El Boulevard Hollywood vuelve a ser tan cutre como lo fue hace una semana. El paseo de la fama tan de medio pelo (salvo para diagnósticos serios de mitomanía) y las tiendas de recuerdos de alrededor tan parecidas a las del Santuario de Fátima, que se echa mucho de menos la parafernalia oscarina. Es cierto que la alfombra roja es demasiado de plástico, las flores demasiado de quita y pon y las esculturas-Oscar demasiado de cartón piedra pero el decorado le da al entorno un no sé qué que, al día siguiente, se extraña.
No voy a hacer balances...estoy un poco post parto y me veo incapaz. Pero así, a cascoporro, que diría Muchachada (sniff, sniff...cuánto siento que se vayan), creo que a la Academia le han faltado agallas para casi todo. Le han faltado, de entrada, agallas para premiar una película que les va a desmontar el chiringuito tal y como se conoce hasta ahora. Como el modelo Avatar se imponga (y el público, de momento, parece ir por ahí) el cine de actores, directores y decorados convencionales tiene las horas contadas, y el que no quiera verlo (Antonio Banderas dixit) es que está ciego.
Vale que han premiado una buena película, una excelente película... pero no recuerdo que En tierra hostil provocara tantos aplausos cuando se proyectó en el Festival de Venecia hace año y medio (bien es cierto que la vimos a las ocho de la mañana...y eso influye) ni entiendo por qué ha tardado tanto en estrenarse...salvo que estuviéramos esperando a que el público se reconciliara con la guerra de Iraq. En Tierra hostil ha sido una excusa perfecta contra Avatar: cine bélico de calidad y bajo presupuesto (¨se puede hacer buen cine con dos duros¨, bonito mensaje) pero, puestos a hablar de Iraq, la de los hombrecillos azules también valía.....o ¿es que el desembarco del hombre blanco en el planeta Pandora habla de otra cosa?
Yo, si fuera la Academia, hubiera premiado UP: bendices las nuevas tecnologías...pero con contenido, que es lo que realmente le falta a esa mezcla de Bailando con lobos y Pocahontas que es Avatar.
A lo demás no le daré demasiadas vueltas. Si son agallas (y justicia) darle el oscar a Sandra Bullock por su papel en The Blind Side, que venga la virgen de Fátima y lo vea. Aunque su simpatía y su fair play son de premio...pero de otro premio .
Jeff Bridges y El secreto de sus ojos merecen lo que les den...lo siento, son debilidades.
Y poco más....o quizá no:
- La seguridad en torno a la ceremonia es, directamente, demencial. Te descuelgas la acreditación 30 segundos para ponerte una chaqueta y unos señores de uniforme te llevan detenido. No te digo nada si tu vestido lleva tachuelas metálicas, pita (claro) en el arco y no puedes (claro) quitártelo.
- Dedicarte al cine es agotador. No hablo ni de los periodistas, ni siquiera de los periodistas que trabajamos ¨contra¨ la diferencia horaria europea...sino del ritmo de fiestas, ruedas de prensa, mesas redondas, ensayos y sesiones fotográficas de actores, directores y productores. Que sí, que les va en el sueldo...pero que tiene que ser complicado cuando, además, no puedes dejar de sonreir.
-Y en este sentido, Penélope Cruz , se sale. Defienda el papel que defienda, esté mejor o peor en él, Penélope siempre está en su sitio...siempre responde bien. Prefiere Nueva York a Los Angeles pero a Los Angeles le está muy agradecida, prefiere En tierra hostil pero Avatar no está mal, su casa está en España pero a Estados Unidos le debe mucho, colabora con Haití pero hace tiempo y no sólo ahora que está de moda. Aquí, desde luego, es una super estrella como hay pocas y está cada vez más guapa pero yo, no sé por qué, me la imagino más ella con camiseta, vaqueros y botellín de cerveza a morro que mirándome desde vallas y portadas por todo el país....porque lo vale.