Siguiendo con esta extensa serie con el detallado análisis de los proyectos seleccionados por el IDFA Doclab de este año, vamos a analizar en este post los proyectos Proyecto Quipu y RecoVR Mosul: A Collective Reconstruction. Un quipu es un antiguo sistema de contabilidad Inca hecho a base de cuerdas y nudos para guardar información en una cultura que fue en su tiempo oral. Las cuerdas del artefacto, hechas de algodón, lana de alpaca o llama, eran utilizadas para la contabilidad de impuestos, registro de censos, cosechas, o como sistema de escritura. Anudadas correctamente servían como una herramienta para recordar hechos acontecidos, generando de esta manera una memoria física, un archivo.
Proyecto Quipu es un proyecto documental transmedia que da voz a las historias de 300.000 mujeres y 20.000 hombres que fueron esterilizados en el Perú a mediados de los años 90. Usando una linea de teléfono especialmente desarrollada, un documental web interactivo, una campaña de concienciación y un largometraje documental, esta obra ofrece herramientas a los damnificados para contar su historia en sus propias palabras traspasando las fronteras peruanas. El Proyecto Quipu, dirigido por Maria Court, Rosemarie Lerner y Sebastian Melo, es una colaboración entre documentalistas, diseñadores, programadores, investigadores, académicos, organizaciones e individuos en Perú y el mundo. El proyecto lo está acabando de desarrollar la productora Chaka Studio, en colaboración con el Dr. Matthew Brown y Dr. Karen Tucker de la Universidad de Bristol y Ewan Cass-Kavanagh.
La historia empieza cuando el Programa Nacional de Planificación Familiar y Salud Reproductiva del Perú se vendió como una manera de proveer acceso a una amplia gama de métodos de control de natalidad, incluida la esterilización voluntaria. En ese tiempo, la política fue bienvenida por grupos feministas y la comunidad internacional, vista como un paso positivo para las mujeres y como un potencial acercamiento a la reducción de pobreza. Pero en la realidad, la esterilización fue promovida de forma agresiva en comunidades indígenas, rurales y empobrecidas. En muchas ocasiones, el consentimiento fue manipulado o estuvo ausente. Casi 20 años después, el legado de esta política sigue afectando vidas pues muchos de los afectados todavía sufren de traumas emocionales y padecen dolores.
Desde el 2000, grupos organizados de hombres y mujeres esterilizados se han movilizado para que el caso de las esterilizaciones se conozca y sea reparado, pero juegan con una gran desventaja por varios motivos: por un lado, gran parte de ellos vive en regiones remotas sin acceso a Internet; por otro, muchos no han completado la educación primaria y su primera lengua es el Quechua y no el Español.
En Enero 2014 fue archivada la última investigación legal cuando el fiscal alegó no haber encontrado evidencias de esterilización sistemática. Más allá de las campañas de las personas afectadas, las esterilizaciones no han tenido mucha cobertura en los medios en Perú, y por ello muchos Peruanos siguen sin reconocer lo sucedido.
La línea telefónica utiliza tecnología VOIP (voice over internet protocol), lo cual permite su conexión al Internet. Los testimonios resultantes son moderados, transcritos y traducidos al Quechua, Español e Inglés y, como paso final fundamental, subidos al archivo online. Pero esto no es todo, porque la audiencia puede grabar un mensaje de respuesta a los testimonios y subirlo al archivo. Estos mensajes son traducidos, regrabados y enviados a los contribuidores de la línea de teléfono, con lo que todo el sistema en sí se retroalimenta. El equipo está actualmente desarrollando una película documental focalizada en alguna de las mujeres que están activando el Proyecto Quipu en diferentes comunidades en Perú y usando esta nueva herramienta en su lucha por justicia. Para quien quiera más, presentaron en el interDocsBarcelona 2014 y se editó un vídeo con su presentación:
RecoVR Mosul: A Collective Reconstruction
Con más de 3.500 sitios arqueológicos, entre ellos excavaciones religiosas e históricas centenarias, la segunda ciudad más grande de Irak, Mosul, posee la mayor riqueza arqueológica del país. Pero algo sucedió el 10 de junio de 2014: Mosul fue ocupada por el Estado Islámico de Irak y el ISIL. El presidente Obama, las Naciones Unidas y algunas organizaciones de noticias se refieren al grupo yihadista por el acrónimo ISIL, siglas de Estado Islámico en Irak y Levante. Para entender bien el origemn de este acrónimo recomendamos la lectura de este post.
En su día, las imágenes de la destrucción de sitios históricos y artefactos en el museo de la ciudad en los titulares internacionales conmocionaron al mundo. Este proyecto realiza una necesaria reconstrucción colectiva utilizando como soporte una instalación de realidad virtual creada en respuesta a esta destrucción, lo que nos permite visitar el museo nuevo y descubrir lo que pasó con algunas de sus piezas clave.
Al caminar por el museo podemos apreciar los objetos destruidos, reconstruidos digitalmente a través de imágenes recuperadas de multitud de fuentes. Este entorno virtual fue creado por las autoras Ziv Schneider y Laura Chen. Además de llevar la colección histórica de nuevo a la vida, esta obra también arroja luz sobre la guerra que ISIL mantiene sobre el patrimonio cultural. El proyecto fue inspirado en en su antecesor The Museum of Stolen Art (Museo de Arte Robado), un proyecto de realidad virtual creado por la misma Schneider. En este corto vídeo se puede apreciar la esencia de este proyecto:
Más apasionantes proyectos de narrativa digital interactiva pronto.
Comentarios