Vamos a describir en este post los proyectos Clickclickclick.click, de Roel Wouters y Luna Maurer, y News Globus, de Mikio Kiura, Sena Partal, Bjørn Karmann y Charles Gedeon. Una cosa curiosa que nos está pasando en esta edición del Doclab a la hora de diseccionar los proyectos es que cuesta encontrar información, documentarse y contrastarla con varias fuentes. Esto puede suceder varias razones: por la naturaleza experimental de los proyectos, porque fueron lanzados hace poco o porque simplemente son artilugios que no dan mucho que hablar. Este es el caso de otro proyecto que no vamos a poder analizar en esta serie por la falta de datos online, Meat Puppet Arcade, de Matt Romein.
Clickclickclick.click (Roel Wouters y Luna Maurer, 2016)
La cantidad de clics que realizamos con nuestro ratón hace que mantengamos una relación muy especial con él, pues según la intensidad con la que lo apretemos ya le estamos diciendo mucho al sistema, o dicho de otro modo, es el ratón el que recibe los golpes o puede pagar los platos rotos de una información que no nos guste para nada. Se establece entonces una relación íntima que pasa despercibida y por eso, el provocador estudio holandés Moniker lo ha convertido en un proyecto, para que de ahora en adelante seamos conscientes de que conlleva hacer "clic" con nuestro querido ratón. El experimento funciona del siguiente modo: cada vez que el usuario abre una página web, se almacenan y analizan los movimientos del ratón, y después de ese proceso son comentados por un experto que nos habla y saca sus propias conclusiones sobre nuestro comportamiento. El proyecto busca estimular todas las posibles interacciones del ratón con la pantalla creando una especie de psicoterapeuta virtual que nos habla sobre nuestras actitudes al navegar por el hiperespacio.
En función de la cantidad de clics y el tiempo entre ellos se puede establecer una pauta de conducta del usuario, y eso es precisamente lo que miden las pruebas de usuario, también conocidas como pruebas de usabilidad, como por ejemplo la conocida prueba del 'eye tracking' (que sigue la dirección de la mirada del usuario en una pantalla para determinar zonas clave, tiempo de fijación en un punto concreto, etc.). De momento esto es todo lo que hemos podido sacar en claro de esta propuesta, pues cuando enlazamos con la web que nos propone el Doclab veremos que hay tres puntos suspensivos -nunca mejor dicho- que no llevan a ninguna parte, aunque conociendo los trabajos de este estudio pueden insinuar muchas cosas.
El equipo de Moniker ya fueron seleccionados años atrás en el Doclab por su proyecto Pointer Pointer (2011), que nunca entendimos muy bien qué relación presentaba con el documental interactivo pero que con el paso de los años y los 'proyectos tipo' que gustan a la comisión del Doclab, vemos más clara su presencia. Pointer Pointer es un proyecto en línea que rastrea los cursores de los usuarios y en función de su posición en la pantalla carga una imagen de alguien que apunta con el dedo en la misma posición del cursor. Tan sencillo y estimulante como esto. Para saber 'cómo se hizo', encontramos en la web de Moniker una de esas reliquias para los más geeks que quieran saber qué tecnología se utilizó para ello, así que un joven amable de Google se ha prestado a explicárnoslo en 4 minutos. Aquí os dejo el vídeo:
Los responsables de estos experimentos son Estudio Moniker, un estudio de diseño interactivo con sede principal en Ámsterdam fundado en 2012 por Luna Maurer, Roel Wouters y Jonathan Puckey. Sus proyectos ponen especial énfasis en la investigación de los efectos sociales de la tecnología, promoviendo proyectos de diseño por encargo y al mismo tiempo apostando por proyectos de carácter autónomo y experimental. Lo que les interesa es analizar la forma en que usamos la tecnología y cómo ésta influye en nuestra vida cotidiana. A menudo, y esto es lo más interesante y estimulante de todo, animan al público a participar en el desarrollo de sus proyectos, organizando sesiones los jueves para poder generar ideas y desarrollar proyectos con los participantes. Si estáis en Amsterdam un jueves cualquiera y no os atraen otras tentaciones de la ciudad, no dudéis en pasaros por sus oficinas, porque lo que hacen promete de verdad, sobretodo en los ámbitos de la narrativa interactiva, la impresión 3D, el vídeo y las instalaciones físicas.
El equipo del estudio Moniker, responsables del proyecto clickclickclick.click
News Globus (Mikio Kiura, Sena Partal, Bjørn Karmann y Charles Gedeon, 2016)
Aunque actualmente dispongamos de sofisticadas herramientas como Google Maps para rastrear el mundo, estos cuatro estudiantes de Dinamarca creen que no hay nada como un mundo analógico para representar historias, y por ello eligieron la bola del mundo para su experimento. News Globus es un proyecto desarrollado por estudiantes del Instituto de Diseño de Interacción de Copenhaguen que combina este objeto nostálgico con modernas tecnologías de comunicación, y que no sólo permite descubrir lo que está pasando en el mundo en este momento, sino entender cómo estos eventos conectan diferentes áreas de el mundo en una interrelación iterativa que no acaba nunca. Al igual que una operadora de la era pre-automatizada, se pueden conectar dos regiones del mundo a través de un enchufe, generando esta conexión analógica una breve noticia sobre los países de ambas regiones. Una idea simple muy bien representada que ha atraído a los ojeadores del Doclab. El poder de las buenas ideas.
News Globus dispone de una interfaz física que despierta la curiosidad de las personas y las invita a explorar el mundo no por la noticia de un solo lugar, sino por las relaciones que se establecen entre los lugares. La forma del globo es un artefacto físico interesante que se ha combinado en esta ocasión con las modernas tecnologías y servicios en línea. En lugar de permitir que la gente escuche la noticia de un solo lugar, las tomas de audio trabajan con la metáfora de la operadora de telefonía para que la gente descubra sorprendentes conexiones entre lugares cercanos y lejanos entre sí. Se trata, en definitiva, de una mirada al mundo que nos da a entender que, por muy diferentes que nuestras vidas puedan parecer, a fin de cuentas todos vivimos en el mismo planeta. Ese es el poderoso mensaje que transmite esta obra, y por ello se ganó su sitio en esta competición.