Vamos a entrar de lleno en la segunda parte de esta breve serie en el proyecto Do Not Track. No os lo voy a poder explicar todo en detalle porque nadie -más allá del equipo creador- ha tenido acceso a él aún, ya que es un documental partido en siete episodios. Uno de los recursos que la web está tomando de la televisión -normalmente sucede al revés pero esta estrategia parece funcionar en la web- es la serialización del contenido. Así se puede mantener enganchada a la audiencia a lo largo del tiempo y se obtienen picos de recepción durante diferentes semanas-meses.
De este modo, los productores han lanzado rápido los dos primeros capítulos de una sola vez (para enganchar a la audiencia) y ahora nos van a hacer esperar dos semanas cada vez para poder degustar un capítulo nuevo ¡No hay derecho! Sea como sea, el capítulo tercero se lanzará el 28 de abril, el cuarto el 12 de mayo, el cinco el 26 de mayo, el sexto el 9 de junio y el séptimo el 9 de junio. En verano ya lo podremos degustar al completo.
Este es el esperado resultado de una coproducción en la que han colaborado la cadena Arte, el National Film Board, Bayerischer Rundfunk, Radio-Canada e Upian y se puede consultar en inglés, francés o alemán. Pero vamos a lo que promete más y donde podremos sacar más jugo interpretativo: el tema. El proyecto versa sobre el uso de la información personal que compartimos en Internet. La metáfora propuesta ofrece la posibilidad de proporcionar información personal al sistema para disfrutar de una experiencia más personalizada (o aterradora, según como se mire), y de este modo observar lo que sucede a tiempo real con nuestros datos.
Este concepto se conoce como "minería de datos" o "exploración de datos", descrito en la Wikipedia como "un campo de las ciencias de la computación referido al proceso que intenta descubrir patrones en grandes volúmenes de conjuntos de datos". Para llevar a cabo tal proceso se utilizan los métodos de la inteligencia artificial, aprendizaje automático, estadística y sistemas de bases de datos. En suma, el objetivo general del proceso de minería de datos radica en extraer información de un conjunto de datos y transformarla en una estructura comprensible para su uso posterior.
Una de las realidades que los dos primeros capítulos evidencian -duran menos de diez minutos cada uno y pasan muy bien- es como la mayoría de movimientos que hacemos en la red son rastreados y registrados. Cada episodio tiene una duración limitada -eso tranquiliza al usuario más impaciente- y propone una temática relacionada entre sí de partida, pero sin duda el gran valor añadido es que el usuario tiene la oportunidad de interactuar con el visionado: mediante el uso de métodos y herramientas de seguimiento es totalmente consciente de cómo su actividad en Internet puede ser utilizada para conocer el máximo de detalles sobre él.
Resumiendo: en esencia el documental es lineal pero hay algunos puntos insertados en los episodios en los que se nos solicita información para hacernos partícipes de como esta puede ser utilizado para otros fines. Se nos puede preguntar en qué medios nos informamos o dónde navegamos para pasar el tiempo, pero todo ello es opcional y la política de rastreo del proyecto es muy clara al respecto (¿un guiño a las grandes corporaciones?), comprometiéndose a no realizar ninguna otra acción con los datos.
El primer capítulo (Morning Rituals) nos introduce algunos actores que se aprovechan de la información que generamos en la red, reflexionando sobre palabras como "cookies", mientras que el segundo (Breaking Ad) nos adentra en los orígenes de Internet y como esta fue imaginada a nivel económico. El tercero verá la luz la semana próxima y se centrará en como los "me gusta" de Facebook son indicadores de nuestros gustos y preferencias. Así que mejor no darle tanto al "like" de ahora en adelante...
De entrada (mejor no saberlo porque impacta más), te quedas atónito de ver como el mismo sistema, en pocos segundos, puede averiguar desde qué ciudad te conectas, qué tiempo hace y qué sistema operativo usas. Como aperitivo... y así en cada uno de los siete episodios, donde paulatinamente se demuestra hasta qué punto, a través de internet , las empresas pueden averiguar todo tipo de aspectos de la vida de sus usuarios. ¿O se pensaban que Internet era un medio realmente gratuito y transparente?
La serie documental se personaliza para cada espectador si damos nuestros datos como el correo electrónico,para demostrarle qué se puede saber con los datos que acostumbramos a dar sin pensar a todo tipo de servicios.
Además tiene una sección de comentarios y discusión que está calentita calentita...y creo que le hace mucho bien a este proyecto, porque el diálogo es una cuestión fundamental como herramienta de catarsis y de exteriorización de miedos y frustraciones para la audiencia.
Personalmente creo que es un proyecto necesario que no existía hace poco y que este año, con el permiso de la última producción e iteración de Highrise , se lo va a llevar todo en los principales certámenes de documental interactivo. Me preocupa mucho lo que pueda desvelar el proyecto y su investigación, porque me da que hay muchas cosas turbias que no se saben pero que ya es demasiado tarde para borrar nuestra identidad digital online y, por extensión, toda la actividad que hemos generado desde el nacimiento de la web. Veremos con que nos salen en el tercer episodio, yo ya estoy como con Juego de Tronos T5, que me como las uñas...
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