El FIFA-Gate fue un caso judicial que salió a la luz el 27 de mayo de 2015 y que salpicó a la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA). Los hechos sucedieron en Suiza -Hotel Baur au Lac de Zúrich el 27 de mayo- donde se acusó a varios cargos de este organismo internacional por soborno, fraude y lavado de dinero. Se les culpa de abusos a partir de competiciones organizadas por la FIFA en relación al uso fraudulento de derechos mediáticos, mercadotecnia y de patrocinio para Estados Unidos y América del Sur. Catorce personas fueron arrestadas, entre ellas nueve asociadas con el principal órgano del fútbol mundial donde también intervino una investigación de la Oficina Federal estadounidense de Investigaciones (FBI) de fraude, crimen organizado y lavado de dinero que ha durado varios años.
Pero todo ello ya se viene fraguando desde hace años, porque el FBI ya había empezado las investigaciones en 2011, investigando presuntas causas desde el año 1991 hasta la fecha actual. La primera investigación fue iniciada por una fiscalía de Nueva York por el supuesto pago de sobornos por más de cien millones de dólares a dirigentes de la FIFA a cambio de que ciertas firmas recibieran los derechos de transmisión, publicidad y auspicio de torneos futbolísticos en EEUU, América Latina y el Caribe, aunque se presume existen tales actos de corrupción desde hace más de 24 años.
La segunda investigación judicial fue dirigida por el Ministerio Público de Suiza, que la inició en noviembre de 2015 a petición de la propia FIFA por sospechas de gestión desleal en la compra de votos y lavado de dinero en relación con la elección de las sedes de las Copas del Mundo de 2018 en Rusia y 2022 en Catar. Este vídeo, en clave de humor, resume en pocos minutos toda la historia:
Una vez más observamos como futbol y corrupción vuelven a ser buenos ingredientes asociados al ámbito del documental interactivo. Por un lado, un tema que atrae a las masas, y en segundo lugar un tipo de problemática que este formato puede potenciar movilizando a la audiencia. Un ejemplo de este proceso de corrupción es el proyecto Copa para quem? (Maryse Williquet, 2015). En él se cuestiona el modelo de bienestar que se vendió a los millones de brasileños por la llegada de la Celebración del Mundial de Futbol en el país carioca.
En marzo del año pasado ya nos hicimos eco en este blog de ese proyecto. Desde entonces se han destapado nuevos casos de corrupción que solo han hecho que engordar el triste currículum de la FIFA, otros organismos dependientes y de ciertas marcas en relación con el negocio del mundo del futbol. Y en este punto es donde sale a la luz otro proyecto de bella factura y más complejo que el anterior: Hors-jeu (Fuera de juego en francés), un nuevo proyecto del matrimonio entre Upian y arte, al que ahora parece que el radiodifusor BR también se ha añadido a la fiesta. David Dufresne lo presentará en el marco del interDocsBarcelona 2016.
Junto con el NFB, Upian, Arte y BR produjeron conjuntamente Do Not Track (2015), una de las sensaciones del año pasado en la que se nos proponía seguir a quién nos estaba siguiendo por la red. En este caso, se debate fuera de los terrenos de juego las cosas que parece que no tengan más importancia que los resultados pero que sí la tienen. De hecho han determinado varios partidos, resultados y competiciones. Estructurado a partir de 9 álbumes de fotografías compuestos por 11 tarjetas cada uno, el usuario debe resolver un rompecabezas de 99 piezas donde se acompañan algunas mecánicas de juego como el hecho de guardar la navegación, desbloquear cartas y colecciones, etc.
Continuaremos diseccionando este nuevo proyecto en la segunda parte de este post, en breve...
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