Después de la breve introducción en el post anterior sobre el contexto de esta serie y de explicaros mi primera experiencia como invitado de honor en el Festival de Cine Internacional promovido por estudiantes en Tel aviv, voy a entrar ahora de lleno en el evento que va ocupar toda esta serie, el Docsbarcelona+Medellín en su tercera edición.
Como sabéis los que vais siguiendo este blog, desde hace tres años vengo organizando la sección de nuevos medios del Festival de Cine Internacional DocsBarcelona, el interDocsBarcelona. Este año el evento fue mejor que nunca y superamos la mágica cifra de 500 personas en los cuatro días que duró esta sección interactiva y transmedia del festival, que se compuso de una conferencia, un pitch interactivo, un visionado interactivo y un taller de prototipaje.
La conferencia interDocsBarcelona, el día 29 de mayo pasado
Como los resultados han sido tan buenos en las 18 ediciones que llevamos y ya somos por lo tanto mayores edad (y podemos viajar solos), el director Joan Gonzalez se ha propuesto salir de las fronteras europeas y llevar la marca del festival a latinoamérica, replicando algunas de las partes como los talleres o interDocsBarcelona.
El pitch interactivo del interDocsBarcelona 2015
Después de tantear varios países, y con sede en Chile desde hace unos años -donde el 2016 la cosa promete...y hasta aquí puedo leer por ahora-, Joan se decantó por llevar el festival hasta Medellín al encontrar varios denominadores comunes con la ciudad condal. Así, como os comentaba en el post anterior que en ciertas cosas Barcelona y Tel Aviv se parecen, sucede lo mismo entre Barcelona y Medellín. Entre otras cosas, la calidez de las personas, el clima, la pasión por el trabajo y la cultura, la formación y educación, etc.
Pero este no es el primer proyecto de cooperación entre estas dos ciudades, que se empiezan a considerar hermanas en ciertos aspectos, porque sin ir más allá haremos mención ahora a una iniciativa que nos parece clave para unir intereses en estas dos urbes, el proyecto Piso Piloto, una coproducción del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), el Museo de Antioquia de Medellín, el Ayuntamiento de Barcelona y la Alcaldía de Medellín. Todo ello se traduce, además de otras actividades y propuestas, en una exposición que se exhibe en el CCCB desde el 3 de junio hasta el 25 de octubre, y en el Museo de Antioquia de Medellín del 24 de junio hasta el 20 de septiembre. Un proyecto dirigido por Rosa Ferré (Jefa del Servicio de Exposiciones del CCCB) y Nydia Gutiérrez (Museo de Antioquia de Medellín).
Medellín y Barcelona dan sentidos distintos al concepto de "piso". Si en Medellín designa el pavimento de estancias o calles, en Barcelona hace referencia a la vivienda situada en un edificio de varias alturas. Como cita textualmente la web de este proyecto: "La polisemia conecta dos conceptos normalmente opuestos, la casa y la calle, el techo y el suelo. Si se la acompaña del término piloto, adquiere además un carácter experimental. Ante esta carga significativa, resulta tentador arrebatarle la expresión piso piloto a la jerga inmobiliaria para ofrecérsela a otra forma de hacer ciudad".
Vídeo resumen de la exposición en Medellín de Piso Piloto. Fuente: Universidad EAFIT.
Impulsada por las áreas de cooperación de la Alcaldía de Medellín y el Ayuntamiento de Barcelona, junto con el Museo de Antioquia y el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), la iniciativa Piso Piloto propone una exploración colectiva con el fin de trabajar las limitaciones del urbanismo convencional. Se trata de experimentar con las soluciones a nivel de espacio vital que ofrece la conjugación del espacio público y el doméstico. El objetivo es hacer de la cooperación entre Medellín y Barcelona un banco de pruebas para lograr urbes más sostenibles e inclusivas, donde se hagan efectivos el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad.
Piso Piloto conjuga dos ciudades cuyos ayuntamientos llevan muchos años colaborando en distintos proyectos sociales. La exposición pone de manifiesto lo que significa la cooperación internacional en el siglo XXI: el intercambio horizontal de experiencias piloto que aportan un conocimiento útil para cualquier ciudad del mundo. Todo ello tiene un ligero sabor a Highrise (2009-2015), del que ofrecimos hace pocos días una extensa serie en motivo de su finalización, no os parece? En cualquier caso, cualquier iniciativa para hacer que las ciudades y sus casas sean sostenibles y eso influya en la calidad de vida de sus residentes tiene mucho valor. En este enlace podéis encontrar mucho material para quien se sienta atraído hacia este proyecto.
En este contexto arrancó el jueves 23 de julio la tercera edición del festival DocsBarcelona+Medellín. Arrancó con la película Dancing with María, un bello documental sobre el poder del movimiento y como nos podemos re-conectar con la vida a través de la danza y el baile. Un film magistralmente conducido por Maria Fux, que a sus 93 años mantiene la vitalidad de la niña que lleva dentro en su argentina querida.
Más allá de la última secuencia, donde literalmente las y los bailarines toman la calle y crean una escenografía memorable, recomiendo especialmente la banda sonora de la película de Ivan Gergolet. Una banda sonora creada por el compositor Luca Ciut que llega al alma especialmente después de ver la película. Las primeras 5 canciones son antológicas (siempre desde mi subjetividad personal, claro está).
En la inauguración contamos con la presencia de más de 200 personas en el cine Colombo Americano. Después de la presentación y el visionado de la película, la fiesta prosiguió con una performance de danza, en la línea de la película, en la terraza del centro Colombo-americano, y una hora más de networking con bebida y comida incluida. La cosa empezaba bien y prometía... pero solo el tiempo y la respuesta de la gente de Medellín dictaría la sentencia final.
Cocktail después de la inauguración del festival y la performance de danza en la terraza del centro Colombo-americano
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