Apego", de Juancho Plaza; "Nuestra canción", de Maria Fraile; "El perdón", de Miguel Ángel Flores; "La banda del director" i "Soledad", de Sergi Cambrils; "Criatura del pecado", de David Moreno, finalistes de la setmana
sábado 27.jun.2015 por Rosa Gil 0 Comentarios
Apego", de Juancho Plaza; "Nuestra canción", de Maria Fraile; "El perdón", de Miguel Ángel Flores; "La banda del director", de Sergi Cambrils; "Soledad", també de Sergi Cambrils i "Criatura del pecado", de David Moreno, són finalistes de la setmana. Enhorabona relatistes!
"Apego", de Juancho Plaza:
"Por fin tiene la mejor esquina y el respeto de su chulo. Colette, cada medianoche aparece puntual en el cruce de Ballesta con Puebla. Top de amplio escote y ceñida minifalda para resaltar sus formas, aún rotundas. Se conserva bien y mantiene una clientela fiel, la de toda vida, maltratada por los años, la necesidad, el alcohol o las drogas, pero nunca remisa a la hora de agradecer sus servicios. Colette ha sido además, madre, hermana, amiga, amante, alguna vez Engracia para los más asiduos, y recibe a los fantasmas que, como ella, se sienten incapaces de abandonar el barrio."
"Nuestra canción", de Maria Fraile:
"El adagio, con su sol menor, suena a las seis en punto, mientras amanece. Sus notas se demoran perezosas en el pentagrama, a tempo lento, como yo, entre su música y las sábanas. Diez minutos más tarde el adagio sigue sonando, lo tarareo, me lo llevo a la ducha, me ato los zapatos con sus cuerdas y vamos juntos al trabajo. No consigo dejarle en casa. Conmigo al pincho, a clase de zumba, al vestuario con el monitor y a la cama. Me acosa a todas horas, no me deja pensar, ni vivir, ni escuchar mis gritos suplicándole el silencio."
"La banda del director", de Sergi Cambrils:
"En el estómago del director sonaba el rumor constante de un bombo, unos platillos sin brillo y el redoble lúgubre de un tambor. Una triste y sombría percusión que marcaba sus lamentos intestinales. Y en ese bálsamo desalentador que iba desarrollándose lentamente, se solapaba el sonido grave e imprescindible de las tubas, la solemnidad de las trompetas y el acompañamiento fúnebre del resto de instrumentos. El carácter de la marcha iba in crescendo, retronando a cada paso y despuntando alguna estridencia inesperada propia de los clarinetes; aguantando el tipo y disimulando como podía la procesión que le iba por dentro."
"Soledad", de Sergi Cambrils:
"El verdadero sonido de vivir es muy característico. Es parecido al rumor de esas viejas neveras que trabajan inagotables; como un murmullo interno, un lloro sin lágrimas que anuda la garganta y exhala silbidos de niebla. Un bisbiseo continuo que se integra con los demás sonidos del día para contribuir en el ritmo, la melodía y hasta en la banda sonora de una trepidante vida. Hay quienes evitan como sea oírlo en su individualidad y, al llegar a casa, lo funden con la voz de la radio, los chismes de la televisión o incluso con una conversación vacía de pareja."
"Criatura del pecado", de David Moreno:
“Las señales que indican la llegada de la Inquisición a estas tierras son evidentes: cientos de cuervos oscurecen los cielos, el viento transporta olor a carne quemada, las flores del bosque se marchitan...”
"La niña cierra el libro de golpe conteniendo la respiración, no puede evitar recorrer con su mano la curvatura que empieza a describir su tripa y acaricia su ombligo emergente, se encoge, tirita, lo hace a menudo desde la noche en la que un monstruo se metió en el cuerpo de su padre y la despertó, silenciando sus gritos de terror entre las sábanas blancas e inocentes."