Hace pocos días ha pasado una de esas cosas que no ocurren muy a menudo en el campo del documental interactivo: ha salido a la luz un proyecto que marcará tendencia y que se situará rápidamente en el panteón de los documentales interactivos. Esto acostumbraba a ocurrir cada dos años aproximadamente en este reducido ámbito, pero este factor se viene acelerando poderosamente durante los últimos años porque la producción de documentales interactivos goza cada vez más de buena salud.
Esta tendencia de los grandes proyectos que marcan época se inició aproximadamente en 2008 con proyectos como Gaza-Sderot, siguiendo hasta el momento actual con otras producciones notables como Welcome to Pine Point, Highrise, Prison Valley, Alma. Una historia de violencia, I love your work o Last Hijack Interactive, entre otros. Otra tendencia que advertimos ya en otros posts es que normalmente, en todos estos proyectos, siempre aparece ARTE o el NFB como co-productor (básicamente gracias a ellos se llegan a producir, no nos engañemos), pero en el caso que nos ocupa los dos actores implicados intervienen, junto a otros prestigiosos socios como Upian o BR, un radiodifusor alemán. La alianza entre NFB y ARTE ya es un hecho consumado y solo le puede llevar ventajas al formato, como es el caos que presentamos hoy.
Hay otra anécdota divertida que situa el contexto y génesis de este proyecto: después de la maratón de prototipaje del interDocsBarcelona, algunos participantes me preguntan cada año si lo que han hecho va a poder llevarse al ámbito profesional algún día. La respuesta es Do not track, un proyecto que realiza el proyecto inverso al que estamos acostumbrados cuando navegamos, es decir, saber quienes son las empresas que nos siguen la pista de nuestros datos por Internet.
Y es que el germen de este proyecto nació en el contexto de una Tribeca Hacks, donde su autor propuso la idea y se desarrolló un prototipo inicial. Meses de viajes por festivales y mercados y mucho dinero obtenido han hecho el resto. Lo podéis disfrutar desde hace 3 días, aunque se trata de una webserie que se irá colgando gradualmente, cada dos semanas para un total de hasta 7 capítulos-partes.
Un ejemplo de visualización de datos de como algunas empresas trackean los datos de los usuarios retroalimentándose con otras
En el Tribeca Hacks Brett Gaylor propuso una idea provocadora: ¿por qué no seguir a las empresas que nos siguen (concepto de "track" en inglés) para saber más de ellas, de los mecanismos que utilizan para hacerlo y de como nos afecta a nosotros como usuarios?
Y ta dicho, tal hecho. Han pasado ya algunos meses desde esa hackathon en los cuales el equipo de Gaylor, con la complicidad de Upian, se ha recorrido los principales pitch y mercados interactivos hasta conseguir la financiación de socios clave como Arte, el National Film Board o Bayerischer Rundfunk. Y otra vez Alexandre Brachet se sale con la suya: colocar una producción de documental interactivo en lo más alto, como ya hiciera con títulos clásicos como Gaza-Sderot, Prison Valley o Alma. A tale of violence. Este productor francés, cara y alma de Upian, donde pone el ojo acierta, y cada dos años participa, de un modo u otro, en una producción de nivel altísimo.
Si bien ya conocemos las mañas de Arte y el NFB, aquí entra un nuevo socio con mucho poderío como Bayerischer Rundfunk (BR), la radio y televisión pública de Baviera. Fundada en 1949, BR Forma parte de la ARD (organización conjunta de radiodifusoras públicas de Alemania). El grupo gestiona diez emisoras de radio (cinco en señal abierta y cinco digitales) y dos cadenas de televisión, aportando contenidos a los medios nacionales de la ARD.
<El director de la serie documental, Brett GaylorBrett Gaylor, el director de la obra, es considerado por muchos como un pionero y revolucionario de la web. Brett dirigió el galardonado documental Rip! A Remix Manifesto, ha creado Open Source Cinema.org, ayudó a fundar homelessnation.org y lideró la iniciativa Webmaker de la Fundación Mozilla para ayudar a convertir a los consumidores en creadores. Repasando sus hits o milestones (creaciones clave), me quedo con dos de ellos: la tecnología Popcorn para generar interacción (parte del proyecto WebMaker), y el documental lineal RIP! A remix manifesto.
En relación a Popcorn, ya nos referimos a este editor multimedia en un post anterior cuando establecimos el ABC de los webdocs. Ahora, con el tiempo, han perfeccionado el editor que evita que tengas que programar, llamado Popcorn Maker.
Brett es uno de esos perfiles difíciles de encontrar porque, además de ser cineasta, domina el código y tiene una visión de la web adelantada a su tiempo. No es la figura del tecnólogo creativo pero se acerca a ella. Lideró varios años el departamento Web Made Movies de Mozilla, innovando en la forma en que consumimos e interactuamos con la imagen en Internet. A nivel audiovisual, destacó por el proyecto RIP! A remix manifesto, en el que se critica el hecho que a la cultura del remix se la criminalice y se la tache de pirata y plagiadora.
De hecho, la cultura del remix siempre ha existido porque siempre mezclamos elementos para obtener nuevas formulas (desde los inicios de la creación). Podéis ver el trailer del proyecto (arriba) y si os quedáis con más ganas, el documental entero con subtítulos al español (abajo).
En la segunda parte de este post entraremos de lleno en este proyecto y analizaremos algunos aspectos clave de su contenido. De momento, ir navegando la web - los dos capítulos que hay hasta el momento- y en pocos días lo comentamos, ok?
muy interesante punto de partida para comenzar con los docs interactivos.. Enhorabuena por este magnifico blog..
Existe versión en castellano de Do not Track?
Publicado por: Albert | 07/08/2019 en 13:40