En este post vamos a hablar de un proyecto que me ha impactado bastante. No lo digo por la forma y técnica en sí, pues el tipo de estructura y propuesta visual ya la hemos visto mucho en los webdocs de los últimos años, una mezcla efectiva entre imagen fotográfica y audio. Lo que me ha llamado poderosamente la atención es la capacidad sugestiva de transportarnos más allá de los hechos, más allá de la capital de un país cualquiera y de una problemática, más allá de las generalidades para entrar en los detalles, para entrar en la vida y no quedarnos en la superficie.
Life after death es un webdocumental de bella factura que nos adentra en la pequeña localidad de Barkedu, a unos 140 quilómetros al norte de la capital de Liberia, Monrovia. Este ha sido uno de los lugares más castigados por la epidemia del ébola en Africa. Si bien muchos medios y diarios le han dado una cobertura interesante al problema -ver el caso del Daily Mail del Reino Unido, donde se proyecta visualmente todo lo acontecido en 2014-, no hay muchos ejemplos (aún) donde la información se mezcle con la narrativa para ofrecer una experiencia profunda y transformadora.
En el caso de esta epidemia, muchas veces la información se focaliza en las capitales de los países afectados como Sierra Leone, Liberia o Guinea. Pero, ¿qué pasa con y en las comunidades rurales? Estas acostumbran a ser las más desamparadas sin apenas ayuda humanitaria y con índices de miseria descomunales. Como no hay apenas cobertura mediática, perece a veces como si no existieran. Este proyecto pretende dar voz a una de estas comunidades, que por extensión las representa a todas.
El viaje por el pueblo que nos propone este webdoc va penetrando en las entrañas de una sociedad que no entiende la palabra individualismo y que prima por encima de todo la comunidad y la ayuda al prójimo. De hecho, la historia explica que este virus se extendió como la pólvora en este emplazamiento porque las tradiciones del pueblo pasan por tener contacto con los muertos a través de los rituales y para enterrarlos, y que allá la tradición es sagrada. Eso, unido a la ignorancia sobre el virus, hace que el cóctel haya sido explosivo, hasta el punto de matar a familias enteras y diezmar a la comunidad de manera notable.
La producción ha sido realizada por NPR (National Public Radio), una organización de medios con financiación pública y privada que funciona como una gigantesca red de 900 estaciones de radio pública en los Estados Unidos. NPR produce y distribuye noticias y programación cultural, y se empieza a preocupar de difundir los problemas del mundo usando formatos atractivos como el reportaje y el documental web.
Al final de la historia, aprovechando el impacto emocional que produce, se ofrece al usuario la posibilidad de realizar una donación -cada uno en la medida de sus posibilidades- suficiente para salvar vidas y costear tratamientos médicos. Vemos otra vez la función importante del webdoc para estimular el "call to action" y movilizar a la sociedad.
Y por último, os dejamos un regalito que nació fruto de este trabajo, ya que un grupo de música local (de hecho no pude averiguar si realmente son músicos o no, con lo que aún tiene más mérito si no se dedican a ello) creó una breve canción muy enganchosa para informar a la sociedad y a la comunidad de los riesgos del ébola.
El vídeo es muy sencillo pero el ritmo de la canción es original, y además transmite un mensaje que evitará futuros contagios y muertes. ¿Se le puede pedir más a una canción?
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