A los participantes de la encuesta-estudio se les pidió que nombraran los tres trabajos que habían hecho una contribución más específica al campo. Y estos fueron Notes on Blindness: Into Darkness, seguido de Clouds of Sidra y Assent. Describamos, si os parece, estos 3 proyectos, al conformar el primer ‘canon’ mínimo de documentales de realidad virtual.
Junto al estreno de la película, Sundance 2016 presentó la versión en realidad virtual de Notes On Blindness: Into Darkness, un proyecto de realidad virtual inmersiva (VR) basado en la experiencia sensorial y psicológica de la ceguera de John, y abordando una memoria, un momento y una ubicación específica del diario de audio de John, utilizando audio binaural y animaciones 3D en tiempo real para crear una experiencia totalmente inmersiva en un "mundo más allá de la vista".
El proyecto ha sido premiado con el Storyscapes Award en el Festival de Cine de Tribeca y el Alternate Realities VR Award en Sheffield Doc / Fest.
En segundo lugar, Clouds Over Sidra es un proyecto de realidad aumentada creado por la ONU que aborda la vida de Sidra, una niña de 12 años que vive en un campo de refugiados sirios en Jordania. Este proyecto es una de las primers representaciones de un fenómeno que se extiende por los campos de refugiados y sus vidas a lo largo de Europa, el cual ha sido constantemente ilustrado a través de proyectos audiovisuales, interactivos e inmersivos durante los últimos años.
La finalidad de “Clouds Over Sidra” es concienciar a los usuarios de las condiciones en las que viven los refugiados de todo el mundo, y de hecho lo consigue como pocos, pues no en vano es recordado por los usuarios y aparece como segundo proyecto más citado en la encuesta.
En tercer lugar, Assent es un documental de Oscar Raby desarrollado en Unity para Oculus Rift. El formato inmersivo autobiográfico pone al usuario sobre los pasos del padre de Raby, quien en 1973 era un oficial del ejército de 22 años estacionado en el norte de Chile.
Cuando los militares tomaron el control de Chile en el golpe de Pinochet de septiembre de 1973, la denominada "Caravana de la Muerte" vagó por el país llevando a cabo ejecuciones de detenidos militares. Este fue un mecanismo para instalar el terror en la comunidad y una forma de demostrar la fuerza de las autoridades centrales al personal militar fuera de la capital, así como hacerlos cómplices de las acciones de la junta y asegurar su lealtad.
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