Una de las opciones que más se estilan en los últimos tiempos a la hora de desarrollar narrativa interactiva -y que el documental lineal no puede emular- son las navegaciones por el espacio en 360 grados. Las técnicas inmersivas están de moda gracias a los avances en el desarrollo de las tecnologías, y a eso hay que añadir que hoy en día estas no solo comprenden los dispositivos de realidad virtual, sino todo otro tipo de navegaciones que permiten percibir las dimensiones del espacio y su profundidad. Ese es el caso del proyecto que analizaremos en este post, My New Home, que puede experimentarse con gafas de realidad virtual, en dispositivos móviles y en formato web. Así que es un proyecto multidispositivo, lo que facilita su accesibilidad.
Se trata de una producción de Plan International, una de las organizaciones más antiguas que vela por los derechos de los infantes en el mundo. Con presencia en más de 70 países, este organismo propone cambiar las condiciones de vida de niñas y niños y sus comunidades. Plan International nació en España en 1937 impulsado por el periodista británico John Langdon-Davies y por el voluntario inglés Eric Muggeridge. En sus inicios se denominaba “Foster Parents Plan for Children in Spain” (Plan de Familias de Acogida para Niños de España) y tenía como objetivo ayudar a los niños y niñas que quedaron huérfanos durante la Guerra Civil española. En el caso del proyecto que nos ocupa, la historia nos cuenta el exilio de niños hasta su llegada en el campo de refugiados de Nyarugusu, un lugar inhóspito donde se lucha por los derechos de las niñas y los niños, y que ofrece un entorno seguro para el juego, el apoyo y la educación.
El campo de refugiados de Nyarugusu es uno de los más grandes construidos a finales del siglo 20. Se ubica en la provincia occidental de Kigoma, en Tanzania, a unos 150 km del lago Tanganica. Fue creado el año 1996 por el ACNUR y el gobierno de Tanzania, después del éxodo de muchos refugiados congoleños debido a una guerra civil, periplo que los llevó desde Sud-Kivu (en la región oriental de la República Democrática del Congo) hasta la costa oeste de Tanzania. Se estima que por aquel entonces 150.000 personas cruzaron el lago Tanganica para escapar de la violencia política y étnica.
Plan International realiza actividades de ayuda en zonas de guerra, organiza planes de asistencia en casos de emergencia y lleva a cabo proyectos a largo plazo para ayudar a los niños y niñas, a sus familias y a sus comunidades en países en vías de desarrollo. Durante casi 80 años ha trabajado con niños y niñas, sus familias y sus comunidades.
Este proyecto destaca por su sencillez, belleza de las fotografías y el rol que nos propone la narración: un niño que nos cuenta su viaje hasta llegar al campo de refugiados. Pero además consigue, mucho más que otros proyectos de similar factura, que empatizemos con los seres humanos que viven esa tragedia: la de abandonar sus hogares forzosamente y empezar una nueva vida prácticamente desde cero.
También nos parece muy acertada la opción del mapa, porque nos sitúa en cada espacio ya que hay un momento en que no es fácil seguir la ruta que se nos propone y entramos en un bucle que no debería existir en el sistema interactivo. Pero ningún proyecto es perfecto, no creéis?
En los últimos años hemos podido ver la proliferación de proyectos de esta temática -los refugiados y desplazados por cuasa de conflictos y guerras- al ser un tema de actualidad, y por extensión sentir lo que es ser refugiado a partir de proyectos como el que pudimos disfrutar en el interDocsBarcelona, Seguir con vida de Médicos sin Fronteras, o Refugee Republic (Submarine Channel, 2014). Desde este blog deseamos que se sigan haciendo para seguir tomando consciencia de la magnitud de esta tragedia.
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