QUE TIENEN EN COMÚN CONCHA PIQUER, JOAQUIN SABINA...Y EL GANADOR DE ESTA SEMANA?
sábado 13.may.2017 por Rosa Gil 0 Comentarios
Muchísimas felicidades a Manuel Menéndez por su relato ganador "Y sin embargo te quiero". Felicidades también a los 6 finalistas de esta semana!
GANADOR:
Y SIN EMBARGO TE QUIERO, Manuel Menéndez
Contemplo el cuerpo decrépito que agoniza, mientras mis emociones se enfrentan en una batalla de la que solo puedo salir perdedor. Sé que le odio, sin duda. Le odio porque nos destruyó, porque nos hizo vivir en el terror, porque destrozó el corazón de mamá que un día, incapaz de soportar tanta pena, dejó de latir. Pero al tiempo recuerdo cuando éramos felices: su olor, sus besos, su risa, las tardes de fútbol…
Me siento a esperar el final, mientras un inmenso dolor me desgarra por dentro. Pese a todo, un padre nunca debería tener que enterrar a su hijo.
FINALISTAS:
AMOR QUE CALLO, Manuel Montesinos
El día que una ola rompa sus caderas al ritmo de reggaetón, bajo la mirada húmeda de los mulatos, quizás entonces se lo diga. El día que mi sombra me devuelva el golpe para despertar de estos monólogos etílicos que me tumban y donde la ficción la interpretan personajes reales que observo desde mi ventana, quizás entonces se lo diga. Cuando no escriba para vengarme, cuando por fin gane una pelea en el callejón y me miren con respeto. El día que me falten fracasos, entonces y sólo entonces, me acercaré a ella y pediré que caigan gominolas del cielo.
BATALLA DIALÉCTICA, Jerónimo Hernández
Otra discusión agotadora. El último debate había abordado la legitimidad de las normas, el cuestionamiento de la autoridad y la exigencia de nuevas concesiones. De nuevo había salido airoso pero su ya exprimido argumentario era un arma cada vez menos poderosa para litigar con adversarios tan recalcitrantes.
Suerte que el fin de semana tocaba a su fin. El lunes liberador le devolvería al juzgado, con sus casos de extorsión, los sumarios de miles de folios y hasta alguna que otra amenaza de muerte. Lo más frustrante era la certeza de que aquellos adolescentes tomaban a su padre por un idiota.
FLECHAZO, Eduardo Martín
Vuelve de la rebotica con un medicamento, la mira y le retumba el pecho por toda la bata blanca. Tiene que decirle lo bien que luce la suya con su figura, musitarle en la orejita que le gustaría ser la manivela de su cielo y que dilapidaran juntos los días, lapidándolos con piedras preciosas. La nueva auxiliar se aproxima, va a rozarle, está tan cerca... Quiere decírselo delante de todos, de la clientela, cuando una estela del perfume de ella le turba, el corazón se le detiene y, tan lejos, sin aliento, ya solo es capaz de pedirle una cafinitrina.
RECTIFICACIÓN, Ángel Saiz
He sustituido la última cena que me corresponde por un reloj. Los carceleros piensan que quiero contar mis últimas horas antes de ser ejecutado.
Acabo de introducirlo dentro del plato, con la esfera en posición inversa, así el tiempo parece ir hacia atrás. Los cubiertos me ayudan a desmembrarlo.
Al ingerir las manecillas aparecen imágenes de los crímenes que cometí. El minutero aporta recuerdos de aquellas malas influencias durante la juventud. La maquinaria dentro del estómago retrotrae a una mujer que me sostiene en sus brazos.
Alcanzado el punto de partida vuelvo a comenzar de nuevo, esta vez, sin errores.
ARRIEROS SOMOS Y..., Anna Jorba
Si hubiera sido por mi hermano, me hubiera quedado con el mote de “la niña idiota”, porque desde pequeño, delante de nuestros compañeros de colegio, aprovechaba cualquier ocasión para desprestigiarme.
Por fortuna mi madre, víctima de sus tiranías, me enseñó a ser fuerte ante la adversidad.
Estudié varias especialidades de Medicina que acabé con Cum Laude. Administro mi propia clínica. Tengo prestigio profesional.
Me comunican que su mujer ha solicitado con insistencia, cita para él, lo antes posible. Refiere que le controlan un trastorno metabólico, pero le ha desencadenado impotencia severa.
A ver… mi agenda.
¡Uy! tengo demora para años.
FRUSTRACIÓN, Lola Sanabria
Los padres lloraban amargamente cuando se enteraron de su decisión. Se habían ilusionado con la idea de ir siempre gratis al circo. Querían ver de verdad al domador con la cabeza dentro de la boca de un león, no en el cartel pegado a las farolas como cuando eran niños. Niños y pobres: el binomio perfecto para no tener dinero para unas entradas. Pero su hija los ha decepcionado. Ha estudiado una carrera y se ha pagado un bono de depilación láser. Prefiere una vida gris en una oficina, antes que hacerlos felices y verla triunfar como la mujer barbuda.