Después de analizar el proyecto Waterlife (2009) en el post anterior, ahora es el turno de Welcome to Pine Point (2010). Los directores de esta original pieza son Paul Shoebridge y Michael Simons, que conforman la sociedad The Googles Media Group. Con este proyecto en formato 'comic book documentary' nos incitan a reflexionar y explorar la forma que tenemos todos de recordar el pasado. El proyecto, desde su lanzamiento en 2010, ha ganado un buen número de premios internacionales.
El origen y semilla del proyecto se remonta años atrás, cuando los dos directores querían hacer un libro sobre el recuerdo a través de los álbumes de fotos, y de repente descubrieron un sitio web llamado Pine Point Revisited, creado uno de los ex-residentes del pueblo Richard Cloutier. Cloutier, que tenía el rol de matón en la comunidad cuando era joven, había desarrollado una esclerosis múltiple con el tiempo y desde su situación de invalidez se había decidido a mantener la memoria de la comunidad. Simons tenía una conexión personal con Pine Point, pues había vivido un tiempo en ese sitio "provisional". Simons y Shoebridge se reunieron con Cloutier, quien a su vez los puso en contacto con otros ex residentes -los denominados “Pine Pointers” en el proyecto. Y así se tejió la red que permitió realizar esta obra.
La historia narra la desaparición en los años ochenta del siglo XX de un pueblo minero de los territorios del nord-este del Canadá. Una vez más, una historia local ideal para el NFB, así que estaba cantando que este proyecto tenía potencial para ser elegido como coproducción por el gigante radiodifusor canadiense. Fue en su momento, pero, una historia con caducidad, ya que la mina cerró y con ella se llevó todo lo demás. En el interactivo las palabras del protagonista -Simons- y el texto consiguen recuperar del olvido el que fuera su hogar.
Para que todo el engranaje funcione, se mezcla el vídeo, la fotografía, las grabaciones de audio de los protagonistas, sus recortes y fotos, además de una banda sonora y la narración de uno de los directores. Se trata de una especie de collage interactivo que resulta efectivo y que en su momento resultó un formato muy innovador. Lo especial del proyecto es que consigue narrar un drama de una forma desenfadada, incluso trágico-cómica, convirtiendo un hecho pasado en algo digno de conmemorar.
El documental interactivo nos propone un viaje de ida y vuelta al pasado. Primero nos cuenta como se creó la mina y el pueblo, después su cierre y en la parte final como se han encontrado y qué vida llevan sus antiguos residentes. El sistema interactivo y la navegación por la historia, aunque podamos saltar a cualquier parte de la historia en cualquier momento a través del menú con los capítulos, es lineal. Básicamente podemos ir hacia adelante y atrás utilizando unas flechas situadas en los extremos de la pantalla.
Tuve la gran suerte, en 2010, de asistir en el IDFA Doclab a una navegación guiada del proyecto por parte de los dos directores en un cine de Amsterdam. Y lo increíble es que, el webdoc, aun siendo interactivo, funciona muy bien también a modo lineal. Eramos unas 100 personas en el cine y cuando acabaron de navegar su proyecto, todos nos quedamos con la boca abierta. Les preguntamos todos los detalles y un poco más y nos quedamos todos a pasar la noche en el cine.... De alguna manera, los autores habían conseguido crear ese equilibrio tan difícil de encontrar entre narración e interacción. Otra maravilla del NFB, sin duda.
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