UNA MIRADA NEGATIVA PUEDE CONVERTIRSE EN POSITIVA?
sábado 12.may.2018 por Rosa Gil 0 Comentarios
Felicidades a Enrique Mochón Romera por su relato "Miradas", ganador de esta semana. Felicidades a los 6 finalistas!
GANADOR
MIRADAS, Enrique Mochón Romera
De no haber abandonado el pueblo a tiempo, aquellas miradas de propios y extraños, acusadoras, burlonas, curiosas, le habrían acabado asfixiando.
Regresó años después, al entierro de su padre, convertido en alguien distinto. Vestía tacones y un ceñido y elegante traje, y había recuperado el semblante alto y sereno de su primera infancia. Su cuidada melena y su caro perfume causaron admiración y embeleso en hombres y mujeres, aunque no tanto como la extremada belleza de su rostro, acentuada por el suave carmín de sus labios y una perfecta línea de rímel que ni la visión del cadáver logró emborronar.
FINALISTAS
HECHA LA LEY, Rafa Olivares
La tarea no se presentaba nada sencilla. Ya de regreso, después de mucho tiempo guerreando por Tierra Santa y de continuos trasiegos persiguiendo o huyendo de los infieles, tocaba ahora localizar, entre cientos de arcones y alforjas, la preciada llave garantía de su honra y honor. Y sin la certeza plena de que lograrían encontrarla después de tantísimos avatares. La joven dama, aburrida y resignada, extrajo con cierto desdén una horquilla de su peinado y, con una sola mano y mucha habilidad y destreza, la manipuló convenientemente para ofrecérsela a su caballero: ¿y si probáis, mi señor, con esta ganzúa?
NECESARIAS, Belén Sáenz Montero
Acusadas de elitismo y discriminación cultural, se decidió suprimirlas en todo el territorio hispanoparlante en virtud del Decreto-Ley 2021/15. Con motivo de su entrada en vigor se brindó con champan, que sonaba más asequible y hasta más sofisticado que el espumoso agudo. Nadie había previsto la confusión que estalló cuando la lengua de Shakespeare se enredó en la entrepierna. Hubo quien mondó a su progenitor como un tubérculo, otros que incorporaron una llanura africana a su ropa de cama y el infame que engañó a su pareja con alimentos manipulados. Hemos abierto una petición en change.org para resucitar la tilde.
RUPTURA, Lola Sanabria
Ellos serían civilizados, no como sus padres. El anillo giró como peonza sobre el tablero. Perdió fuerza y se quedó parado entre los dos. Él aprovechó para ofrecerle su amistad con una sonrisa y palabras hueras. Nada dijo del amor masacrado por años de mezquina indiferencia. Ella dudó un instante, luego abrió el bolso y sacó el foulard con el rencor prendido en sus flecos, la entrada de teatro con la esquina doblada por los celos, el abanico con un soplo de soledad, las llaves de casa en el llavero del abandono, y se lo dejó todo sobre la mesa.
SHOW MUST GO ON, Gabriel Pérez Martínez
Han ensayado la canción durante todo el curso, con más insistencia en junio, y suben al escenario para dedicársela a sus familias.
La profesora los distribuye en dos filas. Suenan los primeros acordes y el pelirrojito situado en el centro, delante, comienza a llorar. Los demás se callan, lo miran, se miran y se contagian. Los padres, frente a ellos, bailan, sonríen y dan palmas para animarlos. El único niño que no derrama una lágrima es el pequeñito muy pálido que está en la esquina... Es una alegría abandonar un rato el hospital. Su madre es la única que llora.
AUTOPSIA, Isidro Moreno Carrascosa
Con rabia contenida esperaba ese momento. Por fin, lo tenía en la pantalla. Su pose era desafiante. Con rápido movimiento de muñeca, dirigí la lanza del cursor a su corazón en tanto que desde mi garganta, surgía un desesperado y colérico grito.
Vi cómo se desplomaba y deslizaba por la pantalla del ordenador. Asombrado, lo observé inerte sobre la mesa.
Era evidente que el cursor no se había clavado, pero el mosquito cabrón yacía patas arriba. Sólo mi rabioso grito podía ser el arma letal.
Demostré que un infarto fue la causa de la muerte. Desde entonces practico la micronanocirugía.
VISITAS GUIADAS, Esperanza Tirado Jiménez
Y esta es la sala privada de la duquesa. Aquí escribía su correspondencia, atendía a sus visitas, tomaba el té y pasaba el tiempo con sus amistades tocando sus piezas favoritas al piano.
La cortina de seda no es la original, por supuesto. Cuando se abrió el palacio al público se hizo confeccionar una exactamente igual a la que usó su marido para envolver su cadáver cuando descubrió que la engañaba con el jardinero de la casa.
La pala que verán en el invernadero sí es la original.
Síganme por aquí, por favor. No, no está permitido sacar fotos. Gracias.