En este post, y después de desgranar un proyecto muy duro en términos de su historia: Deeper They Bury Me: A Call from Herman Wallace, sin salir del hechizo del National Film Board de Canadá, vamos a analizar ahora un nuevo juego educativo de aventuras para niños inspirado en historias reales de innovadores de todo el mundo que pretende enseñar las nociones básicas del cambio social y la vida sostenible.
I Love Potatoes, de Vali Fugulin, una coproducción entre la estudio de videojuegos fundado en 2010 Minority y el National Film Board de Canadá, cuenta de entrada con un valor añadido inigualable: las ilustraciones de Patrick Doyon, animador e ilustrador de Quebec que reside en Montreal. En 2012 Dovon fue nominado a un Oscar por el cortometraje de animación Dimanche (Domingo), inspirado en su niñez en el barrio de Desbiens de Montreal. En esta primera experiencia trabajó con técnicas tradicionales de animación durante dos años, pues una de sus teorías es que se transmite mejor la emoción al público de manera analógica que digital.
En la página web y en el Tumblr de este artista se puede acceder a un gran número de sus creaciones, que sin duda despertaron el interés de la sede francesa del National Film Board de Canadá. Además de todo su universo creativo y su ilimitada imaginación, este soprendente ilustrador ya había trabajado previamente con el NFB, por ejemplom con la creación de Cyclope, una animación para una app (taller Mclaren)
Dovon también había destacado por piezas de publicidad como el trailer de la 11 edición del Montreal Animated Film Summit, encargo de la cinemateca del Québec.
Entre su variado repertorio también hay espacio para la crítica y lareflexión, a partir de pequeñas piezas muy impactantes visualmente por su concepto, como Life is a file. ¿Seremos todos los humanos archivos con un número de serie?...esta idea me suena.
Sin embargo, esta vez el encargo del NFB era mucho más ambicioso que un film lineal de animación: algo interactivo de ficción bajo al forma de videojuego animado. La propuesta de guión que se le planteó, en términos imaginatvos, vendría a ser, más o menos: Imaginemos que existe un lugar imaginario llamado el mundo de las patatas, o Papalandia, donde un héroe llamado Chips y donde los habitante de ese espacio tienen la misión de alimentar al monstruo Comepapas para obtener comida, suministros y artículos de lujo.
Todo va bien y el mundo imaginario es feliz hasta que la bestia pide más comida y el entorno se viene abajo. Como personaje de la historia el usuario debe, si llega a presentarse este conflicto (y siempre se acaba presentando), ayudar al protagonista a trabajar y cooperar, seguir pistas y resolver acertijos y otras pruebas que si logra superar permitirán hacer aflorar a la comunidad.
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