Vamos a empezar esta semana de manera desconcertante, pero en el sentido positivo. La última obra producida por el NFB te deja esa sensación de estar como en tierra de nadie, pero después de varias navegaciones por el proyecto te das cuenta de los detalles sutiles, de como, sin una palabra, la obra te dice muchas cosas. Pero, como la interactividad en sí misma, debe ser el sujeto que experimenta el que saque sus conclusiones, porque todas están ahí esperando a ser descifradas.
A Way to Go es una obra interactiva e inmersiva dirigida por Vincent Morisset con música y sonido de Philippe Lambert, desarrollo web de Édouard Lanctôt-Benoit y animaciones, dibujos y disfraces a cargo de Caroline Robert. El proyecto ha sido creado por la productora de Morrisset, AATOAA, en coproducción con el NFB y France TV.
Vincent Morrisset es un artista y realizador que lleva tiempo en la vanguardia de la experimentación con piezas interactivas, sobretodo en el campo de la creación publicitaria y de los videoclips. Con Arcade Fire -de los cuales se ha convertido en su director de los videoclips más experimentales-, por ejemplo, ya creó Sprawl II - Mountains beyond mountains, donde se puede visionar una versión lineal del videoclip y navegar por una de interactiva.
Pero sin duda alguna, la pieza que le ha dado más relevancia es Just a reflektor, una proyección virtual nacida a partir del encuentro de este creador y Aaron Koblin, el cerebro del laboratorio creativo de Google, durante el festival OFFF de Barcelona. Ahí surgió la semilla que en posteriores encuentros se materializó en este videoclip en esencia lineal pero donde el usuario puede alterar la luz y el color, creando extraños efectos. Hace dos años el proyecto fue seleccionado por el IDFA Doclab.
Analizar toda la obra de Morrisset en detalle lo haremos en una futura serie, porque hay mucho que explicar y recorrer, pero lo más innovador que ha presentado hace pocas semanas es el proyecto A Way to Go. El autor lo define como "una experiencia interactiva basada en un paseo por el bosque", pero es mucho más que eso.
De izquierda a derecha, los autores del proyecto: Caroline Robert, Philippe Lambert, Édouard Lanctôt-Benoit y Vincent Morisset
De entrada, como usuario, me sentí perdido, no entendía bien mi papel en la historia. Un ser extraño era mi avatar y debía andar, mirar y centrarme en el detalle de algunos objetos durante el paseo. ¿Y eso era todo? ¿Cuál era mi objetivo? Muchas preguntas y ninguna respuesta, solo seguir avanzando...
¿Es un documental? Pues en esencia no, aunque cuenta con el punto de vista del autor cuando selecciona lugares y detalles de la naturaleza rodados en Canadá, y nos hace reflexionar sobre ciertos aspectos, de paso.
¿Es un ensayo¿ No en esencia, pero experimenta con el dispositivo y la forma, así que se ensaya en cierto modo.
¿Es ficción interactiva? Tampoco, pero todo está creado sintéticamente, así que tiene muchos elementos comunes con los videojuegos.
Yo recomiendo probar la experiencia en Oculs Rift, pero cuidado no os mareéis mucho, a mi me costó volver a la realidad... Sino también funciona desde cualquier navegador, mejor evitar pero el Explorer, para variar.
Por lo tanto, no es nada en concreto pero bebe de la no ficción y de la ficción, experimenta e innova. Lo es todo y nada a la vez, y esa es precisamente mi conclusión. Es la evolución de las piezas anteriores del autor en una obra coral que deja más interrogantes que respuestas. Y, al final, la pieza aturde más que aclara. ¿Pero, y si eso fuera lo que el artista pretende? Que cada uno saque su conclusión y la comparta en los comentarios, si os animáis.
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