del terremoto fue registrada originalmente como de 9,0 en la escala Richter. La situación apremiante de miles de personas damnificadas de varios países incitó una respuesta humanitaria extensiva: en total, la comunidad mundial donó más de 7 mil millones de dólares en ayuda humanitaria a los afectados por el terremoto.
Uno de los aportes originales del proyecto que no había visto aún es su capacidad inmersiva a partir de la utilización del sonido. El proyecto utiliza la cámara del ordenador para detectar cuando el usuario, previo aviso, cierra los ojos para lanzar el audio de lo acontecido durante esas horas fatales en los cuatro lugares donde se pudo recrear sonoramente lo sucedido. En la pantalla la imagen desaparece y solo se genera una onda sonora, como se observa en la imagen superior. ¡Si podéis probarlo, realmente se te ponen los pelos de punta!
Además también se explican en detalle todas las medidas que tomó la asociación, a modo de cronología. 10 años después de la hecatombe, Acción contra el Hambre trae recuerdos a través de una notable experiencia digital que nos recuerda la importancia de planificar y estar atentos para que eso, que nunca debió pasar, no se repita otra vez.
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