« QUAN ELS PETONS DEIXEN DE SER UN SÍMBOL D'ESTIMAR PER CONVERTIR-SE EN L'INICI DEL TERROR | Portada del Blog | GUANYA UN CURS VIRTUAL EXPRES DE NARRATIVA GRÀCIES A WONDERLAND »

TOT EL QUÈ PASSA A LA VIDA...TÉ UNA EXPLICACIÓ...O NO?

    sábado 29.oct.2016    por Rosa Gil    0 Comentarios

Ets dels qui creu que tot el què passa a la vida li podem buscar una explicació? O en canvi creus que, a vegades, no ens fa falta buscar-la, que millor no profunditzar més? No us perdeu el elat guanyador d'aquesta setmana. Moltes felicitats a Rafa Olivares, per "Sucesos inexplicables"!

Escolteu aquí el relat guanyador, els comentaris de Jordi Muñoz i els finalistes d'aquesta setmana!

L'ART D'ESCRIURE 29 OCTUBRE

GUANYADOR:

SUCESOS INEXPLICABLES, Rafa Olivares

«Del resultado del análisis ocular se desprende que doña Angustias Pamblanco presenta, en el interior de la laringe y muy cerca de la glotis, un revuelto de sílabas, interjecciones y símbolos asociados a un considerable exabrupto, que ha hecho masa, obturando la salida de aire y provocando su defunción por asfixia», relata en su informe el forense. Por su parte, el inspector se limita a redactar que el marido, único testigo del suceso y todavía en paños menores, no sabe explicar las causas del repentino fallecimiento. A su lado, un dogo alemán en ropa interior femenina, observa indiferente la escena.

FINALISTES:

LOS DESHEREDADOS, Lola Sanabria

De niña, paralizaba, como hielo congelando los pies, aquel silencio invernal. Me asomaba a la puerta y respiraba humo y grisura en la calle. Pasaba al lado del cementerio donde los muertos, sin apenas poder moverse, hablaban en susurros, con la humedad de la tierra metida en los huesos, y quería alboroto. Pero ahora que soy mayor, escucho un ruido ensordecedor de iras y leyes que amordazan; ahora, digo, echo de menos unos muertos más vivos que toda esta jauría que grita, empuja, arroja al mar y deja que millones de seres humanos pierdan la palabra mientras tiritan de frío.

MISERIAS, Eva García

Cuando se incendió la campana de la cocina, hasta el rincón más oscuro quedó iluminado y encontramos por fin a la abuela, en forma de momia chiquitita que olía a anís y tan dulce como sus célebres rosquillas. Hasta entonces la habíamos confundido con los huesos rancios de un jamón que mi padre había ganado jugando al mus.

Por un momento, las llamas arrancaron destellos de su sortija de oro y de su dentadura postiza,  y así  supimos que había muerto feliz y sonriente junto a su pertenencia más querida. Después de apagar el fuego, todos nos abalanzamos para arrebatársela.

RUPTURA DE LA MONOTONÍA, Gabriel Pérez

Andaba baja de ánimos, harta de verse abocada a trabajar, de nuevo, en esas circunstancias.

Con disimulo, huyó de allí poniendo como excusa que necesitaba estirar las piernas. La verdad es que no aguantaba, ni un minuto más, presenciando esas escenas dantescas, repetidas, a lo largo de los siglos, por distintos hombres iguales. Gritos, disparos, granadas, bombas,… alimentaban un viejo delirio. “En una guerra siempre mueren soldados y civiles”, refrendaba exhausta ya de tanto horror. Caminaba cabizbaja, abstraída,  cuando casi sin darse cuenta, se alejó kilómetros del campo de batalla y, guadaña en mano, se cruzó con el alto mando.

TEST DE SNELLEN, Asier Susaeta

Lucía pronuncia disciplinadamente las letras de cada línea hasta llegar a la última donde todas se vuelven borrosas. “Tranquila, es normal”, le confirma Miguel y la felicita por su excelente vista; de pasada, también se interesa por la familia. Lucía le cuenta que irá unos días al pueblo con las niñas y se despiden, hasta el próximo año.

Al salir, ella se pregunta si no se habrá dado cuenta de que ya no lleva el anillo, y él, antes de la revisión de doña Carmen, cambia el test por otro en el que no se lea te quiero en pequeñito.

ESCOMBROS, Mei Morán

Cosas que pasaron, yo un crío. El chico de los periódicos que vocifera: - ¡tirada especial, el niño del ropero! El día de antes, la gente con el espanto en el rostro, arremolinada delante del solar. Papeles pintados desgarrados, azulejos rotos, tuberías en la fachada afeitada, con aquellas fauces, como muñones mal rematados. Y en un buraco del muro, el hijo de la costurera, la del cuarto, y de aquel sinvergüenza. Acurrucado en el doble fondo de un armario empotrado, asfixiado con la almohada. Con reparo, lo saca del emparedado la grúa. En la manita engarrotada, un soldadito de plomo.

GRITOS, Luís San José

Tus gritos me hicieron retroceder cuarenta años, cuando me mandabas a comprar morcillas al matadero. Los gorrinos se agitaban en un rincón, hasta que el matarife hincaba su gancho con un golpe seco por debajo de la quijada y los arrastraba hasta la mesa del sacrificio. Sus guarridos rompían mis tímpanos. Camino a casa, la tentación era inevitable, me comía buena parte de las morcillas todavía calientes. Luego vendrían las palizas y mis gritos. Y ahora… ahora vuelven los gritos de los guarros, y los míos y los tuyos crepitando entre las llamas y que, por fin, he sabido arrancarte.

Rosa Gil   29.oct.2016 16:05    

0 Comentarios

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Rosa Gil

Bio Wonderland

Aquest és el blog del Wonderland. Aquí hi podreu llegir l'actualitat del programa, els relats guanyadors del concurs de Micro-relats i hi podreu escriure els vostres comentaris."
Ver perfil »

Síguenos en...

Últimos comentarios