En el primer post de esta serie nos adentrábamos en proyectos que versaban sobre la crisis económica como No es un crisis (2013) o Voces de una generación (2014). Si bien estos dos primeros ejemplos eran más bien documentales, ahora vamos a entrar en este terreno de indefinición donde no sabemos bien si referirnos a ellos (en relación a los proyectos que citaremos a continuación) como documentales, reportajes o incluso especiales multimedia. Y eso es bueno, porque la riqueza y los matices se multiplican exponencialmente.
Uno de los proyectos que está más cerca del periodismo que del documental es No Job Land, producido por Gabriel Pecot, Olmo Calvo y Eva Filgueira, un equipo de periodistas freelance con amplia experiencia en el desarrollo de proyectos documentales de largo alcance, tanto para medios de comunicación internacionales como ONG´s. El storyline del proyecto lo expone muy claro, así que hemos decidido no reescribirlo esta vez: "No job land ofrece una mirada sobre la situación que atraviesan miles de familias en España a causa del paro de larga duración. Desprotegidos y en riesgo de exclusión social, un grupo de desempleados decide unirse y luchar por su futuro."
Se trata de un conjunto de especiales que abarca la situación actual tanto de los que permanecen en el país como los que se han ido. La parte más importante de "No Job Land - Marca España" es un video que ha tenido buena aceptación en la web, con innumerables visitas. El último documental que el mismo equipo ha producido como parte de este proyecto es "Los que se quedan", en un formato que duplica los 7 minutos y medio del primer ejercicio videográfico.
Este proyecto resulta interesante porque abarca no solo la situación económica, sino el estado mental de mucha gente que vive al límite de sus posibilidades. Todo ello puede llevar a personas normales a adoptar medidas impensables hace algunos años, como el suicidio.
Volviendo a la comparación con Francia -se que las comparaciones son odiosas, pero esta es muy evidente-, este corto documental me recuerda a un proyecto del 2014 que me ha impactado mucho al descubrirlo llamado Le Grand Incendie (que se puede traducir como "Quemados", o "Burn out"), donde se reflexiona sobre los últimos episodios de auto-inmolación en Francia.
Dirigida por Samuel Bollendorf y Olivia Colo, se trata de la última producción de la productora Honkytonk Films, que siempre trata con problemas sociales de primer orden como el caso de la explotación minera en la China -ver Journey to the End of Coal-, el problema de la epidemia de obesidad en Francia -caso de The Big Issue- o de la explotación de recursos en la Amazonia -The Challenge-.
El último proyecto que vamos a analizar es 1 de cada 5, una producción de ayuda en acción con El Diario.es. Ayuda en acción es una organización no gubernamental para el desarrollo cuyo objetivo principal es mejorar las condiciones de vida de niños, familias y comunidades en los países más desfavorecidos.
La imagen, guión y montaje es de Gabriel Pecot y Celia Hernández, el grafismo de Miguel Fernández y el desarrollo web de Abel Guzmán y SocialCo. Es un proyecto visualmente atractivo que arroja muchos datos en forma de información estadística e incluye historias que no dejaran a nadie indiferente. Es un buen ejemplo de como el periodismo migra hacia a los formatos web para lograr sobrevivir y no extinguirse con la llegada e impacto de los nuevos medios de comunicación. De las historias que contiene el proyecto, el testimonio de Adrián Riojo es sin duda uno de los que más impacta, pero hay más historias esperando para ser descubiertas.
Para entender el alcance del proyecto y ver qué opinan las partes implicadas en la producción, he encontrado ese vídeo de la presentación del documental. Como se comenta en él, llenaron dos salas de aforo y tuvieron que ofrecer streaming porque mucha gente no pudo acceder a la sala principal que vemos en el vídeo, donde se realizó el coloquio.
Estos proyectos analizados en esta breve serie nos acaban de confirmar lo que ya sabíamos: la precariedad laboral, con el paso de los años y en el tiempo, ha creado muchas desigualdades en la sociedad española, llevando al límite a muchas familias. Ahora parece mínimamente que hemos tocado fondo y que el viento empieza a soplar a favor. Y es que nada dura para siempre. Así sea por el bien de todos.
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