Hay manual de instrucciones para todo, incluso para sembrar la duda
sábado 17.dic.2016 por Rosa Gil 0 Comentarios
Muchas felicidades al último ganador del Primer trimestre de la 7ª Temporada de Wonderland: Iñaki Goitia por "Instrucciones para sembrar la duda". No podíamos acabar mejor el año!
Felicidades también a los 5 finalistas!
GUANYADOR:
Instrucciones para sembrar la duda, Iñaki Goitia
Introduzca tres puntos suspensivos entre la tierra de la maceta, riéguelos dos veces por semana, hábleles de filosofía, de la duda metódica, del escepticismo… Al cabo de un mes verá cómo empieza a brotar con timidez una interrogación. Retire los dos puntos que no germinaron, y si lo hicieron en forma de exclamación arránquelos de cuajo, todo con sumo cuidado. Y por lo que más quiera, no olvide podar, de cuando en cuando, los contornos de la interrogación antes de que esta crezca demasiado y se convierta en una duda existencial que termine por estar convencido de ser un geranio.
FINALISTES
De un día para otro, Gabriel Pérez
Desde pequeño, eres incapaz de dormirte hasta que no voy a arroparte. No hagas caso de aquellos que piensan que ya deberías haber abandonado esa dependencia materna -mucho menos te avergüences-. Para mí sigue siendo una necesidad despedirte con un beso hasta mañana; y, cuando el sueño te vence, admirar tu faz desierta de pesadillas -esos instantes conforman las mejores fotografías de mi vida-.
Hoy, a pesar de que es verano, la noche es fresca y se respira humedad. Si no quieres pillar otra pulmonía, deberías taparte hasta el pecho. La enfermera que te ha cubierto también la cara exagera.
Ida y vuelta, Luis San José
El tren arranca. Un anciano se ha sentado de espaldas para seguir absorto en sus recuerdos. Yo prefiero mirar hacia delante, ansioso por afrontar mi destino. Los vagones penetran en el aire con un murmullo acompasado y lujurioso; gritan, resoplan, chuflan, traquetean, pregonan a los cuatro vientos la vida que llevan en las entrañas y proyectan en los cristales ecografías y esperanzas…
El anciano me mira. Sonríe. Me confunde. Parece adivinar mis pensamientos. Vuelve luego sus ojos cansados hacia la ventanilla y deja que la sombra de la catenaria se lleve arrastras, por la cuneta, su memoria y su sonrisa.
LA MODISTA, Yolanda Nava
Cose su soledad con un hilo invisible mientras hilvana despedidas que sucumbirán al peso del exigente: “¿está lista la cena?” Remienda los desaires con hilo verde esperanza y zurce sueños en tonos pastel. Se acuesta bajo el manto de la paciencia pero amanece fría, la fuerza del egoísmo del que duerme a su lado, se ha llevado la manta.
Nadie sabe en qué se ocupa ahora. ¿Unos patucos para su futuro nieto?, acaso ¿una bufanda nueva para él? Es un secreto, dice mientras sujeta fuerte la tapa de la cesta para que nadie descubra las blancas alas, ya casi listas.
Palabras, Pablo Núñez
Quiero que mi relato esté adornado con vocablos hermosos, como los de las novelas que me han acompañado en el devenir de la vida. Angosto, tapiz, barniz y escarcha son primordiales. Por supuesto, también deben aparecer: bruma, terciopelo y vapor; aunque mejor, vaporoso, más elegante. Casi tengo los ingredientes para empezar; solo me faltan dos: esquirla y espectro son perfectos.
Ahora he de buscar un título...
Realidad difuminada.
En el angosto tapiz de la oscuridad, encontré un barniz de escarcha que, a través de una bruma de terciopelo, tras una esquirla plateada, me mostraba el vaporoso perfil de mi espectro.
PUBLICIDAD ENGAÑOSA, Rafa Olivares
Pensaba que sería el cartero y, al abrir la puerta, Patricia se encontró con la sorpresa de ver a su marido Eduardo, algo serio y desmejorado, con una nota en la mano que extendía ante sus ojos. De inmediato reconoció la letra de Marga, su mejor amiga, que empezaba pidiendo perdón. Y seguía: tus comentarios siempre positivos y optimistas sobre Edu me confundieron, llegando a idealizarle y a ilusionarme. Ojalá no me guardes rencor por devolvértelo dos meses después. Verás que está tal cual me lo llevé. No tienes por qué preocuparte, te prometo que no comentaré nada a nadie.