Vamos a hablar en este post de un reciente lanzamiento de un nuevo webdoc, After the Storm. En este caso es un diario, The Washington Post, el que vio factible la historia que le propuso un joven director del sur de los Estados Unidos. El resultado es una narrativa documental interactiva que engancha por varias razones que iremos desgranando en este post. Pero empecemos por el culpable que este proyecto sea una realidad, el que relata y que necesita retratar una realidad porque lo siente dentro. En otras, palabras el director del proyecto.
Nacido y criado en el norte de Alabama, Andrew Beck Grace es un documentalista independiente cuyas películas se han emitido por la televisión pública americana y en festivales de cine de todo el país. Andrew obtuvo un master en Estudios Americanos por la Universidad de Wyoming, donde realizó su primer largometraje documental. Después de pasar unos años en Occidente, hacer películas, y trabajar como freelance para revistas y como productor para NPR News, regresó a su estado natal para contar historias sobre el sur profundo de los Estados Unidos. En la Universidad de Alabama, debido a su trayectoria y experiencia, enseña y supervisa un programa documental único interdisciplinario basado en la justicia social llamado "Documentar la Justicia".
Entre otras obras, Andrew ha producido un documental que realmente ha tenido un gran impacto, Eating Alabama, basado en la historia de una joven pareja que vuelve a casa en Alabama en busca de una vida más simple, adquiriendo la forma de comer que sus abuelos les habían enseñado años antes: alimentos locales y de temporada. Pero a medida que pasa el tiempo, descubren el complejo gastronómico agroindustrial, y pronto se dan cuenta de que casi todo lo relacionado con el sistema alimentario ha cambiado desde que los agricultores una vez fueran los que se imponían con sus cosechas naturales. A medio camino entre un documental y un ensayo reflexivo, se ponen en entredicho el Sur y la sostenibilidad, pero sobretodo es una historia sobre por qué son importantes los alimentos y la preservación de sus cualidades nutritivas. Os podéis hacer una idea viendo el teaser del proyecto:
El segundo proyecto significativo de este director que promete es After the storm, una historia sobre tornados que fue lanzada a finales de abril y consta de 16 capítulos. De alguna manera, se trata de un paseo guiado, dramático pero realista, sobre qué sucede antes, durante y después de un tornado devastador. En la misma línea que el documental Eating Alabama, el director adquiere el rol de narrador y nos acompaña con una narración en primera persona muy clara y emotiva por las diferentes fases que experimentó al vivir -o mejor dicho, sobrevivir- a un tornado en su estado natal de Alabama.
La metáfora gráfica simplemente nos parece para enmarcar: es sólida y establece un juego simple e impactante con objetos en relación con los tornados y el viento -el cargador en forma de tornado, los objetos dibujados que vuelan por los aires en la introducción, la recreación de mapas y cifras, la atmósfera visual, etc.
Una vez más quien está detrás de tal producción es Helios Design Labs, experimentado estudio multimedia capitaneado por la brillantez de Mike Robbins, que concibe cada proyecto como una nueva criatura y la dota de todos los detalles que le convierten en una obra significativa.
Por la temática y también desarrollada por Helios, está obra me recuerda a una producción reciente llamada Disaster Resilience Journal, donde de alguna manera se ensayó con temáticas afines. En ese caso, se daban consejos para actuar en situaciones de crisis. Y eso, de alguna manera, es lo que persigue también el proyecto hoy analizado, es decir, convertirse en una especie de manual para los supervivientes del futuro a esta clase de fenomenos meteorológicos. Esto, a nivel narrativo, nos parece una brillante idea: hablarle al espectador para avisarle que él también puede sufrir a causa de inclemencias del tiempo, y que todo, en definitiva, está interconectado, así que a todos lo podemos sufrir y debemos estar prevenidos por ello. Esta simple sentencia hace que los usuarios sientan la necesidad de explorar el proyecto para el caso de un "what if"...
Auque se nos avisa que la experiencia dura 12 minutos, eso es relativo, diríamos que MUY relativo porque yo me he pasado una hora y 12 minutos para explorarlos y sacar mis ideas claras. Pero es un buen recurso, ya os lo hemos comentado otras veces, para "tranquilizar" de entrada a un usuario angustiado que, en el año 2015, tiene de todo menos tiempo. Para el que quiera más, os dejo como bonus track una entrevista en profundidad de la PBS al director.
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