En el post anterior presentamos el segundo gran proyecto de Highrise, Out my Window, un digno sucesor de A Thousandth Tower. De este proyecto explicamos de primera mano -estaba empezando mi tesis doctoral y el IDFA Doclab fue el primer festival al que asistí- la performance digital con público en un cine de Amsterdam y la instalación interactiva en el teatro De Braake Grond.
La parte que ha quedado online consultable -para la posteridad- es el documental web, un mosaico de trece países con una metáfora de bloque de pisos más horizontal que vertical, aunque el proyecto global incida en los rascacielos elevados. Se puede navegar por espacio -ventanas y balcones-, por personaje -caras- y por país -lugares.
Home del documental web Out my Window
Una vez entramos en cualquiera de los trece espacios, se nos carga una navegación horizontal a base de paneles superpuestos, una especie de collage visual muy atractivo donde nos podemos desplazar y clicar sobre determinados objetos. Las micro-historias de cada espacio se construyen a partir del uso de la fotografía, texto y audio, e incluso cuenta con vídeos panorámicos en 360 grados.
Un bloque de pisos en Amsterdam, con Zanillya
Este documental web es una de las grandes proezas realizadas en Flash durante los últimos años. El National Film Board de Canadá siempre ha sabido asociarse con buenos estudios multimedia que han sabido sacar el máximo provecho a las posibilidades que ofrece cada programario. Hace años que doy clases de Flash y de programación con su código propio -Actionscript 3- en universidades y os aseguro que lo que crearon en su día no es nada fácil de hacer -ni a nivel visual ni de desarrollo web.
Ahora Flash parece estar en desuso progresivo y el estandarte al que vamos parece ser HTML con Javascript y otros lenguajes. Pero en 2009 y 2010, cuando se ejecutó este proyecto, Flash estaba en todas las quinielas de webdocs porque HTML aún no permitía funcionalidades clave como el uso del vídeo, mover cosas (enlace con librerías y APIS), la etiqueta canvas, el manejo del sonido, etc.
La Historia de Amchok, en Toronto
Otro de los aspectos clave de este proyecto fue el modelo colaborativo planteado: para obtener el material, se contactó con 13 fotógrafos profesionales de 13 países y ellos se encargaron de tomar las fotos de acorde con los guiones creados a tal efecto desde Caandá, epicentro del proyecto global. Todos los fotógrafos enviaron el material a la directora, quien tejió las historias y las editó a nivel multimedia. El resultado es un documental web colaborativo porque no solo particiaron los residentes de los edificios, sino fotógrafos de todo el mundo, diseñadores, programadores, cineastas, etc.
La última parte de esta iteración fue el proyecto Participate: en este proyecto se presentó la instalación y además se realizó una llamada para que cualquier persona mundo pudiera enviar su historia como residente de edificios. Lo cierto es que esa idea me pareció muy interesante porque se pretendía crear un collage anónimo de personas, pero creo que no se acabó de desarrollar del todo. La verdad es que no se muy bien como acabo esta iniciativa y por ello no me voy a extender más. lo interesante es que se plantó una semilla, que germinaría posteriormente en otras iteraciones como One Millionth Tower, como veremos y analizaremos más adelante.
Sea como sea, estamos delante de uno de los grandes proyectos de todos los tiempos, y lo interesante es que es como un juego de muñecas rusas: una de las extensiones del transmedia es Out my window, pero además esta misma obra posee identidad propia y la podemos seguir pelando como a las capas de una la cebolla para ir más allá del web, y así encontramos una instalación, performances y presentaciones, participación de la audiencia y un efecto en el estrato físico social. Fue en este punto donde el proyecto empezó a ganar todos los premios imaginables en el campo del documental y los medios digitales.