Jonathan Harris es uno de estos autores que cuando 'sacan obra', se debe reseñar sin dudarlo. Así de simple y sencillo: es un genio de los nuevos medios al que no se puede 'etiquetar' dentro de ninguna tendencia, es una alma libre e infinita, en todo el sentido amplio de la expresión. Este nuevo proyecto, A Silent Place, es uno de los más enigmáticos que se le conoce. De entrada, al entrar en el proyecto, nos encontramos con esto:
'A SILENT PLACE IS A PICTOGRAPHIC ORACLE CONSISTING OF ROCK DRAWINGS FROM THE UTAH DESERT. EACH DRAWING APPEARS FOR 227 SECONDS AND REAPPEARS 227 MINUTES LATER IN A CYCLE THAT CONTINUES INDEFINITELY. MAY IT BE A REFUGE AND A MIRROR.'
A partir de este mundo, se vuelve necesario decodifcar cual es la historia y la emoción que movió a Harris a realizar este proyecto. En la primavera de 2015, nos cuenta que viajó a un remoto cañón de Utah con un profesor llamado Larry Clarkson, un experto en pictografías y petroglifos que realiza expediciones solitarias al desierto americano con el fin de encontrarlas. Una vez allí, a Harris le llamó la atención el profundo silencio de las imágenes antiguas, cuyos significados pueden adivinarse pero nunca ser desvelados. Al pasar tiempo allá, Harris empezó a dibujar en las rocas como hicieron los seres que muchos milenios atrás le precedieron.
Una vez acabó este proceso -Harris es un experto en procesos y se toma el tiempo que sea necesario para entender qué significan en su vida y en su obra, que representa una extensión de su propio 'yo'-, empezó a reflexionar sobre las fotografías que había tomado y sobre el mejor modo de representarlas en Internet. Esto le llevó mucho tiempo porque, como afirma:
[...] 'nuestra relación colectiva con Internet ha cambiado. La retórica tecno-utópica que alguna vez prevaleció, ahora ha dado paso a la adicción, las noticias falsas, las campañas electorales y la vasta manipulación y monetización de la atención humana. Internet se ha convertido en una cacofonía, y su promesa de omnisciencia informativa ya no se siente plausible, deseable, relevante o sabia' (traducción del autor de este blog).
Fascinado por los oráculos como el Tarot o el I-Ching, Harris nos propone un juego visual reflexivo que como siempre contiene muchos mensajes valiosos: por ejemplo, el hecho de volver a observar sin prisa las cosas -dejando atrás el ritmo frenético del visionado de vídeos actual de Internet-, una reflexión que quedó muy explícita en otra de sus obras maestras anteriores: Network Effect.
Con eso en mente, lo que pretende Harris con su nuevo proyecto es crear 'una especie de oráculo pictográfico para Internet' que nos habla e interpela desde el silencio y nos ayuda a ver lo que ya sabemos... ¿Conseguirá su objetivo?
Os invitamos a entrar en A Silent Place y descubrirlo por vosotros/as mismos/as...
Todos sus proyectos en formato Oráculo los podéis encontrar en number27.org, la web de Harris, donde encontramos otra vez el misterioso número 27 por doquier...
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