Después de degustar las siete de las maravillas del radiodifusor francés ARTE, llegó el turno del radiodifusor canadiense, el National Film Board de Canadá (NFB). Con esta nueva serie de posts vamos llegando al número uno de nuestra lista, la fusión perfecta propia de la alta cocina...
Podéis acceder a todos los proyectos interactivos en la web del NFB, especialmente si vais a la sección Interactive. En total se trata de más de 50 obras interactivas y transmedia que han ganado, a lo largo de los años, los principales galardones del mundo multimedia. El radiodifusor fue inaugurado en 1939 por John Grierson, hombre prolífico muy conocido entre los amantes y estudiosos del género documental. Desde su fundación, justo antes del pistoletazo de la segunda gran guerra, el NFB ha realizado más de 13.000 producciones y acumulado mas de 5.000 premios, dentro de los cuales 12 Oscars...cosa extraña si contamos que es un país de la medida de un continente con una población de 35 millones. Podéis leer, para empezar, el post de este blog donde introducíamos en 2014 el NFB.
El NFB se autodefine en su protal web como un "productor y distribuidor publico canadiense de obras audiovisuales". Su especialidad radica en la creación de documentales y películas de animación, siempre intentando expresar la vertiente canadiense en sus historias. Esos dos géneros se llevan más del 70% de la producción, pero lo interesante es que destina casi un 30% de su presupuesto a las producciones interactivas. Pero la cosa no acaba aquí, porque en términos de distribución y exhibición, en el portal se pueden visionar y navegar más de 2000 obras a nivel multiplataforma (a través de smartphones, tabletas o televisión conectada).
Aun con su carácter público, el NFB dispone de grandes presupuestos y se constituye año tras año como un laboratorio constante de experimentación para las diferentes narrativas, con lo que los autores con proyectos arriesgados ya saben donde dirigirse. Porque la realidad es que no hay muchas más puertas donde llamar para llevar estos proyectos a buen puerto, principalmente ARTE y el NFB, y en menor grado otras televisiones europeas y americanas como ITVS, BBC o RTVE.
El NFB siempre innova en la forma y el contenido, pero esta innovación ya viene de lejos y tiene su origen en las primeras décadas del siglo XX. Vamos a citar varios ejemplos concretos aplicados al campo documental para ilustrar este hecho:
a) Fue la cuna del Cine Directo, pues en los años 60 el coste de las cámaras bajó y los equipos de filmación se redujeron a 2 personas. Eso permitió, especialmente en Montreal -la parte francesa de Canadá-, el florecimiento de este tipo de cine. El cine directo es un tipo de documental que nació entre 1958 y 1962 principalmente en la provincia canadiense de Quebec y en los Estados Unidos. La voluntad esencial era filmar directamente la realidad y representarla de forma sincera, a la vez que resolver la relación de la realidad con el cine, buscando por encima de todo un nuevo realismo cinematográfico.
Michel Brault, realizador del National Film Board of Canada, fue uno de los pioneros de la grabación con cámara en mano, lo que en su momento significó la posibilidad de situarse entre grandes bullicios de gente con un buen ángulo de grabación. En esta nueva corriente del cine documental se valoraba que los sujetos filmados se habituaran a la presencia de la cámara antes de empezar a grabar. El nacimiento de este tipo de cine se sitúa en el principio del periodo denominado 'Revolución tranquila', un período de intenso cambio social y político en Canadá.
Michel Brault grabando un documental
Debido a un conjunto de cambios en muchas dimensiones en el país, los cineastas utilizaron el género documental y la técnica del Cine Directo para compartir su conciencia social, mejorar las condiciones de vida de los habitantes del Québec y cómo fórmula para estimular la posibilidad de la independencia nacional, provocando y documentando esta transformación. La película de referencia de ese periodo es Les Raquetteurs (1958), co-dirigida por Michel Brault y Gilles Groulx.
Pero el Cine Directo no fue una tendencia que solo influyó notablemente el campo de la no ficción, porque la ficción también se inspiró en este tipo de cine e importó varias de sus técnicas para enriquecer más aun su poderosa maquinaria.
Comentarios
Puedes seguir esta conversación suscribiéndote a la fuente de comentarios de esta entrada.