Pocas veces un documental interactivo nos pueda acercar más a una realidad que seguramente nunca llegaremos a vivir en nuestra piel. Porque no nos engañemos: debemos ser muy masoquistas para querer disfrutar de unas vacaciones en Corea del Norte, y además ni nos dejarían entrar en el país por mucho que lo intentáramos. Porque si una cualidad posee el género documental, sea en la forma lineal o interactiva, es la de denunciar abusos y crímenes de la humanidad, allá donde se encuentren. Ya venimos hace tiempo valorando su condición social y activista, y este es un ejemplo que da otra vez en el blanco de la diana.
El proyecto del que hablaremos hoy se llama The defector. Escape from North Korea (Ann Shin,2013) y es una de estas obras que no deja indiferente para nada. De hecho, normalmente navego una o dos veces cada proyecto para poderos relatar crónicas lo más acuradas posibles, sin dejarme ningún detalle. Pero este proyecto, tanto en su versión lineal como interactiva, me enganchó tanto que lo he experimentado ya varias veces. Y no me canso porque cada vez encuentro algún detalle distinto y sobretodo la sensación de poder realizar un viaje virtual altamente inmersivo y peligroso que no se convertirá nunca en una realidad física...por suerte.
Carátula de la película lineal
El documental audiovisual recibió varios galardones, entre ellos tres Canadian Screen Awards. Hay otras obras, pero, que ya han explorado el tema que os imagináis, porque esta vez no hay que dar muchos detalles del storyline: en este caso, se trata de entrar y salir de uno de los países más complejos del mundo y poder relatar la crónica de lo que sucede en su interior, como ya han hecho otros varios proyectos que se aventuraron a entrar en países con dictaduras severas como China, Rusia, Japón, Vietnam, Somalia oUganda. La mayoría de estas obras se pueden consumir en formato libro o película documenal o de ficción, pero lo que aquí nos ocupa es un documental web muy logrado. Y de esto no hay tantos ejemplos.
Nos remitimos como referentes interactivos clave anteriores a, por ejemplo, una obra seminal como Journey to the End of the Coal (Honkytonk Films, 2008), donde dos fotógrafos franceses incursionaban en la China para relatar de primera mano las condiciones pésimas de los mineros de una región. Pudieron salir con el metraje grabado pero les fue de poco...y es que quien se arriesga a entrar donde no debe, se juega su vida.
En relación a Corea del Norte, de entrada recomendamos leer la historia Escape from Camp 14, que vendría a ser una especie de biografía de Shin Dong-hyuk (1982), un desertor norcoreano y activista humanitario. Es, hasta la fecha que se haya documentado, la única persona en haber escapado de Corea del Norte habiendo nacido en un campo de trabajo llamado de "control total", el campo 14. El libro Evasión del Campo 14, escrito por el periodista estadounidense Blaine Harden, antiguo corresponsal del Washington Post en el noreste asiático, ayudó de manera determinante a que su caso fuera conocido. El periodista describe en este relato la vida de Shin en el campo, su huida del país hacia China y su travesía hasta conseguir evadirse a Corea del Sur, donde reside actualmente.
Tras su escape, Shin se dedica a impartir conferencias sobre su vida en el campo 14, con el objetivo de concienciar sobre el régimen dictatorial de su país y las condiciones de trabajos forzados en campos de concentración en Corea del Norte. De acuerdo con la dictadura coreana, este caso fue un "error en el sistema"que les está causando estragos porque su imagen se ve muy perjudicada. A partir de libro, se desarrolló, en coproducción con Alemania, el documental que sigue:
Otro de los documentales que os recomiendo para entrar en materia es Yodok Stories (2011), que nos cuenta la historia de Jung Sung San, una de las nueve personas que lograron escapar de campos de concentración en Corea del Norte y lograron huir hasta Seúl. Allí Jung organiza una obra de teatro sobre sus experiencias como prisionero en el campo de concentración Yodok. Él inspira a los otros ocho refugiados a recrear el pasado, y con ello trabajar juntos para desarrollar un musical sobre los campos de concentración.
La película sigue a los personajes a través de este difícil proceso, no acerca a los refugiados, participamos en su vida privada y escuchamos sus historias dramáticas. Actualmente, sus vidas en Seúl se ven afectadas por las dificultades financieras y hostiles porque muchos surcoreanos tienen una visión negativa sobre Corea del Norte después de años de cruel propaganda. También varios reportajes han abordado el tema, entre los cuales os recomiendo The Defectors, de Sky News:
"Porque no nos engañemos: debemos ser muy masoquistas para querer disfrutar de unas vacaciones en Corea del Norte, y además ni nos dejarían entrar en el país por mucho que lo intentáramos" ... Completamente de acuerdo en el primer punto, hay que ser masoquista para ir allí de vacaciones. Toalmente equivocado el segundo. Yo fui lo suficientemente masoquista como para visitar aquel país en el año 2010. Acceder a él es mucho más fácil de lo que podría parecer, basta con contratar un viaje organizado con la NKFA (North Korea Friendship Association), y estar dispuesto a pagar los 2.500 euros que cuesta la estancia (10 días) sumándole a parte el vuelo hasta Pekín, que es desde donde salen estos viajes organizados.
Publicado por: Luis López | 21/08/2015 en 11:36
Hola Luis,
si, tienes toda la razón con lo de visitar el país. A medida que iba investigando me di cuenta que sí que se puede entrar al país para visitarlo, y de hecho en el documental web se comenta que el gobierno ya tiene una imagen preparada para "enseñar" a los turistas, es eso cierto? Pero cuando me di cuenta que había publicado el post y prefiero no tocar las cosas una vez han sido publicadas. Lamento la imprecisión, gracias por la corrección en función de tu experiencia.
Publicado por: Arnau Gifreu | 21/08/2015 en 17:13